jueves, 29 de diciembre de 2011

Querubín y los idiomas

Mi querido niño y yo nos fuimos de compras el otro día. Yo, madre abnegada, decidí no enfadarme con él en toda la tarde (mi ulcera me apoyo en esta ardua tarea) y él , adolescente en funciones, creo que decidió pedirme todo lo que había en las tiendas.

Les voy a poner en antecedentes: Querubín y yo, centro comercial en el centro de Bilbao (permitanme la redundancia), vacaciones de navidad. Estuvimos visitando esas tiendas tan monas y agradables con música discotequera y ropa que yo, por tamaño, no me podría poner ni como pañuelo. Al final, mi ángel se decidió por unos vaqueros (iguales a los anteriores 500 que habíamos visto) que le quedaban lo suficientemente grandes como para llevarlos a la altura de la cadera y enseñar el calzoncillo. Con esta compra dimos por terminado el periplo de gastos y nos dirigimos a la zona de cafeterías.

De repente... mi niño comienza a abrazarme y decirme lo guapa que soy. ¿Un ataque de amor filial?, se preguntarán Ustedes. "No", les contestaré yo, simplemente pasábamos cerca de una heladería y él quería un helado.

Como ya les he dicho antes, había salido de casa dispuesta a complacer a mi Querubín y por lo tanto nos dispusimos a comprar un helado. En la heladería estaba una mujer extranjera que en ingles le pedía a la heladera dos helados (de chocolate y de vainilla, por si tienen curiosidad por los gustos de las mujeres extranjeras de habla inglesa en cuestión de helados). Cuando la señora en cuestión pagó y la heladera le dio gentilmente las gracias ("thank you", fue concretamente lo que dijo), le tocaba el turno a mi niño de pedir su helado (por supuesto el más grande de toda la heladería, que mi Querubín es de Bilbao).

Querubín, señalando la foto de un gigantesco helado: "I want one of this"
La heladera: "¿Cream?"
Yo: ¡¡¡Querubín, tú en castellano!!
Mi ángel, mirando a la heladera y respondiéndome a mi: ¡¡No, ella sabe ingles y yo también, así que practico!!.
La señora extranjera que seguía guardando los cambios no dijo nada pero puso cara de estar pensando: "¿Se estarán riendo de mi?".

Luego, ya en privado, mi niño me dijo que esa frase le salia muy bien cuando estaba en Inglaterra y que tenía que practicarla. Claro que si, hijo mio, amortiza el viaje que a frase por año algún día dominaras la lengua de Shakespeare.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Querubin y los Reyes Magos

Querubín siempre ha tenido una relación muy especial con los Reyes Magos (el es como muy de conservar las tradiciones) y sin embargo lloraba como un descosido en el momento en el que se le acercaba un Santa Claus (de los de los centros comerciales, que la verdad, son para llorar con esas falsas barbas y esos cojines en la barriga).

Nosotros, sus queridos padres, nos encontramos con el problema de que Querubín llegaba a los diez añitos y aún no daba muestra alguna de saber nada sobre la verdadera procedencia de los regalos del 6 de enero y aunque creíamos que debía enterarse antes de llegar al bachillerato, nos daba pena romper esa bonita ilusión.

Un día, Querubín y un amigo suyo estaban bajando las escaleras de un centro comercial y detrás de ellos estábamos la madre del amigo y yo. Querubín se dio la vuelta y dijo: ¿Es verdad que los Reyes Magos no existen?. La otra madre y yo nos miramos y decidimos dejar para casa aquella conversación.

Al llegar a casa, llevé a Querubín a su cuarto y lejos de los aún tiernos oídos de su hermano retomé la conversación.

Yo: "Mira cariño, antes me has preguntado si los Reyes existen. Bueno, pues no, los Reyes Magos le llevaron a Jesús regalos y nosotros, los padres y las madres seguimos esa tradición y dejamos regalos a nuestros hijos"

Querubín: "No, no te preocupes, que yo si me creo lo de los Reyes"

Yo: "Que no cariño, que no existen"

Querubín: "Amatxuuuu, que les he visto cuando van al coleeee"

Yo (Sacando fotos del álbum familiar): "¡Que no, que Melchor es tu tío disfrazado!! ¿no le reconoces?

Querubín (un poco nervioso): "¿y Baltasar, ¡¡Que Baltasar es negro!!"

Yo (también un poco nerviosa): "Chico, pues un amigo de una profesora que es del Congo".

Querubín: "Vale (en un tono bastante seco)"

Yo: "Por cierto cariño, ahora tienes que callarte y no decirle nada a tu hermano, ehhh¡¡ Tienes que hacer como cuando te dije lo del Ratoncito Perez que nunca has dicho nada".

Querubín (comenzando a llorar a lágrima viva): De, de, de eso ya no me acordaba¡¡¡¡¡

Un rato de abrazos después me miró y preguntó: "El Olentzero si existe, ¿verdad?"

Yo: "Si cariño, si, ala duerme (al fin y al cabo que más da que lo sepa en bachiller que en la Universidad, pensé).

Sinceramente nunca he vuelto a tocar este tema con él, parece por sus comentarios que alguien le quitó la ilusión del Olentzero, pero no fui yo. Tampoco le he hablado aún de la cigüeña ni del hombre del coco, ¡¡¡no me atrevo!!!.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Cumpleaños

Ayer me acusaban algunos de los fieles seguidores de este blog de tenerlo abandonado. Es cierto, ultimamente no he tenido tiempo para nada (fijense Ustedes que ha habido días en que he estado respirando una vez si y otra no para ganar tiempo), pero aquí estoy de nuevo a contarles las ultimas andanzas de mi pequeño.

Hace unos días fue mi cumpleaños. Querubincito llevaba unos cuantos días encerrandose en su cuarto a preparar algo que regalarme ( son ocasiones en las que el terror me paraliza ya que mi pequeñin con tijeras y pegamento tiene exactamente la misma proporción de buena voluntad que de poca habilidad), con lo cual yo sabia que iba a tener una sorpresa.

Querubín, sin embargo, no había dado muestras de estar interesado en ofrecerme detalle alguno por mi efemerides...pero nunca se pierde la esperanza.

Llegó el gran día, me levanté de la cama y fui a despertar a Querubín. Me gruñó como hace todas las mañanas y como yo tampoco soy de grandes efusividades a esas horas, me fui a desayunar. Media hora más tarde desperté a su hermano que según abrió el ojillo me dijo: "Felicidades amatxu" y se levantó para darme una postal y un llavero que me había hecho (estas son las pequeñas cosas por las que Querubín desprecia a su hermano y le considera un asqueroso pelota).

Querubín, desde la cocina, alcanzó a oir a su hermano y vino rapidamente donde mi con uno de sus tebeos de Mortadelo en la mano.

-"Toma Amatxu, felicidades. YO TAMBIÉN ME HE ACORDADO", me dijo Querubín mientras miraba con cara de desprecio a Querubincito.
-"Cariño, este es uno de tus tebeos", le respondí yo mientras intentaba sofocar un ataque de risa.
-"Si, confesó, pero no te preocupes, es de los que me has comprado tú"

Mi ulcera y yo nos quedamos mucho más tranquilas al saber que no había despilfarrado el patrimonio familiar en un absurdo regalo para su madre.  Así es Querubín, austero y ahorrador.

martes, 29 de noviembre de 2011

VISITAS

Ayer tuvimos visitas en casa, un compañero de trabajo salvadoreño vino a cenar con dos amigas, una de ellas cubana y la otra ecuatoriana (están los tres haciendo un master aquí).

La cena transcurría con total normalidad explicándonos y contándonos mutuamente las diversas y exquisitas diferencias gastronómicas entre los cuatro países (por cierto, descubrí que el arroz a la cubana no es típico en Cuba) cuando mi querido Querubín decidió intervenir:
- Querubín mirando fijamente a la chica cubana: "Si eres de Cuba, ¿te han dejado salir de allí?"
- El resto de los presentes entre risas nerviosas y queriendo quitar peso a la pregunta: "No ves que está aquí, je,je,je"
- Querubín -que nunca se da por vencido-: "Pues mi profesora de geografía me ha dicho que en Cuba hay una dictadura y que no les dejan salir de allí".
- Yo: "¿Habéis probado alguna vez las anchoas en aceite?"
- Mi compañero de trabajo entre risitas nerviosas: "Ya ves, pues ha salido".
- Querubín pensando que no nos enterábamos de nada: "¡¡Ha podido venir escondida en un barco!!".
- Yo: " Y la tortilla, ¿que os parece la tortilla de patatas?
Aquí intervino la chica cubana y le dio a Querubín una explicación sobre los bloqueos que pareció convencerle. Entre eso y que yo le metí en la boca un pastel de arroz, se cayó un rato y seguimos hablando de lo que se parecen las calles de La Habana al Casco Viejo bilbaíno.
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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Otra de Querubín con la comida

Estaba mi criaturita comiendo absolutamente concentrado en el plato que tenía delante (y que eran unas alitas de pollo guisadas). Allí estaba dedicando todas sus dotes de futuro superdotado en sacar la carne y chupar los huesillos sin preocuparse de lo que se estuviese manchando (esto por un lado me da un poco de asquito y por otro una sana envidia).

De repente alzó la cabeza del plato y mi ulcera se alarmó (cuando Querubín deja de comer de golpe es bueno prepararse para lo peor). En estos momentos es cuando mi niño pregunta algo grandioso o afirma algo rotundo ( o se levanta para ir al water, que no necesita tomar activia). Esta vez tocaba una bonita reflexión que me apetece compartir con Ustedes por si nunca se les había ocurrido:

- Querubín, mirándome a los ojos: ¡¡Que pena que los pollos no vuelen largas distancias!!
- Yo (extrañada de semejantes pensamientos con los dedos embadurnados de salsa): ¿Por qué, cariño?
- Querubín mirándome extrañada como pensando "mi madre nunca se entera de nada, como se nota que no es superdotada": Pues porque si volasen tendrían alas más grandes y habría más carne para comer.

Mi ulcera y yo estuvimos de acuerdo, no sabemos si grandioso, pero el pensamiento de Querubín esta vez estaba cargado de lógica.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LAS TIENDAS FAVORITAS DE QUERUBÍN

Les voy a proponer una pregunta, ¿cual piensan Ustedes que es la tienda favorita de Querubín? Les voy a dejar un tiempo para pensar aunque no sé por qué, no creo que acierten.

Lo lógico es pensar en un comercio de vídeo-juegos o consolas, verdad?. Pues no, mi niño con lo que realmente babea desde pequeñin, esos escaparates que hacen que pegue la naricilla al cristal y que sus papilas gustativas comiencen a segregar saliva son......las carnicerías (y charcuterías).

