martes, 29 de noviembre de 2011

VISITAS

Ayer tuvimos visitas en casa, un compañero de trabajo salvadoreño vino a cenar con dos amigas, una de ellas cubana y la otra ecuatoriana (están los tres haciendo un master aquí).

La cena transcurría con total normalidad explicándonos y contándonos mutuamente las diversas y exquisitas diferencias gastronómicas entre los cuatro países (por cierto, descubrí que el arroz a la cubana no es típico en Cuba) cuando mi querido Querubín decidió intervenir:
- Querubín mirando fijamente a la chica cubana: "Si eres de Cuba, ¿te han dejado salir de allí?"
- El resto de los presentes entre risas nerviosas y queriendo quitar peso a la pregunta: "No ves que está aquí, je,je,je"
- Querubín -que nunca se da por vencido-: "Pues mi profesora de geografía me ha dicho que en Cuba hay una dictadura y que no les dejan salir de allí".
- Yo: "¿Habéis probado alguna vez las anchoas en aceite?"
- Mi compañero de trabajo entre risitas nerviosas: "Ya ves, pues ha salido".
- Querubín pensando que no nos enterábamos de nada: "¡¡Ha podido venir escondida en un barco!!".
- Yo: " Y la tortilla, ¿que os parece la tortilla de patatas?
Aquí intervino la chica cubana y le dio a Querubín una explicación sobre los bloqueos que pareció convencerle. Entre eso y que yo le metí en la boca un pastel de arroz, se cayó un rato y seguimos hablando de lo que se parecen las calles de La Habana al Casco Viejo bilbaíno.
.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Otra de Querubín con la comida

Estaba mi criaturita comiendo absolutamente concentrado en el plato que tenía delante (y que eran unas alitas de pollo guisadas). Allí estaba dedicando todas sus dotes de futuro superdotado en sacar la carne y chupar los huesillos sin preocuparse de lo que se estuviese manchando (esto por un lado me da un poco de asquito y por otro una sana envidia).

De repente alzó la cabeza del plato y mi ulcera se alarmó (cuando Querubín deja de comer de golpe es bueno prepararse para lo peor). En estos momentos es cuando mi niño pregunta algo grandioso o afirma algo rotundo ( o se levanta para ir al water, que no necesita tomar activia). Esta vez tocaba una bonita reflexión que me apetece compartir con Ustedes por si nunca se les había ocurrido:

- Querubín, mirándome a los ojos: ¡¡Que pena que los pollos no vuelen largas distancias!!
- Yo (extrañada de semejantes pensamientos con los dedos embadurnados de salsa): ¿Por qué, cariño?
- Querubín mirándome extrañada como pensando "mi madre nunca se entera de nada, como se nota que no es superdotada": Pues porque si volasen tendrían alas más grandes y habría más carne para comer.

Mi ulcera y yo estuvimos de acuerdo, no sabemos si grandioso, pero el pensamiento de Querubín esta vez estaba cargado de lógica.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LAS TIENDAS FAVORITAS DE QUERUBÍN

Les voy a proponer una pregunta, ¿cual piensan Ustedes que es la tienda favorita de Querubín? Les voy a dejar un tiempo para pensar aunque no sé por qué, no creo que acierten.

Lo lógico es pensar en un comercio de vídeo-juegos o consolas, verdad?. Pues no, mi niño con lo que realmente babea desde pequeñin, esos escaparates que hacen que pegue la naricilla al cristal y que sus papilas gustativas comiencen a segregar saliva son......las carnicerías (y charcuterías).

La verdad es que nunca les he contado que Querubín tiene un don. El ve una vaca pastando en el campo, con su cencerro, sus manchitas, su herbecita alrededor y realmente lo que su cerebro procesa es un gran plato de carne frita con sus abundantes patatitas. Si ve un cordero piensa en menestra, si ve un pollo lo visualiza asadito y con pimientos verdes fritos. Él es así.

