martes, 4 de diciembre de 2012

Querubín ya no es un niño

El sábado era mi cumpleaños y el de mi hermana y aprovechábamos para celebrar el de mi cuñada (que había sido cinco días antes) y el de mi sobrino que era al día siguiente (en mi familia somos así, de nacer todos juntitos). Normalmente alguien saca unos huevos kinder para repartir entre la cuadrilla de enanos y enana, pero esta vez mi cuñada decidió traer huevos para todo el mundo y el primero en coger fue .....Querubín.
 
Agarró el huevo, lo desenvolvió, abrió en dos el huevo de chocolate, tiró el regalo sobre la mesa y se comió el kinder. Hasta aquí todo más o menos lógico, no?, pues no. Mi niño tras tragarse el chocolate de un bocado nos miró a todos sorprendido por su actuación y dijo: ¡Oh!, ¡ya no soy un niño, me he comido el chocolate y no le he hecho ni caso a la sorpresa!
 
Nos entró a todos la risa y Querubín se marchó a whatsappearse con su cuadrilla, mientras las supuestas personas adultas abríamos nuestros huevos y jugábamos con la sorpresa. Definitivamente la adolescencia es una etapa en la que no eres un niño, pero tampoco un adulto, sino habría jugado con su huevo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Por todas ellas

 
Hoy toca la primera entrada seria de este blog, hoy no voy a escribir sobre Querubín sino para Querubín y para todos aquellos que están en esos años en los que se aprende a ser hombre, ya que quiero pedirles que aprendan a serlo de verdad.
 
Quiero decirles que a las mujeres no se nos pega, no se nos insulta, no se nos desprecia, no se nos maltrata. A ninguna mujer.
 
Me gustaría que aprendiesen  que ser hombre no es ser violento, que no se es más hombre por dominar a una mujer, sino más cobarde.
 
Hoy quiero decirles que se hagan mayores, adultos, responsables, entendiendo a la mujer como una igual. Que se den cuenta que las mujeres tenemos los mismos derechos, que las mujeres podemos decidir, que debemos tener voz y voto en todas las ocasiones.
 
Quiero que Querubín sepa y aprenda que el cuerpo de las mujeres es nuestro, que tenemos derecho a decidir sobre el. Que podemos ser madres pronto o tarde, que podemos elegir no serlo. Que sepa que tenemos derecho a decir con quién queremos vivir (o si queremos vivir solas), que da igual que nuestra pareja sea hombre o mujer.
 
Me gustaría que entendiese que nadie tiene poder para violentar a otra persona. Que el marido, la pareja, la ex-pareja, el padre, el jefe, que pega a una mujer, que la insulta, que la agrede, que la viola, que la violenta, que la asesina, no vale nada y debe ser denunciado y repudiado también por sus iguales.
 
Deseo que Querubín y los que están haciéndose hombres como él sean personas que entiendan la igualdad, que la respeten y la deseen. Que no traten a las personas según su sexo, que no desprecien a nadie. Que no se sientan menos hombres por derramar una lágrima o defender a una mujer frente a otro hombre.
 
Hoy, día contra la violencia contra las mujeres, me gustaría que dentro de veinte años no tuviera que celebrarse este día.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Termostato

Alguna vez sé que les he hablado del termostato estropeado de mi Querubín, pero ahora, en otoño-invierno es cuando queda más patente este defecto de fábrica.
 
En Bilbao está haciendo un otoño muy templadito y además no está lloviendo mucho (cosa poco habitual), pero eso no quita para que por las mañanas la temperatura sea menor a los 8º y por la noche también. Mi niño, sin embargo, sale de casa con pantalón y camiseta y una chamarra (o sudadera en su defecto) y vuelve a casa al mediodia (cuando la temperatura ha subido hasta los 16-18º) exactamente con la misma ropa.
 
Sin embargo, según llega a casa a las tres de la tarde (cuando aún no han puesto la calefacción), se queda en camiseta y calzoncillos y va añadiendo ropa a su atuendo según van pasando las horas y la calefacción va incrementando su fuerza (con lo cual con 18º está en calzoncillos y con 22º en pijama), llegando a dormirse con forro polar atado hasta el cuello y edredón nordico (con, por lo menos, 20º en casa).
 
Por lo menos, cuando ya está dormido y voy a darle un beso (si voy cuando está despierto me gruñe) está sudando, ya que si encima tuviese frío tendría que llevarle a urgencias.
 
Creo sinceramente que el inventor de la sauna tenía un hijo en plena adolescencia.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Otra vez de exámenes

Querubín está de exámenes o tal vez sea mejor decir que medianaranja y yo estamos de exámenes y a nuestro niño le intentamos arrastrar hacia el estudio (tarea ingrata y bastante dura con un adolescente).
 
Una tarde normal en nuestra rutina es en este momento algo así:
 
-Yo (a las cuatro de la tarde): "!!Querubín a estudiar¡¡"
-Querubín: "Hasta las cuatro y media me toca descansar"
-Yo (a las cuatro y media): "¡¡Ya son las cuatro y media!!"
- Él: "Ya voy"
-Yo: (a las cinco menos veinticinco):"¡¡Vamos!!"
-Él: "Primero voy al water"
-Mi ulcera suspira amargamente
-Yo: (a las cinco menos cuarto):"¡¡¡¡Acaba de una vez!!!!"
-Él:(con un Mortadelo en el water):"¡¡Que pesada, ahora voy!!, ¿Que voy a hacer si no sale?"
-Yo (resignada):"Acaba pronto y da la bomba"
-Yo (a las cinco menos cinco, abriendo la puerta del baño y dando la bomba mientras él continua sentado) "¡¡¡Sal de una vez!!!"
-Él:" ¡¡Que bien, ya no tengo que dar la bomba!!"
- Mi ulcera grita para mis adentros.
-Yo: "¿Mañana tenías examen de lengua, no?"
-Él: Y de inglés.
-Yo: (elevando un poquitito el tono de voz):¡¡¡¡¡¡¡¡¡TAMBIÉN DE INGLÉS!!!!!!!!!!"
-Él: "Pero lo llevo muy bien, que estamos con el past perfect y lo hemos visto ya en la academia"
-Yo: (tomándome cuatro valerianas mientras le hablo) Vale, sientate YA y estudia"
 
Querubín se sienta, saca el libro, se levanta, va al cuarto de su hermano y le roba el boli, vuelve, se sienta, se levanta, va a su cuarto y trae un subrayador seco, lo prueba (ve que está seco), se levanta, va a su cuarto, trae un rotulador, se sienta, me mira...
 
-Él: "¿Por qué me miras así?, me pones nervioso y no puedo estudiar"
-Yo:"Estudia de una vez y olvidate de mi".
 
Querubín hace amago de levantarse de nuevo, le agarro y le siento de golpe con un :"¿Que narices te falta ahora?" en mi boca. Él me mira con carita de perro de lanas y me dice bajito,bajito...."Es que no he merendado".
 
Mi ulcera ha hecho la maleta y se ha ido, dice que hay una mujer de mi edad sin hijos en el cuarto derecha y que se va a vivir allí.

Amigo de Querubín

Esta vez la aventura no ha tenido como protagonista a Querubín, sino a uno de sus amigos. Tiene el susodicho un año menos que mi ángel, o sea, catorce añitos y un hermoso resfriado.
 