La verdad es que nunca les he contado que Querubín tiene un don. El ve una vaca pastando en el campo, con su cencerro, sus manchitas, su herbecita alrededor y realmente lo que su cerebro procesa es un gran plato de carne frita con sus abundantes patatitas. Si ve un cordero piensa en menestra, si ve un pollo lo visualiza asadito y con pimientos verdes fritos. Él es así.

Para mi es difícil de creer (a pesar de ser desde niña ávida lectora de Asterix y Obelix y saber que este último también tenía ese don - otros personajes ilustres como Carpanta también lo poseían-) semejante despliegue de alabanzas ante un trozo de carne sanguinolienta colocada en la vitrina de una carnicería. Yo, que sería vegetariana sin problemas en caso de no existir el jamón ibérico, reconozco que soy más de pastelerías. Hay si que me pierdo, sin embargo, Querubín y su querido padre pasan delante de la carnicería del barrio y viendo un chuletón se miran el uno al otro tragando saliva y diciendo:

Querubín emocionado: "fíjate, ¡¡Que chuletón!!
Su padre secándose las lágrimas, emocionado: "Te imaginas lo bueno que tiene que estar"
Querubín contando monedas de sus bolsillos: "¿entramos?"

En ese momento es cuando mi ulcera y la hipertensión de mi media naranja les agarran del brazo hasta alejarles de ese antro de perdición y colocarles delante de la frutería donde calman su ansia a base de naranjas y manzanas.

Ayer a la tarde cogí el carro de la compra decidida a abastecer a mi querida familia de todo lo necesario para su alimentación.Querubín en un despliegue de besos y abrazos sin fin me acompañaba por la casa diciendome:"por favor, por favor, traeme esa paletita tan rica", de otra habitación salía una voz que decía: "y un poco de queso fresco". Mi niño me acompañó hasta el ascensor entre mimos y promesas de unos San Jacobos de carne, queso y jamón. Una locura lo que me quiere mi Querubín.

martes, 15 de noviembre de 2011

Gimnasia

En estos días previos a los excesos navideños y posteriores a los excesos veraniegos, he decidido ponerme por quingentésima vez a dieta (yo no llevo la cuenta pero mi ulcera si). El otro día leí que los kilos cuesta más bajarlos a partir de los cuarenta y debe ser cierto por que en las últimas 5 dietas me ha costado más bajar y menos recuperarlos, así que he decidido romper con mi faceta de vaga (construida durante muchos años y mantenida contra viento y marea) y hacer deporte.

Apuntarme a un gimnasio era una opción, pero tengan Ustedes en cuenta que como mujer trabajadora por cuenta ajena y madre de Querubín y Querubincito a tiempo completo, lo único que haría es aumentar las estadísticas de la gente que se matricula en un gimnasio y luego no va (y a mi lo de ser el 0,03% de algo no me gusta), así que decidí comprarme el wii sport resort active fit (o algo así) y además el wii yoga (para mi ulcera) y ponerme a ello.

El estreno fue el domingo y causo gran expectación. Mi media naranja no vino a verme porque los capítulos de Navy investigación criminal le tenían abducido frente al ordenador, pero mis querubines se tumbaron en la cama a ver como movía el esqueleto.

La wii es como una especie de bascula con voz y mala leche. Te manda elegir una muñequita monisima y delgadisima a la que le pone tu nombre y luego te pesa. Según va leyendo tu peso e Índice de Masa Corporal va engordando a la muñeca hasta que te ves reflejada en un personaje rechoncho y entonces te dice con voz gutural: "te aconsejo que tu meta sea adelgazar". No te fastidia, si mi meta no fuera adelgazar aquí iba a estar aguantandote, le contesto un pelín molesta. Mis angelitos se ríen desde la cama.

Comienzo con el hula hop que me recuerda a mi niñez. Mover la cadera no tiene problemas, pero coger los aros que te lanzan (todo muy virtual, eso si), tiene su aqué y acabas sobre la tabla de la wii con un píe levantado, girando la cadera e inclinada hacia la izquierda. A mis querubines se les caen las lágrimas.

Seguido y tras oír a la maquina decirme que soy una principiante y que tengo que mover más la cadera, decido ir a correr un rato. Al menos no me lanzarán cosas, pienso. La wii me pide que siga a la muñeca-monitora y que no la adelante, pero mis hijos me ruegan una y otra vez que la adelante a ver que pasa. Me niego. Insisten. Les digo que no entre jadeos. Me lo suplican. Accedo y adelanto la monitora, la wii se enfada y me dice que ahora siga a un perro. Agacho la cabeza y sigo corriendo. Querubín me dice que he corrido muy despacio. Le miro mal.

Ya sudando pero con la adrenalina a tope decido seguir con el kunfu rítmico. Tengo que hacer lo mismo que unos muñecos vestidos de karatekas con grandes bigotes. Si me equivoco en los movimientos me tiran un jarrón a la cabeza (bueno a mi muñeca, pero ya estoy muy identificada con ella). Mis criaturas me gritan: "hazlo mal, porfi, hazlo mal". Mi ulcera se está enfadando con ellos y tiene ganas de tirarles los mandos a la cabeza, la contengo mientras intento seguir el ritmo. Me equivoco, me cae el jarrón y mis niños se ríen (los vecinos de los barrios cercanos también les oyeron reírse).

Decido dejar de hacer ejercicio hasta llamar al cerrajero y poner candado de seguridad en la puerta de mi habitación. Querubín se queja: "Jo, ahora que iba a coger la cámara y grabarte para poner en You Tube a la mama bailona" . Le miré, sonreí y pensé: Ríe, ríe pero por ahora el que sale en internet eres tú, Querubín.

jueves, 10 de noviembre de 2011

EL TERCER HIJO

 
He descubierto que tengo un tercer hijo. Llevaba tiempo sospechándolo, pero en estos últimos meses lo he confirmado y estoy segura de ello.

Se extrañarán Ustedes y se preguntarán ¿como es posible?. Bueno, yo creo que se trató en su momento de un extraño embarazo que finalizó con un parto indoloro y del que nació un hijo invisible (sospecho por su comportamiento que su sexo es masculino -sobre todo por comparación con sus dos hermanos-)

Mis sospechas comenzaron hace mucho tiempo. Yo preguntaba: "¿Quién ha dejado sin dar la bomba del water?". Se hacia un silencio. Yo repetia:" ¿Quién ha dejado sin dar la bomba del water?". Se oía la voz de Querubín: "Yo no", segundos despues Querubincito decía "Yo tampoco".

La primera vez lo deje pasar, pero con los años han ido viniendo muchas situaciones parecidas. Mi pregunta variaba:

¿"Quién ha dejado la luz dada?, ¿Quién ha acabado el rollo de papel de water?, ¿Quién ha dejado las toallas tiradas despúes de ducharse? ¿Quién ha acabado el chocolate? ¿y los yogures? ¿y los caramelos?, etc...

Las respuestas siempre eran las mismas por parte de Querubín y su hermano: "Yo no".

Comencé a pensar posibilidades. Una de ellas era que fuese mi media naranja, pero no, ella nunca usa el baño pequeño y su tensión le hace moderarse mucho con el chocolate. Otra era que fuese yo y luego sufriese súbitos ataques de perdida de memoria, pero me lo hice mirar y no tengo, por ahora, problemas de demencia -aunque los tendré por culpa del tercer hijo, estoy segura-. La tercera era la que definitivamente he llegado a considerar real...tengo un tercer hijo (a mi ulcera nunca la consideré culpable por no tener necesidades fisiologicas).

Este hijo, al que no pienso poner nombre, ha demostrado varias cosas:

- Es invisible
- Caga varias veces al día y no sabe tirar de la cadena (eso o quiere que veamos la textura y el olor para hacerse presente).
- Es extremadamente desordenado y torpe (todo lo que se rompe en casa es por su culpa).
- Sólo se alimenta a base de caramelos, yogures, galletas y chocolate. Jamás prueba las acelgas.

Cuando veo las cosas que hace, vuelvo a mi niñez y recuerdo aquellos bonitos cuentos en los que unos alegres duendecillos trabajaban por la noche para que el buen carpintero, zapatero o sastre tuviera la labor encargada a tiempo. Yo miro a mi alrededor y reconozco que no entiendo porqué a mi (que no seré tan buena como el sastre de cuento, pero tengo mis cositas) en lugar de alguien que se dedique a  planchar, lavar y limpiar la casa, me ha tocado un tercer hijo que es un autentico capullo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Esta vez si que vuelve Querubín

Querubín el otro día nos dijo que ya sabia lo que va a ser de mayor. Su querido padre y yo nos miramos y luego le miramos expectantes. Entonces él nos saco de esa inmensa inquietud por saber el futuro de nuestro hijo, diciendonos: "me esta pareciendo que yo de mayor lo que voy a ser es super-dotado". Nos pareció que a pesar de estas dotes que el intuye, no entendía nuestras carcajadas (incluso llego a enfadarse por que mi ulcera se reía muy alto).

Bueno, este proyecto de super dotado que tenemos en casa, el viernes se cayó en el entrenamiento de baloncesto (mientras bajaba una escalera con otro del equipo a la espalda, que ya tiene narices el sucedido) y se hizo daño en la mano. Teníamos un cumpleaños y de camino recibí un mensaje de mi media naranja que decía: "Querubín se ha hecho daño en la mano, ¿le llevo a urgencias?" (este tipo de mensajes os sonará a la mayoría de las mujeres que leéis este blog, ya que seguramente es parecido a los que soléis recibir. Los hombres, sin embargo, recibís mensajes de este tipo: "Querubín se ha caído en el entrenamiento, estoy en urgencias esperando a que le hagan un placa". Un poco más eficaces que somos las del cromosoma xx). Cogí el teléfono y les dije que en un momentito llegaba y lo hablábamos.

Allí, en el lugar donde se celebraba el cumpleaños, pude ver la mano (realmente muy hinchada) de mi niño y le dije: "nos vamos a urgencias". Él, supongo que dolorido, me contestó mirándome con ojos de cordero degollado:"Vale, pero primero....merendamos".

Tras merendar nos fuimos al hospital y de camino me dijo: "bueno, también me duele bastante el tobillo". Mi ulcera me preguntaba al oído (que es muy discreta):¿pero Querubín no ha estado jugando al fútbol antes de merendar?. Si, le contesté yo, pero callate que es muy sensible.

