jueves, 29 de diciembre de 2011

Querubín y los idiomas

Mi querido niño y yo nos fuimos de compras el otro día. Yo, madre abnegada, decidí no enfadarme con él en toda la tarde (mi ulcera me apoyo en esta ardua tarea) y él , adolescente en funciones, creo que decidió pedirme todo lo que había en las tiendas.

Les voy a poner en antecedentes: Querubín y yo, centro comercial en el centro de Bilbao (permitanme la redundancia), vacaciones de navidad. Estuvimos visitando esas tiendas tan monas y agradables con música discotequera y ropa que yo, por tamaño, no me podría poner ni como pañuelo. Al final, mi ángel se decidió por unos vaqueros (iguales a los anteriores 500 que habíamos visto) que le quedaban lo suficientemente grandes como para llevarlos a la altura de la cadera y enseñar el calzoncillo. Con esta compra dimos por terminado el periplo de gastos y nos dirigimos a la zona de cafeterías.

De repente... mi niño comienza a abrazarme y decirme lo guapa que soy. ¿Un ataque de amor filial?, se preguntarán Ustedes. "No", les contestaré yo, simplemente pasábamos cerca de una heladería y él quería un helado.

Como ya les he dicho antes, había salido de casa dispuesta a complacer a mi Querubín y por lo tanto nos dispusimos a comprar un helado. En la heladería estaba una mujer extranjera que en ingles le pedía a la heladera dos helados (de chocolate y de vainilla, por si tienen curiosidad por los gustos de las mujeres extranjeras de habla inglesa en cuestión de helados). Cuando la señora en cuestión pagó y la heladera le dio gentilmente las gracias ("thank you", fue concretamente lo que dijo), le tocaba el turno a mi niño de pedir su helado (por supuesto el más grande de toda la heladería, que mi Querubín es de Bilbao).

Querubín, señalando la foto de un gigantesco helado: "I want one of this"
La heladera: "¿Cream?"
Yo: ¡¡¡Querubín, tú en castellano!!
Mi ángel, mirando a la heladera y respondiéndome a mi: ¡¡No, ella sabe ingles y yo también, así que practico!!.
La señora extranjera que seguía guardando los cambios no dijo nada pero puso cara de estar pensando: "¿Se estarán riendo de mi?".

Luego, ya en privado, mi niño me dijo que esa frase le salia muy bien cuando estaba en Inglaterra y que tenía que practicarla. Claro que si, hijo mio, amortiza el viaje que a frase por año algún día dominaras la lengua de Shakespeare.

3 comentarios:

  1. Je, Je que bueno... Volveré por aquí.

    Un abrazo,

    Rato Raro

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  2. Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!

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  3. soymadredeadolescente9 de enero de 2012, 10:06

    Gracias, espero seguir inspirada en este 2012 (seguro que mi Querubín me da motivos).

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