martes, 21 de febrero de 2012

Viaje a Birmania

Una amiga mía, fiel comentarista de este blog y madre de un joven recién salido de la adolescencia (o como ella se empeña en asegurar, adolescente a punto de entrar en la juventud), se ha ido de viaje a Birmania.

La historia del viaje es larga y peculiar, ya que sus hermanos han tenido el destino del viaje oculto hasta el ultimo día y ella no sabia a donde la iban a llevar (ni siquiera sabia si tenía que llevar ropa de abrigo o no), pero la conclusión es que esta fuera (y lejos) y ha dejado aquí solos a sus dos hombres.

En un correo que nos ha enviado desde la lejana Birmania (que no puedo evitar me recuerde al demonio de Tasmania, pero debe ser por que rima), nos pedía que cuidásemos a su ángel y a su media naranja. Cuando lo leía, me sentía incapaz de llamar a su casa y comentarles a dos hombres (uno hecho y derecho y el otro que está en ello) que era para saber si estaban comiendo bien y si tenían problemas con las tareas domesticas. Si embargo, la petición de mi amiga seguía ahí y sólo se me ha ocurrido una manera (ya que sé que su ángel lee de vez en cuando este blog)....

!!!Querubín de mi querida amiga:

* Portate bien
* Come en condiciones
* Combina la ropa con gusto (piensa en como lo haría tu madre)
* y estudia mucho. !!!

Que conste que se tiene que leer con el mismo tono que cualquier madre emplearía para dirigirse a su propio angelito.

Besos y no sufráis,  que la Birmana vuelve pronto.

Telefono

Hace poco volvía yo de una reunión de trabajo en la que muchas de las personas asistentes tenían iphone, samsumg galaxi pro acer mini x plus S III ( o algo parecido). Al llegar a casa, se lo conté a mi media naranja y le dije: " en cuanto se me acabe la permanencia del movil, me voy a comprar un iphone (que a mi a tesnologica no me gana nadie)". En una micromilesima de segundo Querubín (accionado por las palabras iphone y comprar utilizadas en la misma frase), apareció ante nosotros.

Querubín: "Vale, te compras el iphone y me lo das"
Yo, con una media sonrisa en la cara: "no, cariño, el iphone sería para mi. A ti te daría mi viejo movil"
Querubín: "Mira amatxu, un 43% de las personas mayores que tienen un smartphone no saben utilizarlo...y tú serías una de ellas".

En aquel momento, yo (que tengo un par de blogs, cuenta de facebook y manejo desde el photoshop hasta el quark...y he pasado de los cuarenta hace poco) me alteré ligeramente y le anuncié que el siguiente movil que él iba a tener tendría tapa, números grandes y NO sería tactil.

Querubín aún no me habla, pero no me importa, creo que más de un 43% de los adolescentes no mantienen una comunicación fluida con sus madres.

jueves, 9 de febrero de 2012

NOTAS



Ayer mi Querubín entró por la puerta anunciando a gritos que había sacado un 9 en tecnología y un 7 en natur. Su querido padre (que para más datos es profesor en el mismo centro que la criaturita) entró preguntando si no tenía más notas. Querubín simplemente contestó: "no".

Pasaron las horas y con ellas la tarde y al anochecer, su padre (que ya debía estar explotando por dentro de aguantarse), le preguntó directamente: ¿La nota de Geografía, no te han dado?. Se hizo un profundo silencio en casa. Yo estaba en la cocina y me sobresalte por ese momento en el que se oían las respiraciones (la de Querubín un poco más acelerada). Al final contestó: "Una parte la he aprobado (esto en su vocabulario es un 5 por los pelos) y la otra la he suspendido".

Su padre, que tiene un mayor autodominio que el mío, calló. Yo llame a mi criatura a la cocina y comencé con ese discurso tan famoso..."no te conformas con no estudiar, ni con suspender, encima tienes que engañarnos, etc, etc, etc...". Querubín me miró con los ojos llorosos (yo pensaba que de arrepentimiento) y me dijo: "me parece mentira que te pongas así, no os lo había dicho porque voy a recuperarla y para que os iba a dar un disgusto".

Aunque no se lo puedan creer, yo tenía una sartén en la mano y no le dí con ella. Mi media naranja me debe estar contagiando el autodominio.

miércoles, 8 de febrero de 2012

QUERUBIN Y EL FRÍO

En estos fríos días en los que la masa de aire siberiano amenaza Bilbao (prometiéndonos una nieve que no acaba de llegar), Querubín sale a la calle vestido de una peculiar manera.

Mi criatura lleva guantes de cuero (robados a su querido padre), una bufanda (cogida del armario de su querida madre), una chaqueta de invierno (¡¡¡bien!!!) y...una camiseta. Podrían Ustedes pensar que en esta indumentaria falta un jersey (estamos a 2º), pero entonces pensarían lo mismo que yo, pero no lo mismo que Querubín.

Ayer mismo entraba en casa aterido de frío y agradeciendo el calor del hogar (esta vez en su sentido más literal), pero sin jersey.

A la tarde mi criaturita se fue a entrenar. Como saben Ustedes de otras ocasiones, mi niño es un sabio y como tal es despistado. Imaginen, imaginen...no había entrenamiento, con lo cual estuvo una hora dando vueltas por el barrio a la búsqueda de algún familiar cercano (no llevaba móvil ya que al final el puck le pidió el pin y luego...vamos, que no sabe donde está) para poder entrar en casa (no llevaba llaves, ya que se le habían olvidado) y entrar en calor.

Cuando nos lo encontramos (sus tíos y yo) estaba enrojecido (no sabemos si del frío o de llevar una hora corriendo por todo el barrio) y en pantalón corto, camiseta y chamarra. Sus tíos se horrorizaron y apenaron, a mi (mucho más acostumbrada a las querubinadas), me entró la risa.

Cuestiones para meditar:
¿Por qué no había entrenamiento y Querubín no se había enterado?
¿Por qué teniendo jerseys y sudaderas no los usa en invierno?
¿Por qué NUNCA lleva el móvil?

viernes, 3 de febrero de 2012

Querubín y Querubincito

Creo que ya les he contado en más de una ocasión la peculiar "relación" entre Querubín y su hermano pequeño: No le aguanta (así, sin más, sin matices).

Yo, madre abnegada y preocupada por los continuos enfados y peleas fraternas que se dan en mi hogar, lo comenté con una amiga. Ella, mu´psicologa, me dijo que probase a hablar del tema con Querubín y que tal vez fuese una cuestión de que llegase a perdonar a su hermano por existir (¡¡manda narices!!). Como también les he dicho en otras ocasiones, yo también soy mu´psicologa (como mi amiga) y decidí que una tarde cualquiera al quedarme a solas con mi niño iba a comenzar el interrogatorio.

Dicho y hecho, agarre a Querubín, le senté en el sofá (impidiéndole la salida para que no escapase al sacar el tema de Querubincito) y comencé a preguntar. Mi niño (que es un sabio) enseguida se dio cuenta por donde iban los tiros y debió pensar que o cortaba aquello de raíz o íbamos a estar media tarde en el sofá, con lo cual me plantó:
"Que quieres que te diga, que no quiero a mi hermano, pues no. Por ejemplo, si él se quisiera suicidar y se tira por una ventana, yo lloraría. ¡¡Entonces le quiero, no!!.".

La verdad, me hubiese gustado que mi amiga estuviese allí, pero como no estaba, acaricié a Querubín como se hace con los perritos y puse la tele, ¿me comprenden, verdad?.