Hoy Querubín cumple 14 años. Es inevitable mirar atrás y recordar aquella noche con el goteo, los monitores, la anestesia, las grapas en la tripa....y ¡¡mini Querubín!!.
Una amiga según le vio bajó al Casco Viejo y compró un pijamita para niños prematuros al ver que a Querubín los pijamas del hospital le venían un pelín grandes (vamos que entraban tres como él). Recuerdo el miedo a que no creciese bien y aquellos escasos 2 kilos al nacer le convirtiesen en un niño enclenque y esmirriado, propenso a innumerables enfermedades que yo podía imaginar (mis hormonas estaban muy alteradas en aquellos días).
Ahora, 14 años y 68 kilos después, mi Querubín es un adolescente sano y lucido, grande como un armario de dos puertas y con un 45 de píe. En este momento el único que ve enfermedades es él. Por poner un ejemplo:
El sábado Querubincito había dejado tiradas por la sala sus playeras (que ya comienzan a ocupar su espacio con un 41) y le obligue (madre petarda que soy) a levantar el culo del sofá y recogerlas. En el mismo momento en que se levantó, su querido hermano se lanzó al sofá para tumbarse y quitarle el sitio. Quiso el destino que su mala obra fuese castigada y se dio un golpe en el labio contra el brazo del sofá. ¡¡Sangró!!.Si apretabas un pañuelo contra su labio, el pañuelo se manchaba ligeramente de sangre. Menos mal que estábamos en el pueblo y allí no tenemos vecindario próximo. Querubín gritó y gritó. Le echo la culpa a su hermano y luego grito más. A la mañana siguiente lo primero que hizo al levantarse fue mirarse el labio y venir a decirme que le había salido una postilla...¡¡¡Angelito!!!.
Ayer al venir del pueblo en el coche, mi cuñada estaba entre Querubín y Querubincito en los asientos de atrás. Mi ángel cada dos minutos decía: ¡¡Mañana es mi cumple!! y luego para entretenerse nos dijo que nos iba a recitar el abecedario a base de eructos (incluso nos aclaró que podía en sólo eructo decir hasta tres letras). Su tía ante la amenaza sutil de Querubín y por miedo a acabar el viaje de mala manera, le dijo: "las hijas de una amiga mía en lugar de eso cantan a dos voces el abecedario"(aclaremos que las susodichas criaturas estudian solfeo desde pequeñas y están especialmente bien dotadas para la música, los míos no).
Mis dos ángeles han sido siempre muy competitivos y el resto del viaje lo hicieron cantando a dos voces el alfabeto.¡¡¡Había que oírles!!! Querubín desafinaba abcde y Querubincito le seguía abcde Mi querida cuñada se arrepintió (y supongo que continuará arrepentida) de su comentario. Yo por otra parte estoy por hacer una prueba con Querubín y si es cierto lo del abecedario igual le hago entrenar y le presento a algún concurso (que nunca se sabe como se puede uno hacer famoso).
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