Allí nos fuimos y tras una caladura enorme y una hora de espera tuvimos el diagnostico: Esguince en el pie izquierdo y artrosis traumática en los metacarpios 4º y 5º. Querubín salió de allí con un pie vendado y una mano inmovilizada con una escayola que tiene que llevar 8 días y hacer reposo. Al traumatologo no le dije nada del fútbol de mi niño ni de la merienda, no sé porque no me pareció del todo bien (yo como mi ulcera también soy muy discreta).

Los amigos de Querubín

Pensaran Ustedes, y en ocasiones les doy la razón, que a Querubín es difícil superarle. Se equivocan al pensarlo ya que ayer a la noche recibí una llamada de una amiga que me dejo claro que todo es mejorable, incluso mi Querubín.

Esta amiga, a la que quiero mucho, tiene un hijo un año menor que el mío. Ambos estudian en el mismo colegio y les diré, por darles más datos, que es la profesora particular que hemos elegido (ya que su fama de buena pedagoga la precedía) para ayudar a Querubín con las mates (que como habrán leído en la entrada anterior, no son su asignatura favorita). Con estos antecedentes creo que comprenderan mejor la historia que es digna de un lugar destacado en este blog.

Esta amiga, llamemosla X, y su hijo, llamemosle Serafín por aquello de continuar con la corte celestial de adolescentes, estaban pasando un bonito fin de semana sin deberes (al menos esto le había dicho este Serafín a su madre) y sin preocupaciones, cuando recibieron la llamada de la madre de otro ángel de su clase.

X: ¡Hola!
La madre del otro ángel amigo del Serafín de X: ¡¡Estoy desesperada!!. Ahora va este y me trae un suspenso en mate...
X: ¿Que nota de mate? ¿les han dado la nota de mate?
La madre del otro ángel amigo del Serafín de X:  Si, y sólo han aprobado tres...
X: Te tengo que dejar que tengo la vista cansada y se tiene que sentar un rato.

Mi amiga X colgó el teléfono mientras gritaba:¡¡¡¡¡¡Ven aquí mi Serafín!!! y su Serafín apareció.

X: ¿Te han dado la nota de mate?
Serafín: Si
X: ¿Y por que no me la has dicho?
Serafín: Quería darte una sorpresa.
X (aquí luego me confesaba que lo peor es que por un momento se imaginó a su querido hijo enseñándole una matricula de honor, por lo menos y esperando al momento adecuado para enseñarla y que más ilusión le hiciera a su madre): ¿Yque nota has sacado?
Serafín: Un 3,5.
X (cuya vista cansada ya no podía más): ------------------------------------(sin palabras).

Mi amiga intentó explicarle a Serafín que cuando alguien quiere dar una sorpresa a otra persona es por que esta tiene connotaciones positivas y no para matarla de un disgusto. Esperemos que lo haya entendido y sino siempre nos quedará el consuelo del internado (seguro que nos hacen descuento por grupo).

Del momento en el que mi amiga encontró la agenda de su Serafín y vio que no sólo tenía deberes sino también examen de lengua hoy lunes....¡¡y no había llevado el libro para estudiar!!, casi mejor no digo nada por si hay menores leyendo el blog.

lunes, 24 de octubre de 2011

QUERUBIN Y LAS MATEMATICAS


Mi tierno infante, que hasta ahora no había tenido muchos problemas con las matemáticas, le pusieron un examen al poco tiempo de empezar el curso. Querubín llegó a casa con un magnifico 2,7 (sobre 10).

Yo: ¿Te han dado la nota de mate?
Él: Si
Yo: ¿Y....?
Él: .....Un 2,8
Yo: ¡¡¡¡¡Que!!!!
Él: Es por el nuevo profe que no le he pillado el truco a sus exámenes, además hemos pencado casi toda la clase, bueno han aprobado cuatro o cinco, y ya sé en lo que me he confundido, ha sido en los signos......Ah¡¡¡ y la semana que viene va a poner una recuperación ya que hemos suspendido mucha gente.

Como se imaginaran Ustedes, me quede mucho más tranquila ya que un 2,8 compartido con mucha gente es mucho mejor que un 2.8 solitario, ¡¡donde va a parar!!.

Recurrimos a la ayuda familiar (ese tío de ciencias, inteligente y bien dispuesto que siempre debe haber en una familia) y Querubín preparó concienzudamente la recuperación. El día del examen partió contento (a mi niño va a alterarle un simple examen) y dispuesto a sacar por lo menos un 9.

Yo: ¿Qué tal el examen?
Él: ¡¡¡Muy bien!!!
Yo: Espero que apruebes.
Él: Por supuesto, además nos ha dicho el profesor que nos va a poner la nota del examen en el que la tengamos más alta......¡¡¡Ymás de un 2.8 saco seguro!!!.

Pasaron los días y a mi angelito le dieron la nota de la recuperación de mate. Yo la esperaba impaciente: ¿será un 8? ¿será un 9? ¿tal vez se haya esmerado y sea un 10?.

Yo: ¿Te han dado la nota de mate?
Él: Si...
Yo: ¿Y?
Él: Un 2,7
Yo: ¡¡¡¡Que!!! (pensando, que guasón es mi niño y que sentido del humor más refinado)
Él: Un 2,7. Pero, pero....ya sé en que me he confundido.

Mi ulcera me ha dicho que ella del 2,5 no pasa sin que la tengan que operar y yo aún estoy convaleciente en cama del colapso nervioso. Querubín dice que el tema en el que están ahora se le da mucho mejor...Les permito que hagan apuestas: ¿mi ulcera se tendrá que operar?.


* La imagen no corresponde a ningún exámen de Querubín, pero podría.

martes, 11 de octubre de 2011

SE HA ENTERADO

Probablemente se habrán preguntado en alguna ocasión: Esta madre que escribe con esta soltura en internet sobre su hijo adolescente, ¿se dará cuenta de que en alguna ocasión él puede enterarse?.

Si, es la respuesta. La posibilidad de que Querubín se enterase de mis andanzas literarias era real, pero mi ulcera siempre me había aconsejado que encontrase la manera de desahogarme y escribir es una forma tan valida como otras.

También es cierto que conozco a Querubín como si lo hubiese parido y no tenía gran miedo a su reacción. Ustedes pensaran: "seguro que se enfada", "si se entera querrá que se cierre el blog", etc, etc... Se equivocan.

Ayer a la noche fui a dar un beso a mi Querubín y a fuerza de llamarle así en mis escritos, le dije: "Buenas noches, mi Querubín". Este dio un salto en la cama y dijo: "¡¡Lo sabia, era yo!!.

Yo: "¿Qué dices?"
Querubín: "Si, en ese foro de madres en el que escribes hablas de mi".
Yo: "No te entiendo nada"
Querubín: "Cuentas mis cosas y como me porto, y dices que soy Querubín, ¡¡¡Soy yo, soy yo!!! , ¡¡¡Soy famoso!!!.
Yo: No pude decir nada por el ataque de risa.
Querubín gritándole a su hermano: "¡¡Ama habla de mi en internet y de ti no!!"
Querubincito:"¡¡Que dice!!, ¿Por qué hablas de él? ¿Y de mi?.
Yo: "¡¡Los dos a dormir, es muy tarde!!"
Querubincito: "Seguro que cuenta lo mal que te portas, ala"
Querubín:"Que no, que es un foro entre madres y se dan consejos"
Yo: "A dormir"

Silencio.......

"¡Soy famoso, soy famoso!"

A mi ya se me ha pasado, pero mi ulcera esta mañana seguía riéndose.

lunes, 10 de octubre de 2011

MODA V

Con el ajetreo que he tenido en este mes de septiembre y principios del de octubre, casi no me ha dado tiempo a contarles las novedades acontecidas en este mes de agosto.

Una de ellas fue relativa a la moda y nuestro querido Querubín nos volvió a sorprender con su rápida asimilación de las nuevas tendencias. Se preguntarán Ustedes ¿cúal será esta novedad en el vestir? ¿serán de nuevo los bañadores-slip-braga náutica? ¿se referirá a los pareos para hombre? ¿tal vez hable de los turbantes?. Pues no, se equivocan, es mucho más sencillo, se trata de estar en la piscina a 40º con la camiseta puesta todo el tiempo -excepto los breves chapuzones en los que se la quitaba-.

Una madre más experimentada, con un angelito de 20 años, me alivió al comentarme que es una moda transitoria. Aproximadamente durante dos veranos los querubines deciden taparse haga el calor que haga. La verdad, no era el único. Me reconfortaba ver a otras y otros adolescentes con sus camisetas y bañadores hasta la rodilla -ellos- y sus camisetas y pantalones cortos -ellas-. La verdad es que parecían formar parte de una secta fundamentalista tan vestiditos tomando el sol.

Lo más divertido era cuando decidían (una o dos veces al día, no más) despojarse de sus atuendos piscineros e ir al agua. Ese moreno de trabajador al aire libre, ese pecho blanquecino...todo un poema ver a Querubín.

Dirán Ustedes, sobre todo quienes no tengan hijos o hijas adolescentes, ¿no le habéis preguntado porque no se quitaba la camiseta con tanto calor y en una piscina?. Pues si, es una buena pregunta, pero les contestaré con otra ¿han probado Ustedes a preguntarle a una coliflor porque es blanca?, probablemente les dará la misma lógica respuesta que un adolescente.

viernes, 23 de septiembre de 2011

¡¡Piensa!!

El otro día, en una reunión,  salió el tema de la juventud y había quienes opinaban que los jóvenes, actualmente, no piensan. Yo me acordaba de mi Querubín y le decía a mi ulcera: "A veces preferiría que mi ángel fuese de los que no piensan". Ella me daba la razón.

Estábamos el otro día reunidos en el salón de casa Querubín, Querubincito, el padre de las criaturas, mi ulcera y yo (la tensión alta de mi querida media naranja también estaba, pero si él quiere hablar de ella, que escriba un blog) y salieron algunos temas de debate. No recuerdo muy bien como, pero empezamos a hablar sobre como nos afectan las cosas y como prepararnos para ello. Entonces Querubín tomó la palabra: "Lo que hay que hacer, afirmó con rotundidad, es pensar en lo que  nos puede pasar antes de que pase. Por ejemplo, (nos ilustró), yo me he hecho a la idea de que te vas a morir (mirándome a mi lo dijo) en un par de años, así cuando pase no me llevaré tanto disgusto". Tras una breve pausa en la que mi ulcera gritaba y se sublevaba, continuó: "Bueno, que sino pasa, mejor, eh¡¡¡". Me quede mucho más tranquila con esta última apreciación, que por un momento su frasecita me había sonado a premonición y bueno... me había asustado levemente.