Su madre, amiga mía para más datos, decidió llevarle al médico no sin antes hacerle ponerse el termómetro. Según lo que entendió mi amiga a su cielito, no tenía fiebre y se dirigieron al centro de salud. Allí comenzó la odisea. Primeramente el muchacho no aparecía en las listas del ambulatorio y al final descubrieron que la criatura estaba inscrita, por error, en otra provincia (como os podréis dar cuanta, es un adolescente sano que no pisa habitualmente la consulta médica). Cuando ya subsanaron este error y les pasaron a la sala de espera de su pediatra, se enteraron de que esta no estaba y les recibió otra, que les dijo que realmente no tenían que estar allí, ya que el niño había cumplido ya los catorce y le corresponde médico de cabecera y no pediatra. A pesar de todo les atendió, auscultó a la criatura y le recetó un frenadol. Hasta aquí todo normal, diagnostico hecho y en menos de tres cuartos de hora de ambulatorio en la calle.
 
Mi amiga y su rey se dirigieron a la farmacia y mientras caminaban el adolescente iba recomponiendose la ropa que no se había recolocado tras ser auscultado y algo cayó al suelo. Los dos miraron hacia abajo y se encontraron con...el termómetro que el chiquillo se había puesto en casa hora y media antes.
 
Un ataque de risa y media hora después, mi amiga se dio cuenta que aún no sabía si su niño tenía fiebre, pero tenía muy, muy claro que sufría un ataque agudo de adolescencia.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

De nuevo la tecnologia causa problemas

Si, de nuevo tenemos problemas por el telefono de Querubín. En principio se supone que está todo controlado, las horas de uso del telefono (entre semana) claramente establecidas (de nueve a diez y media de la noche) y las normas asumidas.

Ayer al mediodia se me ocurre preguntarle a mi niño por POU (un muñeco virtual al que al estilo de los antiguos tamagochis, hay que vestir, alimentar y cuidar) y Querubín me dice que muy bien, que el día anterior había avanzado 15 niveles. Yo (que de vez en cuando pienso) saqué cuentas rapidamente y no me cuadraban la hora y media de utilización diaria del movil con el avance de 15 niveles en un sólo día. No dije nada. Mi niño marchó al colegio y yo fui al escondite diurno del movil....si, suponen bien, no estaba.

Llegó mi chiquitín de clase y según entró por la puerta me dijo: "me ha dicho un amigo -que curiosamente no estudia en el mismo colegio- que el sábado tenemos quedada".

- "Ahh¡¡", contesté yo, "¿y como te lo ha dicho, por tam-tam?"
-"No, dijo él fingiendo una dignidad que SÉ que no sentía, he llevado el movil a clase".

Consecuencias:

- Ayer Querubín no tuvo movil.
- Hoy tampoco lo va a tener.
- El escondite del movil ha variado.
- Probablemente POU muera de inanición.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Pesado, pesado.

Ustedes ya saben que mi Querubín venía superdotado desde pequeñito, lo que igual no les he comentado aún, es que también venía pesado de serie.
 
Nunca ha sido una de esas criaturas discretas a las que un día el profesor o profesora de turno (hacia mitad de curso) descubre al fondo de la clase y se da cuenta de que no son parte de la decoración, no, a mi Querubín le conocían por nombre y apellido desde el mismísimo primer día de colegio.
 
Estando mi criaturita en primaria, tuve la pertinente reunión con su profesora y ella se quejó de que mi ángel no bajaba la mano en toda la clase. La levantaba, decía -y yo le creía, madrastrona que soy-, incluso antes de haber hecho ella pregunta alguna. Al llegar a casa, interrogué a mi niño sobre la cuestión y él, pesado pero austero en palabras, simplemente me contestó: "yo no tengo la culpa si me lo sé todo". Ante esta respuesta, decidí que los asuntos del aula mejor se quedaban en el aula y que quién era yo para coartar la libre expresión de mi chiquillo.
 
Sin embargo, quiso el destino poner las cosas en su sitio y la pesadez de mi niño en limites aceptables. Ocurrió así:
 
Querubín llevaba toda la tarde incordiando a una de sus compañeras de clase (tendrían los angelitos unos 9 años), llegó la clase de gimnasia y continuó haciéndolo (que si te tiro un balón, que si te empujo un poquito, que si me meto contigo...). Al final de la hora y mientras bajaban las escaleras mi niño siguió dando la petardada a la chiquilla en cuestión, sin valorar la raqueta que la susodicha llevaba en la mano.
 
Mi cielito aún conserva en la frente la cicatriz y supongo que la niña el orgullo de haber hecho callar a mi Querubín.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Residencia de ancianos

Era un día de verano, la familia nos encontrábamos reunidos en un bucólico entorno, mi media naranja le dijo a Querubín que tenía que recoger, Querubín miró a su padre y le dijo con tono amenazador:


" Tú, me tendrías que tratar bien. Tienes que darte cuenta que soy el más listo de tus dos hijos (la autoestima de mi superdotado siempre ha estado por las nubes) y por lo tanto soy el que más dinero voy a ganar. Por lo tanto, continuó mi ángel, si no te portas bien conmigo te pagaré una residencia muy barata y peor que si te portas bien".

Se quedó como un rey mi Querubín (y sin paga un par de semanas -aunque sea contraproducente y no pueda ahorrar para nuestra residencia-).

lunes, 29 de octubre de 2012

Las mañanas como madre de Querubín

Cuando eres madre de un adolescente, cuesta encontrar un minuto del día que no esté invadido por él. Los adolescentes son como los malos olores, te persiguen y se meten dentro de ti todo el tiempo.
 
Te levantas de la cama y aunque él este profundamente dormido notas su presencia en forma de toalla y calzoncillos sucios tirados en el suelo del baño. Continuas tu recorrido matinal y en la cocina están los restos de su cena y en la mesa del desayuno las migas que él te dejó.
 
Crees que te libras de él hasta el mediodía, pero no, te llega a tu correo electrónico durante esas deseadas horas de trabajo, un mensaje comunicandote que Querubín no ha hecho un trabajo, ha olvidado el libro obligatorio o no ha llevado una autorización. Contestas a la tutora con un breve pero clarificador mensaje: " La usuaria de este correo electrónico no ejerce sus funciones de madre de ocho de la mañana a tres de la tarde. Se agradecería manden un mensaje al padre de la criatura. Gracias".
 
Pero la plenitud adolescente llega al mediodía. Sus timbrazos al portero automático (¡¡para que llevar llaves si me abre mi madre!!), sus divertidos golpes en la puerta de casa, su entrada triunfal con un ¿que hay para comer? en la boca, sus besos hace un par de años olvidados, su hambre devoradora de segundos platos (si no hay pescado) y de primeros si son macarrones o arroz, su chaqueta y zapatos arrojados al suelo de su cuarto desde la puerta, su visita al Sr. Roca entre el segundo plato y el postre y por fin...su salto al sofá tras la comida.

Mi ulcera siempre me dice que exagero, pero yo creo que es porque Querubín la dota de vida propia.

martes, 23 de octubre de 2012

Paso de Querubín

Tras quejarse ardientemente de que escriba sobre él en este blog, el fin de semana se dedicó mi Querubín a restregarle a su hermano que le quiero más a él ya que escribo cosas de él y no de Querubincito.
 
Ante esto he decidido pasar de su opinión y continuar comentando con Ustedes las anécdotas de mi nene (creo que al fin y al cabo le gusta que comente sobre él).
 
Cuando empezó el curso, su querido padre -y también profesor de secundaria- le advirtió que en 4º de la ESO no sirve con estudiar el ultimo día (la verdad es que es una advertencia que va pasando de padres a hijos generación tras generación). Por supuesto, Querubín no hizo ni el más mínimo caso y se encontró el último día con un tema de historia que tenía más páginas de las que él recordaba haber visto en clase. Si unimos la cantidad con el apasionante tema del medievo (desde el punto de vista de un adolescente de 15 años), se le atascaron todas las neuronas y sólo sabía decir que había clases sociales muy diferentes y que el que nacía pobre,  pobre se quedaba (entonces no había opción de hacerse rico por internet).
 
