viernes, 23 de septiembre de 2011

¡¡Piensa!!

El otro día, en una reunión,  salió el tema de la juventud y había quienes opinaban que los jóvenes, actualmente, no piensan. Yo me acordaba de mi Querubín y le decía a mi ulcera: "A veces preferiría que mi ángel fuese de los que no piensan". Ella me daba la razón.

Estábamos el otro día reunidos en el salón de casa Querubín, Querubincito, el padre de las criaturas, mi ulcera y yo (la tensión alta de mi querida media naranja también estaba, pero si él quiere hablar de ella, que escriba un blog) y salieron algunos temas de debate. No recuerdo muy bien como, pero empezamos a hablar sobre como nos afectan las cosas y como prepararnos para ello. Entonces Querubín tomó la palabra: "Lo que hay que hacer, afirmó con rotundidad, es pensar en lo que  nos puede pasar antes de que pase. Por ejemplo, (nos ilustró), yo me he hecho a la idea de que te vas a morir (mirándome a mi lo dijo) en un par de años, así cuando pase no me llevaré tanto disgusto". Tras una breve pausa en la que mi ulcera gritaba y se sublevaba, continuó: "Bueno, que sino pasa, mejor, eh¡¡¡". Me quede mucho más tranquila con esta última apreciación, que por un momento su frasecita me había sonado a premonición y bueno... me había asustado levemente.

La verdad es que me entró la risa (tal vez un poco histérica) y preferí cambiar de tema. Querubincito, que es muy sentido, estaba ya con la lágrima asomando (supongo que siguiendo el ejemplo de su hermano y preparándose para no sufrir en un futuro).

Me dirán Ustedes, ¿ es mejor que Querubín piense o que no lo haga?. Podemos abrir una votación en facebook.

lunes, 19 de septiembre de 2011

14 AÑOS

Hoy Querubín cumple 14 años. Es inevitable mirar atrás y recordar aquella noche con el goteo, los monitores, la anestesia, las grapas en la tripa....y ¡¡mini Querubín!!.
Una amiga según le vio bajó al Casco Viejo y compró un pijamita para niños prematuros al ver que a Querubín los pijamas del hospital le venían un pelín grandes (vamos que entraban tres como él). Recuerdo el miedo a que no creciese bien y aquellos escasos 2 kilos al nacer le convirtiesen en un niño enclenque y esmirriado, propenso a innumerables enfermedades que yo podía imaginar (mis hormonas estaban muy alteradas en aquellos días).

Ahora, 14 años y 68 kilos después, mi Querubín es un adolescente sano y lucido, grande como un armario de dos puertas y con un 45 de píe. En este momento el único que ve enfermedades es él. Por poner un ejemplo:

 El sábado Querubincito había dejado tiradas por la sala sus playeras (que ya comienzan a ocupar su espacio con un 41) y le obligue (madre petarda que soy) a levantar el culo del sofá y recogerlas. En el mismo momento en que se levantó, su querido hermano se lanzó al sofá para tumbarse y quitarle el sitio. Quiso el destino que su mala obra fuese castigada y se dio un golpe en el labio contra el brazo del sofá. ¡¡Sangró!!.Si apretabas un pañuelo contra su labio, el pañuelo se manchaba ligeramente de sangre. Menos mal que estábamos en el pueblo y allí no tenemos vecindario próximo. Querubín gritó y gritó. Le echo la culpa a su hermano y luego grito más. A la mañana siguiente lo primero que hizo al levantarse fue mirarse el labio y venir a decirme que le había salido una postilla...¡¡¡Angelito!!!.

Ayer al venir del pueblo en el coche, mi cuñada estaba entre Querubín y Querubincito en los asientos de atrás. Mi ángel cada dos minutos decía: ¡¡Mañana es mi cumple!! y luego para entretenerse nos dijo que nos iba a recitar el abecedario a base de eructos (incluso nos aclaró que podía en sólo eructo decir hasta tres letras). Su tía ante la amenaza sutil de Querubín y por miedo a acabar el viaje de mala manera, le dijo: "las hijas de una amiga mía en lugar de eso cantan a dos voces el abecedario"(aclaremos que las susodichas criaturas estudian solfeo desde pequeñas y están especialmente bien dotadas para la música, los míos no).