Para mi es difícil de creer (a pesar de ser desde niña ávida lectora de Asterix y Obelix y saber que este último también tenía ese don - otros personajes ilustres como Carpanta también lo poseían-) semejante despliegue de alabanzas ante un trozo de carne sanguinolienta colocada en la vitrina de una carnicería. Yo, que sería vegetariana sin problemas en caso de no existir el jamón ibérico, reconozco que soy más de pastelerías. Hay si que me pierdo, sin embargo, Querubín y su querido padre pasan delante de la carnicería del barrio y viendo un chuletón se miran el uno al otro tragando saliva y diciendo:

Querubín emocionado: "fíjate, ¡¡Que chuletón!!
Su padre secándose las lágrimas, emocionado: "Te imaginas lo bueno que tiene que estar"
Querubín contando monedas de sus bolsillos: "¿entramos?"

En ese momento es cuando mi ulcera y la hipertensión de mi media naranja les agarran del brazo hasta alejarles de ese antro de perdición y colocarles delante de la frutería donde calman su ansia a base de naranjas y manzanas.

Ayer a la tarde cogí el carro de la compra decidida a abastecer a mi querida familia de todo lo necesario para su alimentación.Querubín en un despliegue de besos y abrazos sin fin me acompañaba por la casa diciendome:"por favor, por favor, traeme esa paletita tan rica", de otra habitación salía una voz que decía: "y un poco de queso fresco". Mi niño me acompañó hasta el ascensor entre mimos y promesas de unos San Jacobos de carne, queso y jamón. Una locura lo que me quiere mi Querubín.

martes, 15 de noviembre de 2011

Gimnasia

En estos días previos a los excesos navideños y posteriores a los excesos veraniegos, he decidido ponerme por quingentésima vez a dieta (yo no llevo la cuenta pero mi ulcera si). El otro día leí que los kilos cuesta más bajarlos a partir de los cuarenta y debe ser cierto por que en las últimas 5 dietas me ha costado más bajar y menos recuperarlos, así que he decidido romper con mi faceta de vaga (construida durante muchos años y mantenida contra viento y marea) y hacer deporte.

Apuntarme a un gimnasio era una opción, pero tengan Ustedes en cuenta que como mujer trabajadora por cuenta ajena y madre de Querubín y Querubincito a tiempo completo, lo único que haría es aumentar las estadísticas de la gente que se matricula en un gimnasio y luego no va (y a mi lo de ser el 0,03% de algo no me gusta), así que decidí comprarme el wii sport resort active fit (o algo así) y además el wii yoga (para mi ulcera) y ponerme a ello.

El estreno fue el domingo y causo gran expectación. Mi media naranja no vino a verme porque los capítulos de Navy investigación criminal le tenían abducido frente al ordenador, pero mis querubines se tumbaron en la cama a ver como movía el esqueleto.

La wii es como una especie de bascula con voz y mala leche. Te manda elegir una muñequita monisima y delgadisima a la que le pone tu nombre y luego te pesa. Según va leyendo tu peso e Índice de Masa Corporal va engordando a la muñeca hasta que te ves reflejada en un personaje rechoncho y entonces te dice con voz gutural: "te aconsejo que tu meta sea adelgazar". No te fastidia, si mi meta no fuera adelgazar aquí iba a estar aguantandote, le contesto un pelín molesta. Mis angelitos se ríen desde la cama.

Comienzo con el hula hop que me recuerda a mi niñez. Mover la cadera no tiene problemas, pero coger los aros que te lanzan (todo muy virtual, eso si), tiene su aqué y acabas sobre la tabla de la wii con un píe levantado, girando la cadera e inclinada hacia la izquierda. A mis querubines se les caen las lágrimas.

Seguido y tras oír a la maquina decirme que soy una principiante y que tengo que mover más la cadera, decido ir a correr un rato. Al menos no me lanzarán cosas, pienso. La wii me pide que siga a la muñeca-monitora y que no la adelante, pero mis hijos me ruegan una y otra vez que la adelante a ver que pasa. Me niego. Insisten. Les digo que no entre jadeos. Me lo suplican. Accedo y adelanto la monitora, la wii se enfada y me dice que ahora siga a un perro. Agacho la cabeza y sigo corriendo. Querubín me dice que he corrido muy despacio. Le miro mal.

Ya sudando pero con la adrenalina a tope decido seguir con el kunfu rítmico. Tengo que hacer lo mismo que unos muñecos vestidos de karatekas con grandes bigotes. Si me equivoco en los movimientos me tiran un jarrón a la cabeza (bueno a mi muñeca, pero ya estoy muy identificada con ella). Mis criaturas me gritan: "hazlo mal, porfi, hazlo mal". Mi ulcera se está enfadando con ellos y tiene ganas de tirarles los mandos a la cabeza, la contengo mientras intento seguir el ritmo. Me equivoco, me cae el jarrón y mis niños se ríen (los vecinos de los barrios cercanos también les oyeron reírse).