Allí estuvimos acompañando a Querubín mientras hacia resúmenes, esquemas y más resúmenes del temita, mientras él nos juraba y perjuraba que no teníamos ni idea de lo duro que era estudiar aquello (y que me lo diga a mi que al fin y al cabo estudie periodismo -y todo el mundo sabe que periodismo lo aprobábamos en la cafetería-, tiene un pase, pero que le diga a su padre -licenciado en historia- que no tiene ni idea de lo que cuesta estudiar el medievo... a veces no piensa mi superdotado). La noche acabó con Querubín agotado y enfadado y el ambiente familiar un poco saturado.
 
Aún no sabemos la nota de este examen (según él lo hizo de maravilla y le preguntaron todo lo que se sabia -lo cual me deja cierta amargura pensando que había cosas que no se sabía-), pero prometo mantenerles informados.
 
Lo mejor de todo fue cuando yo le pregunté si historia la estudia en euskera o en castellano y mi chiquitin me dijo (tras dos meses de clase) que no sabia. Con mi ulcera desbordada y el tono de voz un poco alterado, le pregunté: ¿como puede ser que no sepas en que idioma estas estudiando una asignatura? y él, calmadamente me contestó: Amatxu, ¿Tu crees que me fijo en esas cosas?.

viernes, 19 de octubre de 2012

Mi casa

Durante la semana trabajamos fuera de casa (me refiero a mi media naranja y a mi), Querubín y Querubincito van al cole, pero trabajar, trabajar... y luego estamos metidos en trescienta cincuenta mil historias (sobre todo yo). Estas mogollón de historias, implican tropecientas reuniones y miles de encuentros, jornadas, acciones de calle, etc..., lo que hace que pase poco tiempo en mi humilde morada y el que paso lo dedico a que mis queridos infantes estudien y no maten el tiempo.
 
Como conclusión a todo esto, les podría comentar que mi casa, entre semana, es una autentica pocilga en la que la ropa se va acumulando en perchas, percheros (en el caso de las dos personas de más edad) y en el suelo en los cuartos de mis angelitos. Los baños sufren, por las mañanas -no todas, solo las que me despierto menos dormida, la limpieza más rápida de la historia : mientras me lavo los dientes con una mano, limpio la taza del baño con una toallita humeda (ese invento maravilloso y poco alabado) con la otra mano, recogo las toallas con un pie y con el otro voy aprovechando a barrer el suelo.
 
Al llegar al mediodia recojo los restos del desayuno y a la vez voy poniendo la mesa para la comida, mientras aparto la ropa que mi señor esposo ha dejado en las sillas de la cocina tras descolgarla a todo correr por la mañana tempranito (el proceso de lavar la ropa en nuestro hogar es siempre inagotable, ya que Querubín usa uniforme para el cole, ropa de deporte para gimnasia, otra ropa de deporte para baloncesto y al cambiarse...¡¡¡como va él a ponerse de nuevo el uniforme!!!, se pone otra ropita, ¡¡Cielo mio, no iba a hablar más de ti, pero se me ha escapado!!).
 
Muchos días salgo de trabajar a las dos y sé que a las dos y veinte van a llegar Querubín y su padre a comer. Voy a todo correr pensando que aún tengo que pasar por el super y comprar algo de comida rápida (ya que el día anterior no preparé nada), cojo a toda leche un par de botes de verdura ya cocida y una bandeja de lomo y subo a casa sin aire. Al entrar veo la lucecilla de la olla eléctrica que me indica que mi esfuerzo ha sido en balde y mi media naranja había puesto unas lentejas. Falta mucha comunicación en nuestra pareja.
 
Así que los sábados son ese maravilloso día en el que trapo en mano y escoba en ristre, me convierto en cenicienta mientras los niños, acompañados por su progenitor, se dedican a escribir gloriosas páginas en la historia del baloncesto escolar (siguiendo el ejemplo de su padre en el campo del balonmano). La casa parece otra tras tres o cuatro horas de limpieza a fondo y la nevera asemeja un oasis tras la pertinente visita al super.
 
Mis Querubines tienen todo un día por delante para volver a convertir una casa tipo hospital en un hogar-pocilga en el que se encuentran a sus anchas.
 
Por cierto, los viernes a la tarde-noche, no aceptamos visitas. Los sábados a la tarde SI.

martes, 16 de octubre de 2012

Ultimátum

Querubín me ha dado un ultimátum, o dejo de publicar cosas sobre él o no me vuelve a hablar.
 
La verdad es que me lo he estado pensando largo y tendido, por una parte el que no me vuelva a hablar tiene sus ventajas (no volverá a pedirme dinero, no me chillará más, no tendré que escuchar sus negativas, no tendré que sufrir sus alegatos a favor de las salidas nocturnas, nunca volveré a oír que las lentejas son incomibles y el pescado asqueroso...), pero también tiene sus inconvenientes (.....), seguro que tiene sus inconvenientes.
 
Lo cierto es que mi conciencia materna me impide continuar este blog hablando de mi Querubín. Esto me va a suponer varias cosas:
 
- Voy a tener que pagar tratamiento para poder desahogarme contando las peripecias de mi adolescente.
- Tendré que cambiar el blog y hablar de otras cosas si quiero mantenerlo
- Mi ulcera sufrirá mucho
 
Ante todo esto, queridos lectores y lectoras, me gustaría contar con su opinión (estimada opinión, por otra parte) y saber que prefieren que haga con estas humildes páginas:
 
1.- Continuar escribiendo sobre la adolescencia en general y algún/a adolescente en particular, sin recurrir a ejemplos concretos y dejando claro que cualquier parecido del adolescente del que se relata y mi Querubín es mera coincidencia.
 
2.- Pasar a comentar sobre Querubincito (que ya está en la pre-adolescencia) y esperar que este sea menos hábil que su hermano y se entere más tarde.
 
3.- Dejar la adolescencia a un lado y desahogarme contándoos mi día a día.
 
4.- Hacer un bonito blog de escritura creativa-repostería y salud (por ejemplo).
 
Esperando su colaboración (en este momento de duros cambios), se despide por el momento,
 
Madre de un adolescente.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Querubín sin pelos

Algunos de Ustedes (probablemente aquellas personas que no tengan hijos o hijas adolescentes), pensarán que este blog es una venganza más que suficiente por todas aquellas pequeñas cosas que en el día a día me hace mi querido hijo. Ciertamente podría serlo, pero el destino me brindó este verano una oportunidad unica para desquitarme.

Querubín llevaba meses insistiendo para que le dejasemos quitarse los pelos de las piernas (realmente el chiquillo ha salido peludo) y le deciamos que no (somos así, con ganas de fastidiar). El quería afeitarse las piernas y tanto su querido padre como una servidora le decíamos que así sólo iba a conseguir tener aún más pelo.

El sábado vimos que Querubín tenía una sospechosísima calva en una de sus piernas. Al interrogarle confesó que había usado un poquito de mi cera y que no entendía de que me quejaba yo al depilarme ya que no duele. Comprenderán (sobre todo las sufridas feminas que lean este blog y que pasen habitualmente por el trance de la depilación, que aquella frase me enervó y me hizo decir lo que dije:"No te preocupes, corazón, si quieres depilarte con cera, yo te depilo").

Bandas de cera en ristre nos pusimos en marcha. Debo reconocer que los primeros tirones los aguantó mejor de lo que yo esperaba, pero el color de su cara iba cambiando según yo pegaba la banda de cera y me preparaba para el siguiente tirón. Cual sádica madre psicopata me reía al verle dar grititos y decirme que tan fuerte no. Querubincito estaba a mi lado (creo que encantado de la vida de ver a su hermano en semejante trance) y me pasaba con deleite las tiras enceradas.