La verdad es que me entró la risa (tal vez un poco histérica) y preferí cambiar de tema. Querubincito, que es muy sentido, estaba ya con la lágrima asomando (supongo que siguiendo el ejemplo de su hermano y preparándose para no sufrir en un futuro).

Me dirán Ustedes, ¿ es mejor que Querubín piense o que no lo haga?. Podemos abrir una votación en facebook.

lunes, 19 de septiembre de 2011

14 AÑOS

Hoy Querubín cumple 14 años. Es inevitable mirar atrás y recordar aquella noche con el goteo, los monitores, la anestesia, las grapas en la tripa....y ¡¡mini Querubín!!.
Una amiga según le vio bajó al Casco Viejo y compró un pijamita para niños prematuros al ver que a Querubín los pijamas del hospital le venían un pelín grandes (vamos que entraban tres como él). Recuerdo el miedo a que no creciese bien y aquellos escasos 2 kilos al nacer le convirtiesen en un niño enclenque y esmirriado, propenso a innumerables enfermedades que yo podía imaginar (mis hormonas estaban muy alteradas en aquellos días).

Ahora, 14 años y 68 kilos después, mi Querubín es un adolescente sano y lucido, grande como un armario de dos puertas y con un 45 de píe. En este momento el único que ve enfermedades es él. Por poner un ejemplo:

 El sábado Querubincito había dejado tiradas por la sala sus playeras (que ya comienzan a ocupar su espacio con un 41) y le obligue (madre petarda que soy) a levantar el culo del sofá y recogerlas. En el mismo momento en que se levantó, su querido hermano se lanzó al sofá para tumbarse y quitarle el sitio. Quiso el destino que su mala obra fuese castigada y se dio un golpe en el labio contra el brazo del sofá. ¡¡Sangró!!.Si apretabas un pañuelo contra su labio, el pañuelo se manchaba ligeramente de sangre. Menos mal que estábamos en el pueblo y allí no tenemos vecindario próximo. Querubín gritó y gritó. Le echo la culpa a su hermano y luego grito más. A la mañana siguiente lo primero que hizo al levantarse fue mirarse el labio y venir a decirme que le había salido una postilla...¡¡¡Angelito!!!.

Ayer al venir del pueblo en el coche, mi cuñada estaba entre Querubín y Querubincito en los asientos de atrás. Mi ángel cada dos minutos decía: ¡¡Mañana es mi cumple!! y luego para entretenerse nos dijo que nos iba a recitar el abecedario a base de eructos (incluso nos aclaró que podía en sólo eructo decir hasta tres letras). Su tía ante la amenaza sutil de Querubín y por miedo a acabar el viaje de mala manera, le dijo: "las hijas de una amiga mía en lugar de eso cantan a dos voces el abecedario"(aclaremos que las susodichas criaturas estudian solfeo desde pequeñas y están especialmente bien dotadas para la música, los míos no).

Mis dos ángeles han sido siempre muy competitivos y el resto del viaje lo hicieron cantando a dos voces el alfabeto.¡¡¡Había que oírles!!! Querubín desafinaba abcde y Querubincito le seguía abcde Mi querida cuñada se arrepintió (y supongo que continuará arrepentida) de su comentario. Yo por otra parte estoy por hacer una prueba con Querubín y si es cierto lo del abecedario igual le hago entrenar y le presento a algún concurso (que nunca se sabe como se puede uno hacer famoso).

miércoles, 14 de septiembre de 2011

3º ESO

Querubín ha empezado 3º de la ESO y algunos días entra a las 8 de la mañana a clase (hasta ahora siempre había entrado a las 9). Hoy era el primer día con ese horario y mi ángel (que es físicamente un clon de su padre) ha heredado, sin embargo, de mi un fantástico despertar.

Lugar: mesa de la cocina
Hora: 7:15 a.m.
Personajes: Querubín, mi ulcera y yo
Fecha: hoy

Yo (por deferencia a mi ángel, que yo no hablo por las mañanas tan pronto): "¿Hoy tienes gimnasia?"
Querubín: "¡¡Ya te dije ayer que no!!"

Gran silencio mientras bebemos la leche y nos pasamos las galletas (mi ulcera agradece el desayuno tranquilo)

Más silencio cuando acabamos. Silencio enorme mientras nos vamos cada uno a un baño.

Oigo como se lava los dientes. Va a su cuarto (creo que aún está dormido y se guia como los murciélagos por alguna señal ultrasónica), se viste y vuelve al baño. Oigo de nuevo como se lava los dientes (no piensen que es muy limpio, es que está dormido y no se acuerda de lo anterior).

Voy a su cuarto y abro la ventana mientras Querubín me mira como asombrado y reacciona al fin: "se me había olvidado abrirla", dice. Se viste y se va.

Yo, madre enternecida por el madrugón de mi criatura (a pesar de que ese madrugón es el que yo me doy todas las mañanas para ir a trabajar), miro por la ventana para asegurarme de que llega hasta la cuesta que sube al colegio. Al verle tan pausado, tan tranquilo, tan dormido aún, me entran ganas de gritarle. Me contengo y me alegro de haberme contenido al ver a dos chicas con el uniforme del cole en la cuesta (mi psicología me dice que quizás le hubiese avergonzado un poquito ver a su madre en la ventana saludándole y mandándole un beso)

Desde mi situación privilegiada (ventana de un noveno piso) veo como las dos se giran y ven subir a mi dormido adolescente. Una de ellas se para y se saca una piedrecita del zapato. A los dos segundos la otra para y se saca otra piedrecilla del zapato. Un segundo más tarde la primera para de nuevo y busca algo en la mochila. Querubín las alcanza y se acaban los problemas de ellas con las piedras.

Suena el portero automático, es el amigo de mi ángel con el que al parecer había quedado para ir juntos al colegio. "Lo siento, Querubín iba muy dormido", es lo único que acierto a responder (lo de que es un irresponsable y un desconsiderado se lo diremos esta tarde entre mi ulcera y yo al angelito). Me tengo que ir a trabajar y ya estoy agotada, van a ser terribles los miércoles por la mañana este curso.

lunes, 12 de septiembre de 2011

CHICAS

Supongo que Ustedes se preguntarán por la relación de mi Querubín con las chicas, pensarán "está en la edad de empezar a tontear" o quizás "ahora tiene que ser una hormona con patas".

Voy a resolver estos interrogantes de manera fácil y sencilla: ¿las chicas son redondas, están hechas de cuero y cosidas a mano? o bien, ¿las chicas tienen pantalla, botones, mandos y se las insertan juegos?. La respuesta es no, verdad?, entonces a mi niño no le interesan.

Querubín está pasando una etapa en la que está relativamente guapo (todo lo bien que se está con catorce años) y pasa de las adolescentes. Conclusión: las adolescentes no pasan de él. En el cole tenía a alguna que otra detrás (por supuesto no me he enterado por mi Querubín, él cuando le pregunto sobre estos temas me mira como las vacas cuando ven pasar el tren y me dice que me calle) y en el pueblo (según los comentarios de las madres de las susodichas), también.

Mi ángel no es que las desprecie, realmente es que no las ve (o si lo hace le resultan molestas cual mosca piscinera). Sólo hay una que significa algo dentro de su circulo de amistades y  es porqué está en su equipo de futbito veraniego y juega bien. Punto.

Uno de sus amigos ya mueve el flequillo a lo Justin Bieber cuando las niñas se acercan, luego pestañea y las vuelve locas...¡¡ademas baila en las verbenas!!, así que ha ligado este verano. Querubín no, por ahora es mucho más básico, no mueve el flequillo (no tiene), no pestañea (aunque podría -pero tendría que ensayar mucho-), no baila (a no ser que se este meando) y lógicamente...no ha ligado este verano.

Lo cierto es que estoy contenta, no me veía yo de consuegra a estas alturas, así que estoy pensando en potenciarle a la criatura la afición al deporte...¿cuanto costará abonarse a todos los partidos codificados?.

viernes, 9 de septiembre de 2011

VUELTA A LA NORMALIDAD

Ya pasó el verano y con el las largas y deseadas jornadas de sol y piscina. Las vacaciones te dan más tiempo para descansar, para aburrirte de no hacer nada y para disfrutar de la siempre agradable compañía de los tuyos...incluidos los maravillosos adolescentes.

Como tengo muchas y bonitas historias de adolescentes y, sobre todo, de querubines, iré poco a poco recobrando el ímpetu escritor (todas de golpe les aburrirían, fieles lectores y lectoras).

Como les dije en la última entrada antes de las vacaciones, mi querubín llegó de Inglaterra cargadito de regalos y de buenas intenciones. De los primeros ya les hablé -aún me estoy recobrando de la emoción- y estas últimas se las voy a listar (que me gustan las listas un montón):

1ª intención de Querubín al llegar: Continuar haciendo lo que me de la real gana
2ª intención de Querubín: Comer todo lo que no he podido en Londres
3ª intención de Querubín: No hacer nada productivo en el resto del verano
4ª intención de Querubín: Pegar, molestar e incordiar mucho a Querubincito que no he estado con él en quince días.

La verdad, en honor a Querubín, es que cuando se propone algo lo lleva a rajatabla. Algunas de sus intenciones no las hemos podido evitar del todo (la 2ª y la 4ª) y otras hemos intentado frustarlas desde un comienzo (hay que tener en cuenta nuestra ya conocida psicología y sabemos que decirle a un niño que si a todo, acaba siendo negativo).

Pero bueno, empecemos con las anécdotas de este periodo estival.

La primera sucedió sin estar yo presente (pero me lo contaron diferentes personas y coincidían las versiones). Querubín estaba jugando al fútbol en la piscina y en uno de los intentos de gol de los rivales un balón impacto contra sus tiernos deditos. Comenzó a gritar (supongo que primero al rival y luego de dolor) y fueron (él y todos los demás componentes de su cuadrilla -vamos los dos equipos que estaban jugando al fútbol-) donde la socorrista.

La pobre chica (que a lo largo del verano nos ha demostrado ser una persona alegre, paciente y  responsable) pensó que podía tener algo roto y tras inmovilizarle los dedos le mandó ir al centro de salud. En ese momento todos comenzaron a gritarle (incluido Querubín): ¡¡¡¡¡¿podrá jugar al fútbol?!!!!. La chica no entendía nada hasta que le dijeron que mi Ángel es el portero del equipo y que estaban en puertas del gran torneo del pueblo.

Al final lo de mi niño fue una fisura que curó estupendamente y Querubín hizo grandes paradas en el torneo (en el que quedaron terceros, para gran disgusto suyo que se veían campeones desde el principio -son un poco fantasmas mi niño y sus amigos-).