Decido dejar de hacer ejercicio hasta llamar al cerrajero y poner candado de seguridad en la puerta de mi habitación. Querubín se queja: "Jo, ahora que iba a coger la cámara y grabarte para poner en You Tube a la mama bailona" . Le miré, sonreí y pensé: Ríe, ríe pero por ahora el que sale en internet eres tú, Querubín.

jueves, 10 de noviembre de 2011

EL TERCER HIJO

 
He descubierto que tengo un tercer hijo. Llevaba tiempo sospechándolo, pero en estos últimos meses lo he confirmado y estoy segura de ello.

Se extrañarán Ustedes y se preguntarán ¿como es posible?. Bueno, yo creo que se trató en su momento de un extraño embarazo que finalizó con un parto indoloro y del que nació un hijo invisible (sospecho por su comportamiento que su sexo es masculino -sobre todo por comparación con sus dos hermanos-)

Mis sospechas comenzaron hace mucho tiempo. Yo preguntaba: "¿Quién ha dejado sin dar la bomba del water?". Se hacia un silencio. Yo repetia:" ¿Quién ha dejado sin dar la bomba del water?". Se oía la voz de Querubín: "Yo no", segundos despues Querubincito decía "Yo tampoco".

La primera vez lo deje pasar, pero con los años han ido viniendo muchas situaciones parecidas. Mi pregunta variaba:

¿"Quién ha dejado la luz dada?, ¿Quién ha acabado el rollo de papel de water?, ¿Quién ha dejado las toallas tiradas despúes de ducharse? ¿Quién ha acabado el chocolate? ¿y los yogures? ¿y los caramelos?, etc...

Las respuestas siempre eran las mismas por parte de Querubín y su hermano: "Yo no".

Comencé a pensar posibilidades. Una de ellas era que fuese mi media naranja, pero no, ella nunca usa el baño pequeño y su tensión le hace moderarse mucho con el chocolate. Otra era que fuese yo y luego sufriese súbitos ataques de perdida de memoria, pero me lo hice mirar y no tengo, por ahora, problemas de demencia -aunque los tendré por culpa del tercer hijo, estoy segura-. La tercera era la que definitivamente he llegado a considerar real...tengo un tercer hijo (a mi ulcera nunca la consideré culpable por no tener necesidades fisiologicas).

Este hijo, al que no pienso poner nombre, ha demostrado varias cosas:

- Es invisible
- Caga varias veces al día y no sabe tirar de la cadena (eso o quiere que veamos la textura y el olor para hacerse presente).
- Es extremadamente desordenado y torpe (todo lo que se rompe en casa es por su culpa).
- Sólo se alimenta a base de caramelos, yogures, galletas y chocolate. Jamás prueba las acelgas.

Cuando veo las cosas que hace, vuelvo a mi niñez y recuerdo aquellos bonitos cuentos en los que unos alegres duendecillos trabajaban por la noche para que el buen carpintero, zapatero o sastre tuviera la labor encargada a tiempo. Yo miro a mi alrededor y reconozco que no entiendo porqué a mi (que no seré tan buena como el sastre de cuento, pero tengo mis cositas) en lugar de alguien que se dedique a  planchar, lavar y limpiar la casa, me ha tocado un tercer hijo que es un autentico capullo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Esta vez si que vuelve Querubín

Querubín el otro día nos dijo que ya sabia lo que va a ser de mayor. Su querido padre y yo nos miramos y luego le miramos expectantes. Entonces él nos saco de esa inmensa inquietud por saber el futuro de nuestro hijo, diciendonos: "me esta pareciendo que yo de mayor lo que voy a ser es super-dotado". Nos pareció que a pesar de estas dotes que el intuye, no entendía nuestras carcajadas (incluso llego a enfadarse por que mi ulcera se reía muy alto).