Ahora Querubín tiene las piernas como el culito de un bebe y no sé porqué, me temo que se lo pensará dos veces antes de volver a pasar por la depilación.

Querubín de vuelta de vacaciones

¡¡Querubín ha vuelto de vacaciones!!. Logicamente tenía que comenzar el curso, muy a su pesar, y a principios de este mes volvimos del pueblo para instalarnos de nuevo en la ciudad (o villa en este caso).
 
Para él ha sido más duro que para los demas ya que en el pueblo ¡¡se ha enamorado!! y así, con cara melancolica y nostalgica nos trajimos al angelito de vuelta a casa. La estampa de Querubín desde entonces es la de un adolescente pegado a un movil, con cascos puestos y aislado totalmente de todo aquello que le rodea.
 
Pero no sufran por Querubín, no lo hagan. La criatura se desfoga de sus demonios internos amargando la vida de Querubincito (cuando a este ultimo no le da tiempo a escapar) y de sus queridos progenitores (mi media naranja y yo) cada vez que abre su linda boquita.
 
A nosotros si nos está costando la adaptación. En el pueblo Querubín salia por la mañana  (mas o menos a la media hora de levantarse), volvía para comer (siempre un poco tarde), se marchaba hacia las cuatro de la tarde, reaparecia para cenar y volvia a marchar hasta las doce (hora oficial de llegada) y media (hora real de llegada). En todo el verano nuestra unica tarea con el angelito ha sido la de tener comida en la mesa y decirle esas bonitas frases que en su momento nos dijeron a nosotros:
 
- "Tú que te has creído, que esta casa es una posada"
-" La siguiente vez que llegues tarde te lo descontamos de la hora de llegar mañana"
-"¿No pensarás irte sin recoger tu cuarto, que crees que estas en un hotel?".
 
Sabíamos perfectamente que eran frases que directamente traspasan la figura adolescente para derramarse en la nada, pero que narices, las tradiciones hay que respetarlas.
 
Ahora, sin embargo, hemos vuelto a la rutina. Querubín desayuna en casa, come en casa, merienda en casa, cena en casa, estudia (je,je,je) en casa, ve la tele en casa, vamos, que está en casa y hay que aguantarle. La verdad, nos está costando. Mi media naranja se lo toma con más filosofia, pone el volumen de los cascos un poco más alto y ya está, yo consigo sobrellevarlo con orfidales, pero mi ulcera, mi ulcera está fatal de lo suyo.

lunes, 23 de julio de 2012

Un Querubín a un movil pegado

Al llegar Querubín a Bilbao, nos hemos encontrado con un adolescente a un móvil pegado. Está en el sofá de casa y le ves escribir continuamente mientras escuchamos continuos pitiditos de mensajes que le llegan al whatsapp.

¿Con quién hablas,cariño? Le pregunto. "Con un amigo ucraniano que ya ha llegado a su casa". Pi, Pi " y ahora" " con una amiga polaca" Pi, pi (antes de que yo le pregunte) " es de nuevo el ucraniano" Pi, pi "ahora es una del cole". Paso de él y de sus pitidos y continuo viendo la tele, cuando de repente, ¡¡sorpresa!! es mi móvil el que pita, me han mandado un whatsapp. Lo abro y es mi ángel que desde el sofá ha decidido hablarme a través del móvil. Al tercer mensajito decido levantarme y apagar el wifi, Querubín me mira con cara de odio y se va desconsolado ante la incomunicación total a la que le acabo de someter.

Pobre Querubín incomprendido¡¡

jueves, 19 de julio de 2012

Siguen las aventuras de Querubín en Inglaterra

Querubín ya ha vuelto de su periplo en Londres, pero como yo no he tenido tiempo para ponerles al día en su momento, les voy a contar con retraso las aventuras y desventuras de mi angelito.

Si leyeron Ustedes la ultima entrada, recordaran que mi niño andaba enamoraó (como el toro de la luna ) de una belga y yo un poco preocupada por mi nivel de francés (que es escaso y no me iba a servir para hablar con mis futuros suegros). Pues no importa, mi criatura se ha encargado de que este no sea un problema y a los dos días se olvidó de la belga (que le había dejado para volver con el ex-novio y se había enfadado para justificar el abandono -tipo telenovela venezolana-) para descubrir que las italianas estaban de muy buen ver.

Querubín, sin asomo de preocupación por que la belga se fuese con otro, comenzó sus andanzas con una , al parecer, guapa italiana (digo al parecer porque de esta no me mandó foto), mientras su amigo del alma se dedicaba a ligar con una francesa tras haber estado con una ucraniana (entiendo que lo tengan que leer dos veces para entender algo ya que los amoríos de los chiquillos parecen una reunión de la ONU).

Cuando mi Querubín llegó a Bilbao y me contó todo esto, yo, cándida de mi, le dije:
"Pero, cuando habláis de ligar, ¿os referís a hablar con ellas y que os den el facebook?" y Querubín con esa cara que pone cuando me mira y sé que está pensando que su madre es tonta, me respondió: "No, cuando digo ligar, digo ligar, vamos con besos y...". En este punto su padre, hombre sabio, le interrumpió bruscamente y le dijo: " a partir de aquí si le quieres contar algo más a tu madre que sea con un abogado delante y sino callate los detalles" y Querubín se calló y mi tórrida imaginación supuso lo que hubo acompañando a los besos y no me gustó nada. Mi Querubín sólo tiene 14 años y el año próximo se va a ir a aprender ingles a  un internado masculino en Soria.


martes, 3 de julio de 2012

Querubín enamorado

Mi querido Querubín está en Inglaterra. Marchó hace una semana y hace dos días me mandó la foto de una guapa niña belga diciendome: "está es la belga". Comprenderéis mi sorpresa. Hasta el momento todas las fotos que me mandaba mi Querubín eran de zapatillas de baloncesto para pedirme permiso para comprarselas y así, de repente, me llega la foto de "la belga". Lo primero que pensé fue que era un error. Mi niño "sólo" tiene 14 años y NO manda fotos de guapas jovencitas...¡¡y menos a su madre!!.

Ayer me llegó una solicitud de amistad al facebook. Querubín quería que me hiciese amiga suya y el facebook sólo me daba dos opciones : "confirmar solicitud" o "rechazar solicitud". Sinceramente hacerme amiga de mi niño en facebook no era lo que más deseaba, pero...rechazar a mi propio hijo. En un arrebato me encontre pulsando el botón de confirmar y allí estaban las fotos de mi criatura en Londres, con el guardia real, con el palacio de Windsor y poniendo frases tan bonitas como:

"I love all the beautiful girls, but you are diferent".  Mire varias veces el perfil para asegurarme que ese individuo romantico era realmente Querubín y luego salí del facebook.

Ahora reconozco que estoy un poco traumatizada. Mi media naranja dice que tengo un pequeño trastorno bipolar ya que ahora no hago más que repetir que sólo tiene 14 años y sin embargo cuando tiene el cuarto desordenado le repito una y otra vez: "como puedes tener así el cuarto con casi 15 años". Yo lo que creo es que tengo que ver lo positivo y pensar que el chocolate belga está buenísimo y que alguna vez tendré que ir a visitar a los consuegros.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Querubín y la comida

Mi Querubín, como Ustedes ya saben, es muy básico. Una de sus necesidades fundamentales es la comida, le gusta comer mucho y bien (le da igual un plato de macarrones, que un salmón con verduras)

Este curso están colaborando en el cole con un programa de alimentación sana que les enseña a comer mejor y les anima a hacer ejercicio. El otro día tenían tres nuevas propuestas del programa y tenían que elegir una de ellas. Podían desarrollar una actividad encaminada a aumentar el consumo de frutas y verduras u otra que hiciese aumentar el consumo de pescado o una tercera que les lleva a hacer más ejercicio. Decidieron que la tercera era la más sencilla y ahora están ultimando su estrategia (creo que esta va a implicar que los padres y madres acabemos bailando batuka en el colegio...benditas criaturas).