La verdad es que el torneo de futbito ha dejado grandes historias para contarles, pero por hoy ya es suficiente, así les dejo con la expectación.

lunes, 11 de julio de 2011

YA ESTÁ AQUÍ QUERUBÍN

Ayer llegó Querubín. ¡¡Que alegría, que alborozo!!. Conseguimos que pasaran más o menos dos horas antes de tener la primera bronca ¡¡que cambiado ha venido!!. Eso sí, una vez que empezamos fueron todas seguidas, vamos como siempre.

Vino con las dos maletas que olían sin abrirlas. Según descorrió la cremallera aquello era un revoltijo de ropa sucia (las bolsas que yo le metí para que fuese guardándola debió regalárselas a la familia para que sacasen la basura) que me dió miedo que vienieran los vecinos atraidos por el olor para asegurarse que no había muerto nadie. Su querido padre le ordeno que pusiese una lavadora y creo (preferí no mirar) que metió la ropa sin la maleta (aunque a esta última seguro que también le hacia falta un buen lavado).

Nos enseñó las fotos y decididamente lo de mi ángel no son las bellas artes en ninguna de sus modalidades (bueno, me corrijo, la escritura no se le da mal). Tampoco la fotografía. De aproximadamente 300 fotos, 150 eran del Big Ben. No se pueden Ustedes imaginar la cantidad de variaciones que puede tener una imagen del Big Ben: Desde abajo, de lado, con el sol por delante, con el sol por detrás, cortada, con todo el edificio, por delante, por detrás, de día, de noche, al atardecer, desde un barco....

Lo segundo más fotografiado por Querubín ha sido un edificio que pasaría sin pena ni gloria a no ser por que  a mi querido hijo le recordó en su forma a un pito (si, pito, pene) y le sacó otras veinte fotos desde todos los ángulos posibles (que risas nos echamos, sobre todo Querubincito que aún no ha pasado la etapa culo-pedo-pis).

Nuestra criatura salia en tres fotos (en una cortada la cara) y sus compañeros y compañeras en otras cuatro o cinco. También había muchas de pelicanos, gaviotas y hasta de una paloma (que por Bilbao no ha debido ver ninguna).

Los regalos que ha traído también son reseñables: Dos piruletas (una para su primita y otra para su primo pequeño), una bolsa de caramelos de manzana (a repartir entre sus dos primos mayores) y una chocolatina (de las de cuatro onzas) a repartir entre su amado padre y yo (cuando la abrimos quería que le diesemos una onza y (mala madre y resentida que soy) me negue. A su hermano le trajo dos atrapa dedos (unas mallas en las que metes el dedo y cuesta sacarlo) de una tienda de articulos de broma. ¡¡Que generoso es mi Querubín!!.

Ayer a la noche se cenó un par de huevos fritos mojados en pan y un par de yogures y se fue a dormir tan ricamente la criatura (con la garganta reseca ya que no había parado de hablar desde las cinco de la tarde).

Mañana les contaré más. Ahora estoy agotada.

jueves, 7 de julio de 2011

QUERUBINCITO DE HIJO UNICO

Esta disfrutando la criaturita. De vez en cuando dice: "¿Que tal estará Querubín?, pero lo dice así como de pasada y sin excesiva convicción.

Ayer tuvimos medico con ´´el (es alérgico y había que hacer la puesta a punto) y luego (los resultados fueron muy buenos), decidimos celebrarlo en un italiano. Querubincito con una pizza delante que era mas grande que el, se deleitaba pensando en lo que le habría gustado a su hermano comer allí (digo que se deleitaba por que mientras lo decía con expresión apenada una sonrisilla aparecía en la comisura de sus labios).

A Querubincito le encantan los sitios "elegantes" (todo lugar en el que pongan mantel de tela y no de papel ya es elegante para el) y sin embargo a Querubín le entusiasman las hamburgueserias guarras y el telepizza. Normalmente gana Querubín por dos motivos:

1.- El Mc Donalds y el Telepizza son mas baratos que los sitios "elegantes"
2.- Es mucho mas pesado Querubín que Querubincito y por no oírle...

Así que cuando no esta Querubín aprovechamos a ir a restaurantes un poco mas especiales por tres motivos también:

1.- Querubincito puede ponerse muy pesado cuando esta solo
2.- Es muchisimo mas barato dar de comer a Querubincito que a Querubín
3.- Querubin en un restaurante siempre pide lo mas raro de la carta y nos da un poco de vergüenza.

La verdad es que Querubincito también ha tenido alguno de esos momentos de sonrojar a sus progenitores. Uno de ellos fue cuando se empeño en ponerse camisa, corbata y chaqueta para ir a la cafetería del barrio (para el es un lugar MUY elegante). Otro fue cuando tras dejar propina en un restaurante en Haro, al salir se volvió al camarero y le dijo: "en la mesa te hemos dejado la propinilla".

Querubincito es larguirucho, peludo y huesudo , no parece todo de algodón.

viernes, 1 de julio de 2011

LONDRES III

Ayer de nuevo llamó Querubín. Supongo que estarán expectantes por conocer las últimas novedades de este adolescente bilbaíno en Londres, se las desvelare con sumo placer.

Estaba exultante de alegría mi ángel. Los motivos eran múltiples y variados:

1.- Había comido (al fin) alubias (de esas de lata que comen los y las inglesas y que nadie más en el mundo mundial quiere probar (excepto Querubín). Estaba feliz. También es cierto que tal vez fuese lo único caliente que había caído en su estomaguito desde el sábado a la noche (que aún estaba en su casa). Se preguntarán Ustedes: ¿Cómo reaccionó mi ulcera?. Les contestaré: Perfectamente, le había tapado los oídos en previsión de lo que pudiera contarme mi ángel.

La verdad es que como madre preocupada por la nutrición de mi niño, el menú que le ponen en esa casa supuestamente "acogedora" es de mear y no echar ni gota (se que es una frase no muy fina, pero expresa de manera sutil y a la par precisa lo que quiero decir).

Por la mañana desayuno típico spanish: leche con cereales y tostada, al mediodía deciden darles de comer algo inglés: un sandwich con cebolla y salsa picante y para cenar ayer pasaron al menú américano: hamburguesa con patatas y alubias. Sano, sano y con fundamento (y globalizador).

2.- Habían ido a visitar un centro comercial (el más grande de Europa, les dijeron). Siete plantas de tiendas y cines. ¿Qué más quiere un adolescente con dinero en el bolsillo?. No creo que cuando se eche novia venga tan entusiasmado a hablarme de ella como ayer explicándome como era el centro comercial (de los que yo opino, por cierto, que visto uno, vistos todos). Este debía ser más de lo mismo, pero más grande (y ya se sabe que a los hombres esto del tamaño siempre les ha preocupado).

3.- Era el feliz propietario de unas playeras nuevas. Para Querubín, por si no lo sabían, el colmo de la felicidad pasa por estar tumbado en el sofá con el estómago lleno, la tele encendida y unas playeras recién estrenadas en los pies. Magnificas, maravillosas, preciosas.... no tenía adjetivos suficientes para describirme las playeras de 37 pounds que se había autoregalado. Sin palabras me quede.

Ya colgamos el teléfono y dos minutos después recibo un mensaje de esos con foto. ¡¡Que ilusión!!. ¿Será mi niño con el Big-ben? ¿Querubín delante de Buckingham Palace? ¿Angél mío y su grupo?. Casi no atinaba a abrir la foto de la emoción y me encuentro....una preciosa imagen de unas playeras del 45 nuevecitas, nuevecitas (con la caja y todo las retrato la criatura).

El próximo sujetador que me compre le mando foto (y ojala la abra delante de sus amigos y muera de vergüenza).

miércoles, 29 de junio de 2011

LONDRES

Querubín me deleita día a día con sus llamadas y mensajes desde la capital londinense. Sus preocupaciones son por este orden:

1.- La comida
2.- La carestía de la vida

Las conversaciones que mantenemos son más o menos así:

Yo:-Hola cariño, ¿Qué tal estas?
Querubín:- ...bieeeen...La comida es muy mala.
Yo:- ¿Qué te han puesto hoy para comer?
Mi cielito: Unos sandwiches parecidos a los de ayer, pero hoy me los he comido mejor.
Yo:- ¿Estaban más ricos?
Angelito:-No, pero yo tenía mucha más hambre.
Yo:-¿Por lo demás que tal?
Querubín: -El desayuno una porra, es lo único que no nos ponen ingles. Nos dan leche con cereales y una tostada.
Yo:- Bueno, por lo menos eso es como lo de aquí.
Cosita:-¡¡¡Pero yo quería probar las tostadas con alubias!!.
Yo (intentando controlar las arcadas de mi ulcera):-casi mejor, cariño. Cuentame algo más.
Querubín: Está todo muy caro. Me compré una hamburguesa de una libra.
Yo:(con un tono un poquito más alto): ¿Y lo demás, cielo? ¿Las clases, las excursiones, la gente, la familia...?.
Ángel: -Bien. También me he comprado dos botellas de agua, muy caras, que hace mucho calor.
Yo:-Pues nada guapo, voy a colgar que la llamada también es muy cara y tu padre está preparando una pizza para cenar (así se lo dije, sin resquemor).

También me manda mensajes:

Ayer, 17:00 h"estoi (y yo estudiando lengua de 2º eso como una loca) en Londres (yo contenta con la información ya que el vuelo era para Londres). Hay una tormenta y tenemos que ir al de ciencias." Estos mensajes son tranquilizadores e informativos. A cualquier madre le gusta saber que a muchos kilómetros de distancia un hijo suyo (aunque sea un adolescente) está en mitad de una tormenta (que además le aterran) para ir al (supongo) museo de las ciencias.

Ayer, 20:30 h "el museo como el de San Sebastian (y nosotros pagando una fortuna para mandarle a Inglaterra), pero una lata. Todo en inglés y no me entero de nada". (lo único positivo que saque de esto es que mi niño distingue el inglés escrito de otros idiomas)

Hoy aún no tengo noticias de él, pero supongo que a la tarde me informará de la cena de anoche y de la comida de hoy. A mi ulcera voy a comprarla tapones para los oídos.

lunes, 27 de junio de 2011

QUERUBÍN SE HA IDO A LONDRES

Ayer por la mañana Querubín se marchaba para Londres. Se iba con el colegio (benditos profesores que ejercen también en verano) para quince días.