Mis dos ángeles han sido siempre muy competitivos y el resto del viaje lo hicieron cantando a dos voces el alfabeto.¡¡¡Había que oírles!!! Querubín desafinaba abcde y Querubincito le seguía abcde Mi querida cuñada se arrepintió (y supongo que continuará arrepentida) de su comentario. Yo por otra parte estoy por hacer una prueba con Querubín y si es cierto lo del abecedario igual le hago entrenar y le presento a algún concurso (que nunca se sabe como se puede uno hacer famoso).

miércoles, 14 de septiembre de 2011

3º ESO

Querubín ha empezado 3º de la ESO y algunos días entra a las 8 de la mañana a clase (hasta ahora siempre había entrado a las 9). Hoy era el primer día con ese horario y mi ángel (que es físicamente un clon de su padre) ha heredado, sin embargo, de mi un fantástico despertar.

Lugar: mesa de la cocina
Hora: 7:15 a.m.
Personajes: Querubín, mi ulcera y yo
Fecha: hoy

Yo (por deferencia a mi ángel, que yo no hablo por las mañanas tan pronto): "¿Hoy tienes gimnasia?"
Querubín: "¡¡Ya te dije ayer que no!!"

Gran silencio mientras bebemos la leche y nos pasamos las galletas (mi ulcera agradece el desayuno tranquilo)

Más silencio cuando acabamos. Silencio enorme mientras nos vamos cada uno a un baño.

Oigo como se lava los dientes. Va a su cuarto (creo que aún está dormido y se guia como los murciélagos por alguna señal ultrasónica), se viste y vuelve al baño. Oigo de nuevo como se lava los dientes (no piensen que es muy limpio, es que está dormido y no se acuerda de lo anterior).

Voy a su cuarto y abro la ventana mientras Querubín me mira como asombrado y reacciona al fin: "se me había olvidado abrirla", dice. Se viste y se va.

Yo, madre enternecida por el madrugón de mi criatura (a pesar de que ese madrugón es el que yo me doy todas las mañanas para ir a trabajar), miro por la ventana para asegurarme de que llega hasta la cuesta que sube al colegio. Al verle tan pausado, tan tranquilo, tan dormido aún, me entran ganas de gritarle. Me contengo y me alegro de haberme contenido al ver a dos chicas con el uniforme del cole en la cuesta (mi psicología me dice que quizás le hubiese avergonzado un poquito ver a su madre en la ventana saludándole y mandándole un beso)

Desde mi situación privilegiada (ventana de un noveno piso) veo como las dos se giran y ven subir a mi dormido adolescente. Una de ellas se para y se saca una piedrecita del zapato. A los dos segundos la otra para y se saca otra piedrecilla del zapato. Un segundo más tarde la primera para de nuevo y busca algo en la mochila. Querubín las alcanza y se acaban los problemas de ellas con las piedras.

Suena el portero automático, es el amigo de mi ángel con el que al parecer había quedado para ir juntos al colegio. "Lo siento, Querubín iba muy dormido", es lo único que acierto a responder (lo de que es un irresponsable y un desconsiderado se lo diremos esta tarde entre mi ulcera y yo al angelito). Me tengo que ir a trabajar y ya estoy agotada, van a ser terribles los miércoles por la mañana este curso.

lunes, 12 de septiembre de 2011

CHICAS

Supongo que Ustedes se preguntarán por la relación de mi Querubín con las chicas, pensarán "está en la edad de empezar a tontear" o quizás "ahora tiene que ser una hormona con patas".

Voy a resolver estos interrogantes de manera fácil y sencilla: ¿las chicas son redondas, están hechas de cuero y cosidas a mano? o bien, ¿las chicas tienen pantalla, botones, mandos y se las insertan juegos?. La respuesta es no, verdad?, entonces a mi niño no le interesan.