Ante esta bonita iniciativa ( y ya que yo estoy a dieta ), he decidido controlar la alimentación de Querubín y controlarle el pan y los dulces (por supuesto con mucha discreción para que no acabe con un trastorno de alimentación -que yo soy mu'psicologa-), pero parece que la criatura no se da cuenta. El otro día me dijo que estaba muy rara cuando no le quise dar el tercer trozo de pan de la comida y por la tarde él y su hermano me llamaron racana cuando no les quise comprar una palmera de chocolate, pero el mayor problema es con la fruta. A Querubín no es lo que más le gusta en el mundo y todos los días tenemos nuestros mas y nuestros menos (más de estos últimos, vamos de los menos, que de los mas). Si hay fresas, pregunta por la nata, si hay sandía quiere un zumo y echarle azúcar, si es plátano lo quiere con leche en batido...(creativo es mucho, mi Querubín) y oigan, que no entiende la criatura por que le decimos que no.

Ahora nos ha pedido una heladera y una licuadora, él es así... un autentico superdotado.

QUERUBINCITO COMIENZA LA PRE-ADOLESCENCIA

Querubín parece que se está formalizando y adquiriendo algunos tintes de madurez (de todas formas el viernes tengo reunión con su tutor e igual tengo que cambiar esta opinión) al mismo tiempo que su querido hermano va entrando en esa pre-adolescencia que en estos tiempos es tan precoz.

Querubincito lleva unas cuantas notas este curso en las que se nos va informando detalladamente de como nuestro chiquillo no ha hecho los deberes de lengua, de ingles, de euskera, etc... Por supuesto, siempre es debido a que otro (u otra) de sus compañeros le ha entretenido y no ha podido apuntarlo en la agenda. Hasta ahora el problema parecía ser únicamente de memoria, sin embargo ayer trajo un castigo: A nuestro Querubincito le habían hecho copiar 100 veces:

"Soy un niño bueno pero hago enfadar a la gente". (La verdad es que el castiguito dió en el clavo...¡¡me agarre un mosqueo con el angelito¡¡)

Al niño bueno le he hecho levantarse hoy a las siete a estudiar ingles ya que ayer dedicó su tiempo de estudio a escribir el castigo.

*Dedico esta entrada a mi querida amiga Eva.¡¡Que sepas que despues de tu ángel...comenzará tu angelito¡¡. Besos y animo.

viernes, 4 de mayo de 2012

QUERUBIN ATACA DE NUEVO

Llevo un tiempo con el blog desatendido, no por falta de ocurrencias de mi Querubín, sino por falta de tiempo, pero aquí estoy de nuevo dispuesta a ponerles al día de las visicitudes de mi adolescente favorito.

Antes de ayer por la noche Querubincito se puso malo y vimos que al día siguiente (ayer) tendría que quedarse con sus abuelos sin poder ir a clase. Según lo hablabamos mi media naranja y yo, íbamos viendo como a Querubín le cambiaba la cara.

Como antecedentes les contaré que los dos tenían exámenes en estos días y que Querubincito se iba a librar de hacer uno de ellos por tener que quedarse en casa, mientras Querubín sufría por la terrible envidia.

Todo esto ocurría hacia las nueve de la noche del miércoles, a las nueve y cuarto Querubín juraba que le dolía mucho la cabeza, a las nueve y media se puso el termómetro y vio -para su desesperación- que no tenía fiebre. A las diez menos cuarto nos suplicaba, con cara de enfermo, que hablásemos más bajo que le dolía muchísimo la cabeza. Ante semejantes muestras de dolor y enfermedad, le mandamos a la cama, pero se recuperó milagrosamente (estamos por llamar al Vaticano para que tengan constancia del hecho) por obra y gracia de San Mames -y el partido que jugaban el Athletic con el Real Madrid y que quería ver-.

Por supuesto, ayer jueves, Querubincito no pudo ir al colegio y sin embargo Querubín fue  y tuvo que hacer el examen de física, pero aún tenía esperanzas de convencernos de su terrible enfermedad y librarse del examen que estará haciendo hoy mismo. Tuvo mala suerte mi Querubín. Le pillé mientras se colocaba el termómetro cerca de los huevillos con la esperanza de que la temperatura fuese mayor en esa zona.

¡¡Angelito mío!! ¿Qué tal estará haciendo el examen de inglés?

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Que quieres ser de mayor?

El otro día, mi media naranja y padre de Querubín comenzó durante la comida a interrogar a nuestro ángel sobre su futuro académico. El próximo curso tiene que elegir optativas de ciencias o letras y queríamos saber hacia donde puede querer dirigirse.

-"¿Qué carrera te gustaría estudiar?", le preguntó su querido padre.
-Uhmmm, no sé, comenzó a pensar Querubín. "Yo quería ser médico, pero... creo que no, que no me apetece estudiar tanto. Igual...astronauta"
- "Bien, le contestó impertérrito su padre, me parece muy apropiado ya que habitualmente estas en la luna".
- "Que era broma", le dijo Querubín. "Mejor algo de Educación Física"
- "Para eso te vas a tener que preparar mucho que las pruebas de entrada al IVEF son muy duras", le contestó su padre -dispuesto a enfrentar a nuestro niño con la dura realidad-.
- Querubín se lo pensó un poco y sentenció: "Vale, pues arbitro de baloncesto que a los de fútbol les pegan a la salida".

Yo me quede muy satisfecha, uno de sus amigos quiere ser o cajero de burger king o el que abrocha los cinturones en Port Aventura. Bendita reforma educativa.

martes, 20 de marzo de 2012

La comida...¡¡que placer!!


Estos días mi Querubín ha estado con los nervios a flor de piel. Supongo que el hecho de que les estén dando las notas y en alguna asignatura tenga que hacer sumas, restas y divisiones para ver si le da la media, tendrá algo que ver (expectante estaré hasta el viernes que le dan el boletín). Imagino que también tendrá que ver alguna hormona que esté en este momento más descontrolada (todas moviéndose a la vez en algún momento tiene que ocurrir).

Normalmente que mi Querubín esté nervioso desencadena una gran cadena de acontecimientos.

Querubín nervioso---pega a Querubincito---Querubincito gruñe---yo intervengo y castigo a Querubín por pegar y a Querubincito por gruñir a gritos---Querubín se queja---Querubincito gruñe más fuerte---yo comienzo a descontrolarme---Querubín se va a su cuarto pegando a Querubincito al pasar a su lado---Querubincito llora (nunca sabremos si son falsas o no sus lágrimas)---yo castigo a Querubín y le digo a Querubincito que se calle---el padre de las criaturas se quita los cascos (que no han conseguido amortiguar el sonido de la bronca, pega cuatro gritos y reina la calma de nuevo.