El día anterior me dijo que estaba muy nervioso y que seguro que dormía mal, pero a las diez y media de la mañana tuve que despertarle, ángel mio. Desde esa hora hasta las doce y media tuvimos una pelea tras otra (no sé si era para que no me diese pena verle marchar o para llevarse puestas las de los siguientes quince días),con lo cual conseguí que sólo se me escapase una lágrima al decirle adiós -no tengo remedio-.

Como es su costumbre, me dio un beso a regañadientes y me mando un  mensaje antes de que el autobús arrancase y otro al llegar a Londres (mi niño se lleva bien con las nuevas tecnologías y además las pago yo, así que le da igual).

Esta mañana a las 8 y media de la mañana hora de Londres, me ha llamado para contarme la cena de ayer. Supongo que a Ustedes les parecerá una extraña conversación, pero no. Querubín si ha comido bien está contento y parece ser que cenó en condiciones.

Mientras hablaba con él, su hermano (que le conoce bien) preguntaba: ¿Qué tal ha desayunado?. Aún no lo había hecho, así que nos quedaremos con las ganas de saber que tal le ha ido hoy hasta la noche.

Lo que tengo claro es que Querubín otra cosa no, pero seguro, seguro que su vocabulario al volver de Inglaterra le capacita para trabajar en un restaurante. Lo demás lo dirá en castellano...¡¡para que esforzarse!!.

lunes, 20 de junio de 2011

MODA IV

Querubín es atérmico. No es que sea caluroso, ni friolero, es...diferente.

Verano, 40º a la sombra, en el pueblo (camino al sol hasta llegar a las piscinas) y Querubín va con pantalón largo y sudadera (bueno, intenta ir).

Invierno, 5 de enero, 3º al sol, en Bilbao, cae agua-nieve y Querubín pretende salir a la calle en pantalón corto.

Diez de la noche, febrero, calefacción central, 25º en casa. Querubín se va a la cama con pijama de invierno y edredón nórdico.

Diez de la noche, agosto, 28º en casa.Querubín se va a la cama con pijama de invierno y edredón nórdico.

Diez de la noche, mayo, 19º en casa. Querubín se va a la cama con pijama de invierno y edredón nórdico.

Lo cierto es que si vas a la calle un tres de diciembre y ves a un grupo de adolescentes (chicos y chicas) alrededor de unas cuantas botellas y te fijas en su indumentaria, te darás cuenta que ellas llevan una camiseta de manga corta y una chaqueta ceñida no muy gorda y vaqueros. Ellos, llevan una chamarra (con gorro, por supuesto) y vaqueros. Si les ves un 8 de agosto, llevarán la misma ropa (o muy parecida). Esto me consuela un poco y miro a Querubín como parte de un grupo, que siempre es un alivio para una madre.

Yo, para esas alturas del año he sacado ya el abrigo de plumas (tipo edredón nórdico portátil) y la bufanda y guantes (y a pesar de todo necesito un café cada tres horas). Mi ulcera me dijo que es cosa de la edad, pero yo he tenido que disentir en esta ocasión. Los factores que hacen que una persona sea atérmica no son sólo generacionales, también influye la procedencia. Fijense Ustedes en esas mujeres procedentes de países caribeños que venidas a vivir al País Vasco, salen a la calle en noviembre en camiseta de tirantes y sandalias. ¿Por qué, me pregunto yo?.

Entendería que una Finlandesa, por poner un ejemplo, llegará aquí el 3 de enero y al aterrizar en Sondika se quitase la chamarra y comenzase a abanicarse. Sin embargo no puedo entender, como yo, de Bilbao de toda la vida tengo que usar katiuskas cuando llueve y ellas, de la República Dominicana vayan en sandalias.

¡¡Que envidia me da la atermia!!.


sábado, 18 de junio de 2011

PELEAS ENTRE HERMANOS

Ayer, Querubín y Querubincito comenzaron a pelearse con más agresividad de la normal.

Yo estaba enfrascada en el estudio de la lengua española de 2º de la ESO (que creo que este año la voy a aprobar con buena nota) y mi ulcera estaba descansando. En esto comenzamos a oír gritos.

Querubincito acusaba a su hermano de meterse con él todo el rato (lo cual es cierto) y Querubín acusaba a Querubincito de que le insultaba (en esos momentos el pequeño de la familia es capaz de sonrojar con su vocabulario a cualquier aguerrido camionero de Alcorcoz del Pozo).

Mi ulcera y yo (mi media naranja estaba en el ordenador con los cascos puestos y no se enteraba de nada -o eso pretendía hacerme creer, ya que los gritos de mis dos ángeles se oían a kilómetros de distancia-) decidimos castigar al mayor en su cuarto estudiando lengua (que algo tendrá que poner de su parte) y al pequeño a copiar quince veces "no voy a volver a insultar".

A Querubín le pareció que su castigo era menor al de su hermano y se fue para su cuarto diciendo (en un tono de voz que su hermano pudiese oír): "Que bonita es mi amatxu, cuanto la quiero".

Querubincito se fue encendiendo (no hace falta mucho) y continuó con su avalancha dialéctica (esta vez tuvo la precaución de cerrar la puerta de su cuarto para no conseguir otro castigo), mientras escribía las quince frases antes de irse a la cama.

Cuando mi ulcera y yo decidimos acostarnos (momento que solemos aprovechar para entrar en las habitaciones de Querubín y Querubincito y darles un beso), nos encontramos con un cartel en la puerta de su cuarto, que decía:


NO SE PUEDE PASAR
Y POR LA NOCHE TAMBIÉN

Definitivamente, cuando Querubincito llegue a la adolescencia habrá que plantearse seriamente el internado. 

jueves, 16 de junio de 2011

TÍAS PEGADAS I

Esto de la adolescencia es como una enfermedad (para los padres y madres que la padecemos, claro) y por ello hace falta terapia de grupo.

Cuando me junto con otras amigas que casualmente son madres de hijos e hijas adolescentes, tendemos a sentarnos en circulo y comenzar las conversaciones diciendo: "yo también soy madre de un/a adolescente". A partir de ese momento ya pedimos el café más desahogadas.

Una de estas amigas-madre de un adolescente-tía pegada de querubín, es guapa, morena, estilosa, amable, simpática, educada, inteligente y multiusos (lo mismo hace una empanada, que toca la guitarra clásica, que va en moto...) y claro, le ha salido un hijo adolescente que es guapo, rubio -en esto los genes de mi amiga no han debido intervenir-, alto, amable, simpático, educado -si, vuelvan a leer, es adolescente y educado-, inteligente y multiusos (la criaturita lo mismo saca un sobresaliente en física, que toca la viola, que gana una carrera en bici, ...).

Es tan mono y agradable, que el resto de tías pegadas de querubín -que también conocen a este otro cielito- y que tienen hijas en plena adolescencia, están deseando que vuelva la costumbre de los matrimonios atados por las familias, para pagar por cielito y asegurárselo.

Sin embargo, la madre de cielito no opina igual e intenta convencernos de que su adolescente es igual a todos los adolescentes : desordenado, despistado, despegado (añadan todos los des- que quieran). Será verdad -no seré yo la que lleve la contraria a la madre de un adolescente-, pero oiga, que cuesta creerlo. Le ves tan tierno jugando con los más pequeños, tan larguirucho y adolescente, tan rubio, tan mono...y no te lo imaginas lanzando sus playeras del 45 a mitad del suelo de su habitación.

Sinceramente, querida tía pegada de Querubín, decirte desde aquí que tus quejas serán fundadas, no lo negamos, pero te dejaré un fin de semana a Querubín y a Querubincito juntos y me contarás a posteriori en que pedestal colocas a tu Cielito.

Amen.

martes, 14 de junio de 2011

EL PREMIO II

El viernes nos fuimos Querubín y yo al Corte Ingles a gastar el premio que le dieron en la gala que ya les relate. El regalo consistía en 500 euros para gastar en dichos grandes almacenes y mi ángel no podía con las ganas de comenzar a dilapidar la tarjetita.

Al llegar allí y empezar a subir las escaleras mecánicas me dijo que lo primero de todo él quería ir a la sección de videjuegos, y cual madre abnegada, allí fuimos.

Empezó a mirar, remirar, comparar, fijarse en los precios (hasta ahora lo normal era que escogiese el más caro y me dijese: "por favor, por favor, compramelo" y ante mi negativa comenzase a enseñarme alguno más barato para ver si yo acababa cayendo), para al final coger el que estaba de oferta, pagarlo y  tras ver lo que le quedaba de saldo (con cada compra le dan un ticket indicándoselo), salir ofendido por lo caro que está todo.

De allí pasamos a los juguetes. Querubín parecía un amo de casa ante la pescaderia:
-"Que caro está todo", decía
-"!!Como pueden costar tanto los coches teledirigidos¡¡, ¡Es un robo!!".
Mi ulcera me miraba y se reía (yo también).
La escena era cuanto menos pintoresca para quién estuviese mirando. Querubín quejandose del precio de los juguetes y yo diciéndole: "Chico, si te gusta mucho compratelo".

Salimos de la sección de jugueteria con la tarjeta sin usar y nos metimos en la cafetería. Yo le había dicho que me tenía que invitar a merendar y él me dijo que por supuesto, pero al traernos la carta de meriendas y ver los precios, un color se le iba y otro se le venia. Compadecida (realmente los precios eran lo más espectacular de la merienda), decidí pedir sólo un café. Querubín, al que el estómago le tira mucho, se decidió por un gofre con chocolate.
-" De beber que quieres", le pregunté.
- Me miro con los ojos saliéndose de las órbitas y me dijo: "Un vaso de agua y que sea del grifo".

Tras pagar y recibir el consiguiente ticket con lo que le quedaba de dinero en la tarjeta, nos fuimos a la sección de jóvenes. Allí nos dirigimos a la ropa de marca y tras mirar las etiquetas Querubín, totalmente transformado, me miró y me dijo: "Amatxu, creo que me he vuelto avaro". Tras esa frase, mi ulcera y yo nos partimos de risa y decidirnos acabar la tarde de compras.

Mientras íbamos para casa comentabamos los horarios de entrada en casa y como tratar a los hijos. Por supuesto no compartiamos la misma opinión sobre el tema, y yo le dije esa bonita frase de:
-"ya me contarás cuando tengas hijos".
Él se giró, me miró a los ojos y me dijo:
-"Entonces, amatxu, me volveré avaro".

viernes, 10 de junio de 2011

EL TERRIBLE EPISODIO DEL ARROZ CON LECHE

A mi ulcera y a mi nos gusta preparar postres y nos salen estupendos (normalmente, de mis 25 primeros intentos con el roscón de reyes ya les hablaré en otro momento), así que dominadas por un anhelo por lo dulce (que a ninguna de las dos nos conviene), decidimos hacer arroz con leche.