Querubín está pasando una etapa en la que está relativamente guapo (todo lo bien que se está con catorce años) y pasa de las adolescentes. Conclusión: las adolescentes no pasan de él. En el cole tenía a alguna que otra detrás (por supuesto no me he enterado por mi Querubín, él cuando le pregunto sobre estos temas me mira como las vacas cuando ven pasar el tren y me dice que me calle) y en el pueblo (según los comentarios de las madres de las susodichas), también.

Mi ángel no es que las desprecie, realmente es que no las ve (o si lo hace le resultan molestas cual mosca piscinera). Sólo hay una que significa algo dentro de su circulo de amistades y  es porqué está en su equipo de futbito veraniego y juega bien. Punto.

Uno de sus amigos ya mueve el flequillo a lo Justin Bieber cuando las niñas se acercan, luego pestañea y las vuelve locas...¡¡ademas baila en las verbenas!!, así que ha ligado este verano. Querubín no, por ahora es mucho más básico, no mueve el flequillo (no tiene), no pestañea (aunque podría -pero tendría que ensayar mucho-), no baila (a no ser que se este meando) y lógicamente...no ha ligado este verano.

Lo cierto es que estoy contenta, no me veía yo de consuegra a estas alturas, así que estoy pensando en potenciarle a la criatura la afición al deporte...¿cuanto costará abonarse a todos los partidos codificados?.

viernes, 9 de septiembre de 2011

VUELTA A LA NORMALIDAD

Ya pasó el verano y con el las largas y deseadas jornadas de sol y piscina. Las vacaciones te dan más tiempo para descansar, para aburrirte de no hacer nada y para disfrutar de la siempre agradable compañía de los tuyos...incluidos los maravillosos adolescentes.

Como tengo muchas y bonitas historias de adolescentes y, sobre todo, de querubines, iré poco a poco recobrando el ímpetu escritor (todas de golpe les aburrirían, fieles lectores y lectoras).

Como les dije en la última entrada antes de las vacaciones, mi querubín llegó de Inglaterra cargadito de regalos y de buenas intenciones. De los primeros ya les hablé -aún me estoy recobrando de la emoción- y estas últimas se las voy a listar (que me gustan las listas un montón):

1ª intención de Querubín al llegar: Continuar haciendo lo que me de la real gana
2ª intención de Querubín: Comer todo lo que no he podido en Londres
3ª intención de Querubín: No hacer nada productivo en el resto del verano
4ª intención de Querubín: Pegar, molestar e incordiar mucho a Querubincito que no he estado con él en quince días.

La verdad, en honor a Querubín, es que cuando se propone algo lo lleva a rajatabla. Algunas de sus intenciones no las hemos podido evitar del todo (la 2ª y la 4ª) y otras hemos intentado frustarlas desde un comienzo (hay que tener en cuenta nuestra ya conocida psicología y sabemos que decirle a un niño que si a todo, acaba siendo negativo).

Pero bueno, empecemos con las anécdotas de este periodo estival.

La primera sucedió sin estar yo presente (pero me lo contaron diferentes personas y coincidían las versiones). Querubín estaba jugando al fútbol en la piscina y en uno de los intentos de gol de los rivales un balón impacto contra sus tiernos deditos. Comenzó a gritar (supongo que primero al rival y luego de dolor) y fueron (él y todos los demás componentes de su cuadrilla -vamos los dos equipos que estaban jugando al fútbol-) donde la socorrista.

La pobre chica (que a lo largo del verano nos ha demostrado ser una persona alegre, paciente y  responsable) pensó que podía tener algo roto y tras inmovilizarle los dedos le mandó ir al centro de salud. En ese momento todos comenzaron a gritarle (incluido Querubín): ¡¡¡¡¡¿podrá jugar al fútbol?!!!!. La chica no entendía nada hasta que le dijeron que mi Ángel es el portero del equipo y que estaban en puertas del gran torneo del pueblo.

Al final lo de mi niño fue una fisura que curó estupendamente y Querubín hizo grandes paradas en el torneo (en el que quedaron terceros, para gran disgusto suyo que se veían campeones desde el principio -son un poco fantasmas mi niño y sus amigos-).

La verdad es que el torneo de futbito ha dejado grandes historias para contarles, pero por hoy ya es suficiente, así les dejo con la expectación.