El sábado, para evitar lo anteriormente expuesto, me lleve a Querubín a la peluquería. Se enfado (mi ángel debe creer que es Sansón y que el corte de pelo le va a robar toda la fuerza), pero vino conmigo. Le cortaron mucho (para él demasiado) y fue enfurruñado un rato largo. Al final le dije:Venga, te invito a merendar. Esto desencadeno otra cadena de acontecimientos:

A Querubín le brillaron los ojos---Querubín acelero el paso--- llegamos a la cafetería y Querubín estudio la carta de meriendas con una atención que si dedicase al estudio no bajaba del sobresaliente---Querubín decidió: un café bombón y un pastel---Vino el camarero---se fue---volvió---no había café bombón y mi niño tenía que ir a elegir pastel---la decepción se reflejó en la cara de mi ángel---se marchó---volvió con una gran sonrisa---el camarero trajo los cafés sin el pastel---Querubín comenzó a ponerse nervioso---volvió el camarero con el pastel y entendí la sonrisa de Querubín...¡¡¡era un trozo enorme de bizcocho de chocolate con una cobertura de más chocolate y relleno de dos capas de chocolate!!!---la felicidad de Querubín era tan evidente que hasta me ofreció un trozo de su pastel.

P.D.: Posibles interesadas en conquistar a Querubín...con un pastelito lo tendréis muchooooo más fácil.

viernes, 16 de marzo de 2012

wifi

Ayer Querubín venía muy ofendido por una noticia que había leído en el periódico. Al parecer en Canadá han prohibido instalar sistemas wifi en colegios y hospitales por el riesgo que pueden suponer para la salud (aumento de los casos de canceres).

Según Querubín en el colegio tienen un montón de puntos wifi lo que para él es un grave riesgo de poder tener cancer (y ya saben Ustedes que mi Querubín con la salud no juega). Lo curioso del asunto no es esto, sino que lo que a mi niño realmente le ofende es que estos puntos wifi tienen contraseña y por lo tanto no pueden utilizarlos si llevan una psp al cole (instrumento de estudio altamente necesario) o un móvil con acceso a internet (también muy importante, por ejemplo para aprender geografía).

"Encima sólo lo pueden usar los profesores, decía indignado, y luego el cancer para nosotros".

 Creo que mi Querubín de mayor va a ser sindicalista.

lunes, 12 de marzo de 2012

Mi Querubín y las chicas

Este fin de semana, Querubín ha ido de convivencia con su grupo de tiempo libre. Están estructurados por edades y en el grupo de mi ángel solamente hay niñas y él. Para otro adolescente esto seria una gozada, pero para mi niño, no. NO. Él se encuentra fuera de lugar entre tanta compañía femenina.

Ayer a la noche, tras un fin de semana agotador, Querubín en su cansancio me desveló sus penas.

-Querubín: "Es una mierda estar en un grupo sólo de chicas, no puedo hacer nada. Quiero que vengan más chicos"
- Yo: "¿Pero que es lo que pasa?¿Qué problema tienes porque sean chicas?
- Querubín: En el otro grupo (los que tienen un año menos) se lo pasan de maravilla. Se juntan todos los chicos y se divierten.
-Yo (en mi ignorancia y desde mis convicciones feministas arraigadas): Cariño, ¿tú no puedes hacer las mismas cosas con las chicas?
-Querubín (con cara de asombro):¡¡¡NOOO!!!. Los del otro grupo hacen concursos de eruptos, de pedos...¡¡se lo pasan en grande!!. Si yo lo propongo en mi grupo chillan y dicen...¡¡Que asco!!.

Sin palabras me dejo mi Querubín.

viernes, 2 de marzo de 2012

Otra vez aflora la hipocondria

Esta claro que si uno es hipocondriaco...pues eso, que lo es y mi Querubín lo es.

El otro día y dado que por la lesión del entrenador no está pudiendo hacer todo el ejercicio que a mi me interesa que haga (quemando de esta manera toda la energía que le sobra), le mande a correr. Reconozco que sólo a mi se me ocurre comentarle que salga pronto ya que cuando oscurece me da más miedo que corra por donde suele ir.

Mi niño (que casi es más cagaó que hipocondriaco) ya salió de casa con el miedo en el cuerpo. Yo, mientras tanto, cogí butaca y un buen libro para disfrutar del relax que las actividades deportivas de mis chiquillos me permiten un par de días a la semana.

Diez minutos más tarde Querubín llamó nervioso al timbre. ¡¡Ya has acabado de correr!!, le grite yo, que había visto interrumpida mi paz mucho antes de lo esperado.

Querubín: "Es que estoy muy mal, muy mal. Me duele aquí (se señalaba el pecho) y me ha estado palpitando muy rápido el corazón"
Yo: "Querubín, cariño, eso es muscular, seguro. Tranquilizate, date una ducha y te preparo una tila"
Mi niño: "Una ducha, UNA DUCHA, eso es lo que se te ocurre y yo me estoy muriendo. ¡¡No creo que pase de hoy!!"
Yo, que le conozco como si le hubiese parido, resople. " !!Encima resoplas¡¡, Querubín comenzó a llorar, ¡a mi me está dando un infarto y tú resoplas!".

Comprendanme, yo no sabía que hacer. Querubín lloraba nervioso, a mi ya no se me ocurrían argumentos para tranquilizarle y él gritaba que por favor, por favor, le llevase al médico.

Al final no pude sino ponerme los zapatos y salir de casa con un quejumbroso Querubín a mi lado, camino al médico. Al llegar al primer cruce me dijo: "Es que además, yo iba preocupado por lo que me habías dicho -que me daba miedo que estuviese por aquella zona al oscurecer- , y de repente me han agarrado la pierna, y yo llevaba los cascos puestos y me he asustado mucho...  y al final era un perro".

Agarré a Querubín, di la vuelta hacia casa y tras convencerle de que todo corazón normal late más rápido al recibir un susto, pareció quedarse más tranquilo.

Ayer fuimos a la Biblioteca y se empeño en coger un libro sobre la predicción maya de que el 22 de diciembre se acaba el mundo...¡¡menudo año nos espera!!.

martes, 21 de febrero de 2012

Viaje a Birmania

Una amiga mía, fiel comentarista de este blog y madre de un joven recién salido de la adolescencia (o como ella se empeña en asegurar, adolescente a punto de entrar en la juventud), se ha ido de viaje a Birmania.

La historia del viaje es larga y peculiar, ya que sus hermanos han tenido el destino del viaje oculto hasta el ultimo día y ella no sabia a donde la iban a llevar (ni siquiera sabia si tenía que llevar ropa de abrigo o no), pero la conclusión es que esta fuera (y lejos) y ha dejado aquí solos a sus dos hombres.

En un correo que nos ha enviado desde la lejana Birmania (que no puedo evitar me recuerde al demonio de Tasmania, pero debe ser por que rima), nos pedía que cuidásemos a su ángel y a su media naranja. Cuando lo leía, me sentía incapaz de llamar a su casa y comentarles a dos hombres (uno hecho y derecho y el otro que está en ello) que era para saber si estaban comiendo bien y si tenían problemas con las tareas domesticas. Si embargo, la petición de mi amiga seguía ahí y sólo se me ha ocurrido una manera (ya que sé que su ángel lee de vez en cuando este blog)....

!!!Querubín de mi querida amiga:

* Portate bien
* Come en condiciones
* Combina la ropa con gusto (piensa en como lo haría tu madre)
* y estudia mucho. !!!

Que conste que se tiene que leer con el mismo tono que cualquier madre emplearía para dirigirse a su propio angelito.

Besos y no sufráis,  que la Birmana vuelve pronto.

Telefono

Hace poco volvía yo de una reunión de trabajo en la que muchas de las personas asistentes tenían iphone, samsumg galaxi pro acer mini x plus S III ( o algo parecido). Al llegar a casa, se lo conté a mi media naranja y le dije: " en cuanto se me acabe la permanencia del movil, me voy a comprar un iphone (que a mi a tesnologica no me gana nadie)". En una micromilesima de segundo Querubín (accionado por las palabras iphone y comprar utilizadas en la misma frase), apareció ante nosotros.