Quedo estupendo. Había comprado en los chinos un bol de barro blanco cuadrado en el que eché aquel postre cremoso. Mi ulcera se encargó de espolvorear con canela y no le sacamos foto por que no quisimos, pero se la merecía.

En esto llegaron a la cocina Querubín y Querubincito. Imaginense la escena, entran como caballos sin domar con sus camisetas blancas del uniforme llenas de manchas de origen desconocido y ven aquel bol de arroz con leche aún humeante. Proceden a abrir el armario y sacan dos vasos (de los de nocilla, que en casa son los que usamos a diario -glamour ante todo-) y una cuchara y se ponen los dos cabeza contra cabeza a servirse el arroz con leche entre gritos de alegria.

Hasta aquí bien. Mi ulcera y yo mirabamos la escena regocijandonos al pensar en el momento en el que iban a probar el postre y quemarse la lengua -a veces tenemos estos arrebatos crueles-, pero no llegó ese instante, ya que antes comenzó la discusión.

Querubín: "Tú te has echado más"
Querubincito: "Pero tú has comido directamente del bol"
Querubín: "No es verdad" -relamiendose los morros manchados de arroz con leche-
Querubincito: -Comiendo a todo correr el postre de su vaso- "mira, yo tengo menos".

En ese momento nos dimos cuenta que aquello amenazaba con llegar a las manos y mi ulcera intervino separando a los tiernos hermanitos. Yo que soy más brusca y con menos paciencia les hice marcharse castigados sin comer una sóla gota más de aquel arroz con leche.

Yo por convicción y mi ulcera por devoción tampoco podíamos probar de aquella dulce crema, con lo cual mi media naranja ha procedido por obligación a terminarse el solito todo el bol. Contento está, ahora, lleva una semana sin necesidad de ir al baño.

miércoles, 8 de junio de 2011

TRABAJO DE NATUR II

El viernes querubín trajo la nota del famoso trabajo de natur del que sólo había llevado la mitad (aunque entregó la otra mitad al día siguiente).

Le habían puesto un 6 a mi corazoncito y me lo enseñaba satisfecho con la hazaña. En la parte superior de la hoja había escrito la profesora tres líneas de observaciones en euskera (natur es una asignatura de las que estudian en euskera) y querubín (que cree que mi nivel de euskera es inferior al que tengo realmente -no es que sea mucho pero para su desgracia entiendo perfectamente las observaciones de su profesora-) me dijo que no eran nada.

Mientras me decía esto, yo estaba leyendo claramente como ponía que no había metido la hoja guia que ella les había dado para hacer el trabajo y que no se había basado en dicha hoja para hacerlo. Ni que decir tiene que semejante guia no había estado en nuestra casa de cuerpo presente en ningún momento.

Me fui poniendo incandescente y mi ulcera de color purpureo y en un intento de parecer una madre tranquila y sosegada le pregunté despacito:

- "¿Querubín, de que hoja guia habla tu profesora?"

-" Una que nos dio para hacer el trabajo", me contesto mientras dirigía su mirada hacia la ventana.

- "¿Y por que no la has incluido en el trabajo?, cielo", le dije remarcando el cielo en un tono rabioso y ciertamente exagerado.

-" Se me perdió", dijo levantandose en un intento de huir.

- Mi ulcera la agarró de las orejas y le hizo sentarse de nuevo, "¡¡y no podías habérsela pedido a alguien!!"

- "Se me olvido que la había perdido".

Aquí acabo la conversación. Querubín consiguió huir mientras yo, agarrada a mi ulcera, me dirigía a la cocina a buscar chocolate (que había comprado la tarde del día anterior y escondido debajo de una baldosa).

lunes, 6 de junio de 2011

LA COMIDA

Querubín nos come muy bien. No es que sea antropofaga la criatura (aunque en momentos de hambre tengo dudas de que no sea capaz), pero si es tragón.

A las dos y veinte de la tarde come primer, segundo plato y fruta acompañados por abundante pan (se lo controlamos ya que las panaderías no tienen servicio a domicilio y soy yo la que tengo que acarrear el pan hasta casa). Vuelve al colegio para una hora y al llegar a casa a las cinco menos cuarto de la tarde ya quiere la merienda la criaturita. Tras zamparse un bocadillo en tiempo record comienza su peregrinaje por los armarios de la cocina buscando algo que llevarse a la boca (mi pobrecito muerto de hambre), hasta que le amenazamos con poner candado a los armarios.

Yo: "Quién se ha acabado el chocolate" (su hermano es alérgico, así que no ha podido ser)

Querubín: "Yo no, habrá sido mi hermano" (esta frase es lo primero que dice mi ángel le preguntes lo que le preguntes)

Yo: "¡¡Tu hermano no puede comer chocolate!!, Repito:¿Quién se ha acabado el chocolate?"

Querubín: "Siempre me hechas la culpa a mi", "¿Por que sabes que he sido yo?"

Yo: " Primero, porque no hemos sido ni tu padre, ni tu hermano ni yo y segundo por que el papel de la tableta está en la mesa de tu cuarto".

Querubín:" Ah, bueno, pero fue ayer".

Yo: " Con un ataque de ansiedad provocado a partes iguales por las contestaciones de mi ángel y por el síndrome de abstinencia de no poder comer chocolate: "¡¡Como te has podido comer una tableta entera!!".

Mi ángel: "No me la comí entera, faltaba una onza".

Yo: "No va a entrar más chocolate en esta casa, que lo sepas", le grito amenazante (aún a sabiendas que no lo voy a cumplir.

Mi ulcera me pide que me tranquilice (a ella no le gusta el chocolate, no le sienta bien) y me recuerda que tengo una barrita dietética sin azúcar, sin hidratos, sin frutos secos, con algarroba y sin cereales que me puedo comer y que seguro, seguro, me quita las ganas de algo dulce.

Satisfecha con la decisión de mi ulcera, voy al armario por la barrita y me encuentro un sospechoso papel metálico. Al mirarlo bien mis sospechas se confirman, en ese papel días antes hubo una barrita dietética.....¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Querubín!!!!!!!!!!!!!

viernes, 3 de junio de 2011

LAS TIAS

Mi querubín tiene muchas tías, un montón de ellas. No sé si sabe exactamente cuántas. Están las tías legales y reales que son todas mis hermanas y la de mi media naranja, están todas las tías abuelas que ejercen de tías y las muchas amigas de su señora madre que son tías por vocación.
Unas le dejan besos de carmín en la mejilla, otras le dan la paga, alguna le da charlas sobre lo dura que es la adolescencia… tiene de todo.
Pero sería largo hablar de todas en una misma entrada, así que me voy a centrar en mi hermana mayor. Ejerce de tía abuela a todos los efectos: da la paga, está al tanto de los aconteceres de la vida de mi ángel –y de sus múltiples primos y prima-, actúa de sede social familiar… una abuelita cualquiera.
Tiene 12 años más que yo, lo que significa que cuando yo tenía 13 (como mi querubín actualmente), ella era una anciana de 25 con novio y trajes de chaqueta (en aquellos años del siglo pasado con 25 se llevaban trajes en lugar de pantalones cagaos). Esos 12 años que eran terriblemente grandes con el tiempo se han vuelto mucho más pequeños y ahora, digamos a mis 35 (tengo alguno más, pero no voy a confesar mi verdadera edad por varias razones: 1.- queda mucho mejor 35 que los que tengo.  2.- a esto se le llama licencia narrativa.  3.- una amiga mía –tía pegada de mi querubín- me mataría si digo mi edad.  4.- si digo mis años sabríais los de mi hermana y entonces igual me mataba ella) sus 47  no son tantos, verdad.
El problema es que como buena tía-abuela, no se creía nada de lo que yo escribo en este blog. “Exagerada”, me llamaba y yo aguantaba –que sufridita soy- a mi querubín (más o menos como a las almorranas, en silencio).
Pero el domingo esto cambió. Fuimos a comer a su casa y al llegar a la fruta la tía del querubín vio que las nectarinas estaban enmohecidas. Puso el grito en el cielo –culpó en un momentito a la frutería, a los productores (sin tener en cuenta lo mal que lo están pasando por culpa de los pepinos) y a su marido- y tras hacer una buena limpieza del frutero repartió lo que se salvaba.
A mi querubín le dio un albérchigo que al haber estado en contacto con las nectarinas tenía una pequeña mancha de moho. Él –que es un poquito escrupuloso-, lavó bien la fruta en el vaso de agua y se la comió –no con poco asco, pero se la comió-. Al cabo de un rato y según tomábamos el café con las galletas, mi ángel –que ya les he dicho en otra ocasión que es un genéticamente despistado- bebió un trago del agua en la que había lavado la fruta. A él le entraron ganas de vomitar al darse cuenta y a los demás nos entró la risa.
Dos minutos después a querubín le dolía la tripa. Su tía comenzó a creerse lo de la hipocondría. Comenzaron las bromas, “se te va a quedar el estomago con moho, todo blanco” y angelito se iba quedando blanco por momentos hasta que se fue de la mesa a pasar su dolor estomacal en el WC (que es donde se le curan a mi querubín casi todos los males).
Conclusiones:
1.- Realmente querubín es un sabio.
2.- Su tía ha pasado de decir “como puedes escribir eso del niño” a “¡no me lo puedo creer!”.
3.- A los padres del querubín casi se nos desencaja la mandíbula de la risa.
4.- Beber el agua donde se ha lavado la fruta no es grave.

