martes, 22 de octubre de 2013

Querubín

A pesar de mi promesa de no escribir sobre Querubín, me veo en la obligación de comentar alguna cosita para que las benditas madres de adolescentes que me leéis sigáis teniendo información precisa de la evolución de esta especie.
 
La verdad es que Querubín está de los más aburrido últimamente. Su estado natural es tumbado o comiendo, incluso tumbado y comiendo.
 
Su único problema actualmente es la filosofía. No entiende porqué tiene que estudiar lo que otra gente pensó. Según Querubín él también puede pensar y no tienen que darle ideas desfasadas y de hace un montón de tiempo. Ayer mismo me lo encontré despotricando sobre las cavernas y me llevó un rato descubrir que hablaba de Platón.
 
Querubín es más de ciencias. Está disfrutando del laboratorio de química como un loco y no voy a negar que aunque le entiendo (aún siendo de letras, he de reconocer, que tiene mucha mejor pinta preparar una aspirina con acido sulfúrico que aprenderte el método empírico - racional) tiemblo un poco cuando me imagino a mi niño entre productos de riesgo y con un mechero en la mano. Entiéndanme, no es que no confié en él, es que no confió en absoluto y además no creo que la profesora (por muy competente que sea) este capacitada para conseguir que mi Querubín mantenga un mínimo orden necesario para que el laboratorio no vuele por los aires.
 
Por lo demás evoluciona favorablemente, en este momento con echarle de comer en cantidad abundante, no molestarle mucho cuando tiene la música puesta y recordarle unas cien veces al día que tiene que estudiar más...como si no estuviese en casa.

Oficios variados

Como ya os he comentado en alguna otra ocasión, Querubín quería ser médico hasta el momento en que supo que era una carrera en la que había que estudiar mucho, después de conocer aquella frustrante realidad, y habiendo madurado un poquito (sin pasarnos, ehh...), ahora quiere ser químico. Así, sin más rodeos ni vacilaciones. Querubín siempre ha sido muy simple.

Pero Querubincito, Querubincito, no ha tenido profesiones favoritas ni nada. Lo primero y más duradero fue que quería ser cura, pero no un cura de pueblo cualquiera, ah no. Mi niño quería ser Papa. Estuvo una larga temporada convencido de su vocación hasta que murió Juan Pablo II y mi niño, con su nariz pegada a la televisión, nos dijo: "ya no quiero ser Papa que también se mueren" (creo que mi Querubincito no había captado bien la diferencia entre ser Papa y ser Dios). A partir de ese momento nos dijo que prefería ser cardenal (ni comparar lo vistoso de los trajes).
 
Lo peor de todo es que él no es un niño de medias tintas y cuando llegaron las navidades les pidió a los Reyes Magos...¡Un sagrario!. Claro, nos puso en un aprieto ya que era complicado ir a las jugueterías y decir: "Oiga, perdone, quería un sagrario sencillito" y que la dependienta te conteste " ¿lo quería Usted forrado en pan de oro o algo más barroco con pedrería". Al final todo se soluciono y su querido abuelo agarró una caja de vino e hizo un sagrario de lo más apañadito, con cerradura y todo.

Tras unos años de vocación cardenalicia, mi pequeño decidió ser profesor, pero no maestro de pueblo, no. Querubincito nos dijo que quería ser catedrático de mitología griega en una Universidad de prestigio (él hablaba de Oxford o Cambridge). A partir de ese momento comenzó a pedir libros de mitología (y aunque no lo puedan Ustedes creer...¡Hay muchos libros de mitología para niños!) y actualmente es un experto en divinidades clásicas.

Su otra gran vocación ha sido el derecho, mi ángel quiere estudiar leyes, pero no abogado de pueblo, no. Quiere ser, al menos, juez (yo creo desde hace tiempo que mi criatura lo que quiere en realidad es llegar ropajes elegantes). En este momento tiene junto al sagrario un libro de derecho de la publicidad (es lo que había por casa de mis años en la universidad) y un pin de derecho que se ha comprado este verano en la Universidad de Salamanca (que por cierto, le ha parecido que tiene suficiente prestigio -de lo cual nos alegramos por que pilla más cerca que Oxford-).
 
El otro día en el ascensor nos dijo que ser redactor jefe tampoco estaría mal. ¡¡A ver si va a ser lo de mandar lo que le gusta y no los uniformes!!.

lunes, 7 de octubre de 2013

Querubincito y su orden

Todas aquellas personas que en algún momento habéis leído este blog sois conscientes de que el orden y Querubín son dos palabras que nunca han estado juntas en una misma frase al mismo tiempo (y menos aún en una misma habitación). Su hermano no se puede describir como un pre-adolescente ordenado, pero tiene su propio concepto del orden (que difiere mucho, mucho, mucho del mío).
 
Querubincito es un niño del que en ocasiones hemos dudado, mi media naranja y yo, si tendrá el síndrome de Diógenes para niños. Lo recoge todo, todo, todo, y luego lo guarda todo en todas las cajas que también ha ido recogiendo. Por ejemplo, llega a casa un teléfono inalámbrico nuevo, sacamos el teléfono de su caja y lo colocamos, Querubincito se dedica a observar el proceso mientras deambula alrededor nuestro y al cabo de un rato ... la caja ha desaparecido. Pasan unos días y en el cuarto de nuestro hijo pequeño aparece una caja forrada con trozos de papel, abundante celo y algunas pegatinas que, sospechosamente, tiene el mismo tamaño que la desaparecida caja del teléfono inalámbrico. Si osas abrir la caja, puedes encontrar: botones variados, trozos de tizas de colores, clips ( y en algún lugar de su cuarto habrá una pequeña cajita que antes contenía clips y ahora sirve para guardar una bonita colección de anillas) o pegatinas.
 
Sus cajones dan mucho miedo, a veces creo que tienen que tener vida propia y por las noches estoy segura que salen de allí todos los juguetes, papeles y material diverso y recorren la casa como en Toy Story. También tiene cosas guardadas bajo el colchón, en el armario, y en más cajas dentro de los cajones y debajo de su mesa.
 
La verdad es que a veces viene bien tener a Querubincito en casa, si un día necesitas una arandela metálica de 2 mm. pintada de  blanco, todo es cuestión de pedírsela a él, abrirá un cajón, sacará una caja y te la dará.