Querubín: "Vale, te compras el iphone y me lo das"
Yo, con una media sonrisa en la cara: "no, cariño, el iphone sería para mi. A ti te daría mi viejo movil"
Querubín: "Mira amatxu, un 43% de las personas mayores que tienen un smartphone no saben utilizarlo...y tú serías una de ellas".

En aquel momento, yo (que tengo un par de blogs, cuenta de facebook y manejo desde el photoshop hasta el quark...y he pasado de los cuarenta hace poco) me alteré ligeramente y le anuncié que el siguiente movil que él iba a tener tendría tapa, números grandes y NO sería tactil.

Querubín aún no me habla, pero no me importa, creo que más de un 43% de los adolescentes no mantienen una comunicación fluida con sus madres.

jueves, 9 de febrero de 2012

NOTAS



Ayer mi Querubín entró por la puerta anunciando a gritos que había sacado un 9 en tecnología y un 7 en natur. Su querido padre (que para más datos es profesor en el mismo centro que la criaturita) entró preguntando si no tenía más notas. Querubín simplemente contestó: "no".

Pasaron las horas y con ellas la tarde y al anochecer, su padre (que ya debía estar explotando por dentro de aguantarse), le preguntó directamente: ¿La nota de Geografía, no te han dado?. Se hizo un profundo silencio en casa. Yo estaba en la cocina y me sobresalte por ese momento en el que se oían las respiraciones (la de Querubín un poco más acelerada). Al final contestó: "Una parte la he aprobado (esto en su vocabulario es un 5 por los pelos) y la otra la he suspendido".

Su padre, que tiene un mayor autodominio que el mío, calló. Yo llame a mi criatura a la cocina y comencé con ese discurso tan famoso..."no te conformas con no estudiar, ni con suspender, encima tienes que engañarnos, etc, etc, etc...". Querubín me miró con los ojos llorosos (yo pensaba que de arrepentimiento) y me dijo: "me parece mentira que te pongas así, no os lo había dicho porque voy a recuperarla y para que os iba a dar un disgusto".

Aunque no se lo puedan creer, yo tenía una sartén en la mano y no le dí con ella. Mi media naranja me debe estar contagiando el autodominio.

miércoles, 8 de febrero de 2012

QUERUBIN Y EL FRÍO

En estos fríos días en los que la masa de aire siberiano amenaza Bilbao (prometiéndonos una nieve que no acaba de llegar), Querubín sale a la calle vestido de una peculiar manera.

Mi criatura lleva guantes de cuero (robados a su querido padre), una bufanda (cogida del armario de su querida madre), una chaqueta de invierno (¡¡¡bien!!!) y...una camiseta. Podrían Ustedes pensar que en esta indumentaria falta un jersey (estamos a 2º), pero entonces pensarían lo mismo que yo, pero no lo mismo que Querubín.

Ayer mismo entraba en casa aterido de frío y agradeciendo el calor del hogar (esta vez en su sentido más literal), pero sin jersey.

A la tarde mi criaturita se fue a entrenar. Como saben Ustedes de otras ocasiones, mi niño es un sabio y como tal es despistado. Imaginen, imaginen...no había entrenamiento, con lo cual estuvo una hora dando vueltas por el barrio a la búsqueda de algún familiar cercano (no llevaba móvil ya que al final el puck le pidió el pin y luego...vamos, que no sabe donde está) para poder entrar en casa (no llevaba llaves, ya que se le habían olvidado) y entrar en calor.

Cuando nos lo encontramos (sus tíos y yo) estaba enrojecido (no sabemos si del frío o de llevar una hora corriendo por todo el barrio) y en pantalón corto, camiseta y chamarra. Sus tíos se horrorizaron y apenaron, a mi (mucho más acostumbrada a las querubinadas), me entró la risa.

Cuestiones para meditar:
¿Por qué no había entrenamiento y Querubín no se había enterado?
¿Por qué teniendo jerseys y sudaderas no los usa en invierno?
¿Por qué NUNCA lleva el móvil?

viernes, 3 de febrero de 2012

Querubín y Querubincito

Creo que ya les he contado en más de una ocasión la peculiar "relación" entre Querubín y su hermano pequeño: No le aguanta (así, sin más, sin matices).

Yo, madre abnegada y preocupada por los continuos enfados y peleas fraternas que se dan en mi hogar, lo comenté con una amiga. Ella, mu´psicologa, me dijo que probase a hablar del tema con Querubín y que tal vez fuese una cuestión de que llegase a perdonar a su hermano por existir (¡¡manda narices!!). Como también les he dicho en otras ocasiones, yo también soy mu´psicologa (como mi amiga) y decidí que una tarde cualquiera al quedarme a solas con mi niño iba a comenzar el interrogatorio.

Dicho y hecho, agarre a Querubín, le senté en el sofá (impidiéndole la salida para que no escapase al sacar el tema de Querubincito) y comencé a preguntar. Mi niño (que es un sabio) enseguida se dio cuenta por donde iban los tiros y debió pensar que o cortaba aquello de raíz o íbamos a estar media tarde en el sofá, con lo cual me plantó:
"Que quieres que te diga, que no quiero a mi hermano, pues no. Por ejemplo, si él se quisiera suicidar y se tira por una ventana, yo lloraría. ¡¡Entonces le quiero, no!!.".

La verdad, me hubiese gustado que mi amiga estuviese allí, pero como no estaba, acaricié a Querubín como se hace con los perritos y puse la tele, ¿me comprenden, verdad?.

martes, 31 de enero de 2012

El movil



Querubín quiere un móvil. No es que no tenga ya uno, pero no es lo suficientemente moderno, ni lo suficientemente caro, ni lo suficientemente díficil de manejar, ni lo suficientemente de marca de moda para poder presumir de el. Mi niño insiste día a día en que su móvil es un mierda y nosotros, sus queridos progenitores insistimos día a día en que bastante tiene con ese móvil para lo que lo usa.

La relación de mi criatura con este aparato es de amor y odio. No lo utiliza para los fines convencionales que es llamar y ser llamado (si intentas localizar a Querubín siempre te saldrá una voz que diga: "el teléfono marcado está apagado o fuera de cobertura"), pero si para escuchar música (a pesar de tener un mp3), para sacar fotos (a pesar de tener una cámara) o para jugar (a pesar de tener una psp). Sin embargo esta relación con su móvil no está basada en la fidelidad y la constancia. Hay temporadas, largas temporadas en que mi niño pierde el móvil (vamos, que queda enterrado entre la montaña de cosas desordenadas de su cuarto, en algún bolsillo de algún pantalón que ha acabado arrugado y sucio en algún cajón,...). Esta semana pasada ha sido una de ellas.

El domingo a la noche buscando un mando de la wii, encontró el móvil (el mando de la wii aparecerá en otra ocasión) y como llevaba una larga temporada desaparecido...no recordaba el pin.

Yo me había metido ya en la cama y oía un pitido cada dos minutos indicando que mi ángel no conseguía meter el pin correcto. Cuando ya estábamos mi ulcera y yo preparadas para levantarnos y hacer que Querubín se comiese el telefónico, él vino feliz y contento y con el teléfono en marcha.

"Mira, mira -me dijo con una sonrisa de oreja a oreja-, he conseguido encenderlo. No me acordaba del pin, pero de repente me ha pedido el puck y pensando he decidido que seguro que si usaba los números que forman los ángulos de un cuadrado funcionaba y ha funcionado. ¡¡Soy un superdotado!!"