Bueno, este proyecto de super dotado que tenemos en casa, el viernes se cayó en el entrenamiento de baloncesto (mientras bajaba una escalera con otro del equipo a la espalda, que ya tiene narices el sucedido) y se hizo daño en la mano. Teníamos un cumpleaños y de camino recibí un mensaje de mi media naranja que decía: "Querubín se ha hecho daño en la mano, ¿le llevo a urgencias?" (este tipo de mensajes os sonará a la mayoría de las mujeres que leéis este blog, ya que seguramente es parecido a los que soléis recibir. Los hombres, sin embargo, recibís mensajes de este tipo: "Querubín se ha caído en el entrenamiento, estoy en urgencias esperando a que le hagan un placa". Un poco más eficaces que somos las del cromosoma xx). Cogí el teléfono y les dije que en un momentito llegaba y lo hablábamos.

Allí, en el lugar donde se celebraba el cumpleaños, pude ver la mano (realmente muy hinchada) de mi niño y le dije: "nos vamos a urgencias". Él, supongo que dolorido, me contestó mirándome con ojos de cordero degollado:"Vale, pero primero....merendamos".

Tras merendar nos fuimos al hospital y de camino me dijo: "bueno, también me duele bastante el tobillo". Mi ulcera me preguntaba al oído (que es muy discreta):¿pero Querubín no ha estado jugando al fútbol antes de merendar?. Si, le contesté yo, pero callate que es muy sensible.

Allí nos fuimos y tras una caladura enorme y una hora de espera tuvimos el diagnostico: Esguince en el pie izquierdo y artrosis traumática en los metacarpios 4º y 5º. Querubín salió de allí con un pie vendado y una mano inmovilizada con una escayola que tiene que llevar 8 días y hacer reposo. Al traumatologo no le dije nada del fútbol de mi niño ni de la merienda, no sé porque no me pareció del todo bien (yo como mi ulcera también soy muy discreta).

Los amigos de Querubín

Pensaran Ustedes, y en ocasiones les doy la razón, que a Querubín es difícil superarle. Se equivocan al pensarlo ya que ayer a la noche recibí una llamada de una amiga que me dejo claro que todo es mejorable, incluso mi Querubín.

Esta amiga, a la que quiero mucho, tiene un hijo un año menor que el mío. Ambos estudian en el mismo colegio y les diré, por darles más datos, que es la profesora particular que hemos elegido (ya que su fama de buena pedagoga la precedía) para ayudar a Querubín con las mates (que como habrán leído en la entrada anterior, no son su asignatura favorita). Con estos antecedentes creo que comprenderan mejor la historia que es digna de un lugar destacado en este blog.

Esta amiga, llamemosla X, y su hijo, llamemosle Serafín por aquello de continuar con la corte celestial de adolescentes, estaban pasando un bonito fin de semana sin deberes (al menos esto le había dicho este Serafín a su madre) y sin preocupaciones, cuando recibieron la llamada de la madre de otro ángel de su clase.

X: ¡Hola!
La madre del otro ángel amigo del Serafín de X: ¡¡Estoy desesperada!!. Ahora va este y me trae un suspenso en mate...
X: ¿Que nota de mate? ¿les han dado la nota de mate?
La madre del otro ángel amigo del Serafín de X:  Si, y sólo han aprobado tres...
X: Te tengo que dejar que tengo la vista cansada y se tiene que sentar un rato.

Mi amiga X colgó el teléfono mientras gritaba:¡¡¡¡¡¡Ven aquí mi Serafín!!! y su Serafín apareció.

X: ¿Te han dado la nota de mate?
Serafín: Si
X: ¿Y por que no me la has dicho?
Serafín: Quería darte una sorpresa.
X (aquí luego me confesaba que lo peor es que por un momento se imaginó a su querido hijo enseñándole una matricula de honor, por lo menos y esperando al momento adecuado para enseñarla y que más ilusión le hiciera a su madre): ¿Yque nota has sacado?
Serafín: Un 3,5.
X (cuya vista cansada ya no podía más): ------------------------------------(sin palabras).

Mi amiga intentó explicarle a Serafín que cuando alguien quiere dar una sorpresa a otra persona es por que esta tiene connotaciones positivas y no para matarla de un disgusto. Esperemos que lo haya entendido y sino siempre nos quedará el consuelo del internado (seguro que nos hacen descuento por grupo).

Del momento en el que mi amiga encontró la agenda de su Serafín y vio que no sólo tenía deberes sino también examen de lengua hoy lunes....¡¡y no había llevado el libro para estudiar!!, casi mejor no digo nada por si hay menores leyendo el blog.