jueves, 2 de junio de 2011

EL PREMIO

Querubín ha quedado segundo en un certamen narrativo. Escribió un cuento a principios de curso y en el mes de mayo nos dijeron que había ganado un premio.
Según se lo dijeron saltaba de alegría y al parecer llegó al extremo de dar un abrazo y un beso a la profesora que le había ayudado –mi ángel cuando quiere es muy tierno-, pero pronto empezó a pensar en los aspectos prácticos. A él le parece muy bien lo del cuento, pero lo que más le motiva es ver su historia en la gran pantalla y  en cuanto le dijeron lo del premio visualizó perfectamente en su cabecita, la caratula del dvd. ¡Qué desilusión tuvo mi niño cuando le dijeron que la fundación que otorga los premios se queda con los derechos de la narración!. Querubín se veía hablando con Spielberg.
A la criaturita le han dado un cheque regalo y a los progenitores nos ha salido carísimo, tipo Master card:
-          Uniforme nuevo para la entrega de premios (que en mayo el uniforme ya está para el arrastre y no para una ceremonia) 70 €
-          Zapatillas blancas impecables (las de mi niño a estas alturas de curso ya no son blancas y además tienen la manía de hablar) 50€
-          Invitarle a comer ese día en un restaurante para celebrarlo (esto es por lo de la psicología y el fomento de la autoestima, que nos han dicho que caro, pero mu`bueno) 40€
-          Ver la cara de agobio, nervios, vergüenza y a la vez “no me puedo creer lo que me está pasando” de querubín al subir al escenario NO TIENE PRECIO.
Yo estuve dudando si ponerme mantilla (no me pareció correcto con lo nacionalistas que estamos ahora en el País Vasco) o tocado para el evento (pero como lo han puesto de moda en la boda de los príncipes ingleses y aún no nos han devuelto Gibraltar, no me dio la gana), por lo cual  opte por ir informal a la par que elegante con la melena al viento. En primera fila estuvimos los abuelos de la criatura, querubincito, la madrina de querubincito (que es una de esas tías pegadas de las que ya les hablaré en otro momento) y yo.
La madre de la criatura, o sea yo misma, es de mucho llorar. Me había puesto el rímel water proof, llevaba 18 paquetes de kleanex (por si tenía que compartir) y las gafas de sol por si aquello apuntaba a inundación, pero sorprendentemente… no me hizo falta. No lloré –casi-.
Las razones fueron varias. La primera fue que a mi niño le llamaron a recoger el premio el segundo y no me dio tiempo a concentrarme en la emoción del momento, la segunda que llevaba la cámara y tenía que inmortalizar el momento y la tercera que querubín recorrió el pasillo del Euskalduna batiendo marcas no superables en las olimpiadas.
Ahora  un sueño me persigue, me veo en Estocolmo aplaudiendo a querubín mientras este recibe el Nobel con un traje carísimo (que se habrá pagado él) e invitándome a comer para mejorar mi autoestima tras la ceremonia.

martes, 31 de mayo de 2011

SU HERMANO

Querubín era un niño precioso y bueno (tipo película de Walt Disney) hasta que un buen día, cuando tenía tres añitos, una señora me paró en la calle y me preguntó: “¿estás embarazada?”. Yo le respondí que si y mi ángel pasó de ser Doctor Jeckill  a ser Mr. Hide en segundo y medio…y para siempre.
Al nacer querubincito su padre llevó a querubín al hospital a que conociese a su hermano. Nuestro ángel no le hizo el más mínimo caso y enseguida le sacaron de allí por el escándalo que estaba montando por los pasillos con su buzz lightyear nuevo (conocéis nuestra gran psicología y habíamos oído que era bueno que el recién nacido “tuviese” un regalo para su hermano –no queremos saber qué habría pasado si no lo llega a tener-)
A partir de ese día querubín ha variado desde la más absoluta de las indiferencias hacia aquella cosa pequeña a las mayores ganas de atormentarle en todo momento.
La verdad es que yo pensaba que el momento “pelos en las axilas” marcaría una diferencia y mi ángel se acercaría a su hermano que también va creciendo…pues no. Sólo se acerca si es preciso abroncarle o pegarle una toñeja. Querubín es experto en reñir a querubincito. Le riñe por su mal genio,  por estornudar, por comer con la boca abierta (mientras le riñe él mastica un trozo de carne), por no concentrarse, por desordenar (si, él, le riñe por desordenar), por levantarse, por sentarse, por andar, por ocupar el baño, por tardar en la ducha, por no ducharse. En fin, le riñe.
El caso es que no nos deja cosas por las que reñir a su hermano y luego se queja de que nunca le reñimos. Nos gustaría, pero él no nos deja un espacio para hacerlo.
Cuando querubincito comenzó a ser consciente de la gran presencia de su hermano, empezó a llorar. Al principio lo hacía cuando nuestro ángel le pegaba disimuladamente o cuando le robaba el juguete o el chupete. Más tarde lloraba cuando su querubín se acercaba, era un llorar preventivo. Ahora cierra la puerta de su cuarto, coloca carteles de no entrar y nos ha pedido que electrifiquemos la manilla de la puerta (no lo hemos hecho, nos gusta fomentar el entendimiento y amor fraterno).
A veces (no sé si os he dicho lo mío con la psicología) llego a pensar que querubín pueda tener celos –se me ocurren unas cosas-.

viernes, 27 de mayo de 2011

TRABAJO DE NATUR

Hoy he estado hablando con la tutora de mi querubín. Ella es una mujer que posee la paciencia del santo Job (o igual más, ya que aquel buen hombre no era tutor de 25 adolescentes) y aguanta a mi querido ángel en la primera fila -lo pidió él que es consciente de su tendencia a la distracción- y a la que querubín a su manera un tanto hosca, respeta mucho. Todo esto no es freno para que yo tiemble al verla aproximarse. No por ella sino por las noticias que me suele dar.

Esta mañana también he temblado y también tenía razón para temblar (y también temblarán los cimientos de mi hogar cuando llegue querubín a casa). Ayer mi ángel tenía que entregar un trabajo de natur que llevaba haciendo el último mes y medio. Era sobre la energía y tenían que tratar el tema de las centrales nucleares aprovechando la información después del terremoto de Japón. Se había visto un documental sobre la catástrofe de Chernobil algo así como cuatro veces (habíamos llorado los dos juntitos viendo la muerte de un bombero que tenía a la mujer embarazada) y buscado información y fotos en internet como para una buena tesis doctoral.

Había escrito unas 15 páginas en euskera y las había pasado a limpio. Antesdeayer el trabajo estaba acabado y listo para entregar. Se preguntarán: " ¿por qué temblaba yo al ver venir a la tutora?". Les contestaré:  con querubín es bueno temblar por si acaso.

Varias posibilidades han pasado por mi cabeza:
1.- Querubín se había dejado el trabajo en casa
2.- Lo ha perdido
3.- Lo ha hecho de un tema que no era
4.- Era para ingles y no para natur

No he acertado, ninguna de las opciones eran correctas, pero es que nunca, ni conociendo como conozco a mi ángel habría sospechado que fuese capaz de ....llevar medio trabajo y dejarse la otra mitad en casa.

Ahora tengo dudas: ¿le riño la mitad o todo entero?

LAS AUSENCIAS

No me extrañaría que pensasen que cuando mi querubín se marcha de casa (acampada, excursión o similar), yo brincó de alegría, pero no, nada más alejado de la realidad.
Este curso querubín y querubincito tuvieron sendas salidas con el colegio. Querubín fue a Francia y querubincito a Zarautz. Hasta aquí todo normal, lo extraordinario fue que coincidieron en los mismos días las dos excursiones.
Lo lógico, pensarán ustedes (y con razón) hubiese sido verme dando saltos de felicidad por las calles de mi ciudad ante la perspectiva de quedarnos solos durante tres días mi media naranja y yo, pues no. No puedo negar que una sonrisa se asomo a mi rostro (y que corrí a reservar una noche en el Melia),pero es igualmente cierto que una especie de agujero -y no era mi ulcera, que a esa la conozco- me rondaba por el estomago.
El primer día de la excursión tenían que llevar comida de casa y la preparé y metí en una mochila-nevera. Craso error si tenemos en cuenta lo que mi ángel hace con las mochilas. Y eso paso. Se dejó la comida en casa y cuando nos dimos cuenta a mitad de camino entre casa y el colegio, la madre que le parió tuvo que volver corriendo (siete menos cuarto de la mañana) a por ella -si volvía él, podía perder el autobús y la noche de hotel a tomar por saco-.
Llegue a pesar de todo a tiempo para despedirle y mientras mi ángel me hacia un gesto de "como te acerques a darme un beso delante de todos mis amigos - y amigas- te mato", yo notaba que alguna lagrimilla quería escaparse. A mi lado un montón de madres y padres que conocen a querubín desde su más tierna infancia y que acababan de verme corriendo a esas intempestivas horas por culpa de una mochila, pensaban: "mirala que contenta está que le caen lágrimas de felicidad". También se equivocaban, era el dichoso agujero ese del estomago -que por cierto se calmo un poco con el desayuno buffet-.
Pasaron los tres días y fui loca de alegría a por mi cielo. Allí estaba mi querubín, casi sin voz (si no pierde algo no está contento) y diciéndome según bajaba del autobús que se había gastado todo el dinero que le habíamos dado (si, el de los por si acaso también) y que la bazoka que había comprado para su hermano se la había confiscado una profesora por dispararla en el autobús.
El agujero en mi estomago, ese vacío que había tenido durante tres días enteros se llenó de golpe. Lo ocupó mi ulcera.
Llegamos a casa y comencé a buscar en google plazas en un internado suizo.

jueves, 19 de mayo de 2011

LA FRASE

Querubín desde pequeñito decía que quería ser médico, pero llegó un día en que sus expectativas cambiaron y nos comentó que prefería ser presidente de gobierno que parecía que pagaban mejor.
- Querubín:Amatxu, ¿Hay que estudiar mucho para ser presidente?
- Yo, "Pues si, tendrás que estudiar derecho o económicas o ciencias políticas..."
- Ángel mío: "Vale, pues entonces sigo queriendo ser médico"
- "Pero para ser médico también hay que estudiar mucho", le contesté yo (un poco preocupada por las altas expectativas de mi hijo).
Mi ángel se quedo un rato largo pensando (que cuando quiere es mu´profundo) y luego me dijo: "Quiero ser jubilado". Toma ya, pensé yo, y luego me dirá que en lugar de la tele quiere ir a mirar una obra.

Esta etapa pasó y mi querubín ha decidido seguir insistiendo en la medicina (aunque con sus grandes esfuerzos en los estudios yo no pienso dejar que me opere -ni que me mire la garganta, vamos-) y buscando alternativas para alcanzar la fama.

El otro día nos sorprendió en estado meditabundo :
-"¿Qué te pasa?, le preguntamos.
-"Estoy pensando una frase"
- "¿Una frase? -nuestro querubín nunca deja de sorprendernos.
- "Si, contestó, me he dado cuenta que hace falta inventarse una frase chorra para ser famoso". Al darse cuenta de que no habíamos entendido nada, nos dijo con voz de "mis padres nunca se enteran de nada y tengo que explicárselo todo": "Si, Shakespeare por qué es famoso, eh, por que?, pues por la frase chorra de "ser o no ser" ¿y Cervantes? Por la de "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme", ¿Y Tagore? Pues por la de las lágrimas que no dejan ver el sol." Y se quedo tan ancho.
Ahora cuando le vemos meditando no preguntamos, por si acaso se está haciendo famoso.