Mi querubín es hipocondriaco. Podrían ustedes pensar en que este problema es derivado del momento "peloenlasaxilas", pues no. Mi ángel es hipocondriaco desde pequeño.
Cuando era muy chiquitin y tosia, preguntaba: "¿si toses te puedes morir?", si le salía un grano preguntaba:"¿si te sale un grano te puedes morir?2, si se hacia una herida la pregunta era:" ¿si te haces una herida te puedes morir?". Había también otra versión en la que preguntaba si era grave: "¿es grave la varicela?", "¿un resfriado es grave?".
Un día la pediatra le preguntó sobre una de sus (afortunadamente) escasas enfermedades infantiles y al ver que mi ángel comenzaba a explayarse y a exagerar, interrumpí y le dije: "tenga Usted en cuenta que mi niño es un poco hipocondriaco". La pediatra me miró, miró al niño con sus cinco o seis añitos y no contestó, pero sé (lo sé con absoluta certeza) que pensó: "o esta madre es imbecil o no tiene ni idea de lo que es ser hipocondriaco". Preferí callar.
Es fácil que no me crean tampoco quienes me están leyendo. Creo que un par de episodios en la vida de mi ángel les harán confiar en mi palabra.
Una vez estabamos en la terraza de la septima planta de un hotel. Estabamos comiendo y al llegar el postre sacamos melón. Mi serafín que entonces tendría unos siete añitos cogió un cuchillo de punta redondeada -de esos que no cortan ni el pan- y procedió a partir en trozos una rodaja de melón. El cuchillo alcanzó su entonces tierno y regordete dedito (mi memoria no alcanza a recordar si de allí salió una gota de sangre o no) y mi ángel empezó a gritar. La terraza daba a la piscina del hotel y puedo asegurar que las personas que disfrutaban de su baño miraron a nuestra terraza para saber de donde surgían tamaños gritos.
Con esta anecdota tal vez piensen:"bueno, exagerado si, pero ¿hipocondriaco?.
Hace un par de meses mi ángel fue dos veces seguidas al baño y notó que el fruto de sus esfuerzos no tenía la consistencia de otros días. La segunda vez salió del servicio y me dijo: "ama, tengo descomposición". Yo le calme, le dije que sólo había ido un par de veces e intenté tranquilizarle, pero mi querubín es persistente como la sequia y al cabo de un rato vino donde mi blanco como un fantasma y con la lagrima a punto. "He mirado en medicina.com y pone que la diarrea puede matar", me dijo. Ahora me creen, verdad?.
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