Supongo que Ustedes estarán intentando descifrar lo que mi querido Querubín me quiso decir. Les voy a dar un consejo: no lo intenten, no merece la pena intentar pensar como un adolescente. Yo no lo hice, simplemente le di un beso y no quise preguntar donde tenía el cargador del móvil.

lunes, 30 de enero de 2012

El teléfono



Un día a la semana mi Querubín entra a clase a las 8 en lugar de a las nueve, y por lo tanto, se "despierta" mucho más dormido de lo habitual. La semana pasada se levantó (que no despertó), se vistió, desayunó y se marchó a clase.

Al cabo de diez minutos sonó el portero automático. Era su amigo (con el que va a clase todos los días), preguntando si bajaba Querubín. "Ha marchado hace un rato, se habrá despistado", le contesté yo y mientras tanto pensé "¡¡Este hijo mio es un desastre!". Pasaron cinco minutos y yo también me marché a trabajar.

Pero... camino al trabajo recordé "el sucedido" y mi imaginación - que tiene la mala costumbre de hacer lo que le viene en gana- decidió comenzar a trabajar. Les cuento la historia que fui desarrollando en los escasos diez minutos que tengo de casa al trabajo:

"Querubín ha bajado en el ascensor, le han parado en uno de los pisos y un hombre se ha montado con él y le ha obligado, navaja en mano, a ir al garaje donde le ha metido en un coche con la clara intención de secuestrarle (al estilo de los secuestros-express mejicanos),  y yo,  mientras tanto,  he dado por hecho que mi niño es un desastre despistado y que simplemente se había olvidado de esperar a su amigo y se había ido sólo al cole. En este momento de la historia la parte racional de mi imaginación se preguntaba para que iban a secuestrar a nuestro niño, pero enseguida encontré la explicación...Unos pisos más abajo, seguro, vive algún político influyente al que quieren extorsionar secuestrando a su hijo que, casualmente, es igualito a mi Querubín. En esta parte de la historia es cuando vendría como el secuestrador quiere llamar a nuestra casa para pedir el rescate y le pregunta el teléfono a mi niño...".

Mi imaginación quedo inmediatamente relegada y de un empujón dio un paso adelante la madre de todos los días que pensó: ¿sabe mi Querubín el teléfono de casa -por si un secuestrador equivocado se lo pide para pedir un rescate-?

Conclusión de este maternal sucedido mañanero: Según llegué a casa por la tarde Querubín (que simplemente se había olvidado de su amigo y había ido en estado catatonico al cole) y Querubincito (que pasaba por allí) sufrieron un interrogatorio para ver si se sabían el teléfono (el de casa y el móvil, por si acaso).

Moraleja para otras madres y padres de familia: A la famosa frase de nuestras abuelas recordándonos la necesidad de llevar ropa interior y calcetines limpios "por si nos pasaba algo y teníamos que ir al hospital", podemos añadir en esta época de sobresaltos la necesidad de saberse el teléfono por si nos secuestran a las criaturas.

lunes, 23 de enero de 2012

Querubincito y la familia

Hoy me van a permitir que hable de Querubincito (aunque aún no sea adolescente).

A finales del pasado año nos comunicaron desde el colegio de la criatura que había ganado el primer premio de un concurso de cuentos. Yo, que soy muy comedida para estas cosas, llamé a toda la familia y escribí un correo electrónico a todas aquellas personas que conocen a mi criatura. Conclusión: aproximadamente unas doscientas personas tenían al día siguiente conocimiento del sucedido.

Pasado el día de Reyes, desde la sede del periódico que organizaba el concurso, llamaron al colegio y les preguntaron cuantas personas íbamos a ir a la entrega del premio. Empezamos a echar cuentas: Los abuelos, las tías, sus primos, nosotros (sólo los progenitores, Querubín decidió que no le apetecía ir a ver a su hermano en su momento de gloria)...9 personas (el resto de la familia y allegados no podían por motivos laborales, que sino también vienen y tenemos que flotar un autobús).

Día 19 de enero, entrega de los premios: Entramos en la recepción del periódico y la ocupamos por completo, parecíamos muchos más de 9. Otra ganadora iba acompañada únicamente por sus progenitores y su hermano y el tercero de los premiados solamente fue con su madre. Nuestra familia iba muy alegre, charlatana y con ganas de hacernos notar...una excursión en toda regla.

Nos metieron en un precioso txoko en el que habían preparado una merendola (gominolas, patatas, bocadillos de jamón, etc...) y allí les entregaron los premios (a mi niño un ordenador). Durante la solemne entrega se podía oír a su prima por detrás :"¿puedo comer ya las gominolas?, ¿puedo comer gominolas? ¿puedo...".

Una vez entregados los premios y mientras los organizadores nos daban el pertinente rato de educada conversación, los tres infantes de nuestra familia se dedicaban a dar buena cuenta de la merienda (Querubincito corría tras su primo acusándole de haber comido 9 regalices), pedían un baño donde aliviar sus necesidades y en definitiva parecían una docena de preciosas criaturas (yo no sabia muy bien si recodábamos más a una familia del sur de Italia o la de las películas de Paco Martinez Soria).

Creemos que por muy bueno que sea el cuento de nuestro Querubincito, el próximo año no van a concederle premio alguno. Su familia sale muy cara en golosinas.

Tuvimos la decencia, que somos muchos pero muy bien "educaos", de no aplaudir sólo cuando le dieron el premio a nuestro niño, sino cuando ya los tres tenían sus regalos.

martes, 17 de enero de 2012

Mi Querubín y las enfermedades (parte II)

Este fin de semana me ha tocado trabajar. Llegue a casa hacia las seis de la tarde del domingo y el panorama que me encontré era desalentador, Querubín estaba tumbado en el sofá tapado con dos mantas y sin apenas levantar la cabeza al oírme llegar. Su querido  padre estaba en el ordenador viendo una peli.
-¿Que te pasa cariño?, pregunte yo.

- Me dueleee el cueeello y la caabeza..., me dijo Querubín en un tono apesadumbrado y arrastrando las palabras.

Al acercarme a él para darle un beso, me alarme, ya que sólo con acercarme note una ráfaga de aire caliente que me envolvía. - "Este niño tiene fiebre", dije, mientras corría hacia el baño a por un termómetro.

Le mandé ponerse el termómetro y cuando sonó, me acerque preparada para llevarme un disgusto, pero no, allí marcaba 35,6º, vamos, mi Querubín no tenía fiebre.

Comprenderán Ustedes mi desconcierto, el niño ardía y el termómetro , sin embargo, indicaba que su temperatura era normal. En ese momento me fije mejor en él, ese tremendo volumen que tenía su figura y comencé por quitarle las dos mantas en las que se había envuelto, seguí por el forro polar, los dos jerseys, uno de los dos pares de calcetines y la almohadilla de calor que rodeaba su cuello. Mejoró mucho la criatura.

Enseguida se levantó a merendar (el hambre no la pierde mi Querubín), mientras me decia: "Peroooo, llama al médicooo, me dueleeee el cueello". A estas alturas yo ya me había puesto a deshacer la maleta y pasar un poco de él, no se si se entenderá mi postura.

lunes, 9 de enero de 2012

Los Reyes Magos y la batamanta


En alguna entrada anterior les he comentado, como Querubín tiene muchas tías (incluso en alguna ocasión les he hablado de alguna de ellas), pero aún no había aludido en este blog a esta tía en concreto que hoy se merece una entrada.

La tía de Querubín escribió esta año su carta (ella es muy ordenada y responsable y la mandó puntual y correctamente). Por supuesto, sus Majestades la recibieron y no cayó en saco roto (a pesar de que las risotadas al ver que había pedido una bata-manta casi le producen una contractura a Gaspar que ya está mayor).

Por supuesto, los Reyes Magos, se pusieron inmediatamente en  marcha y , descartada por falta de tiempo la opción de compra por internet, comenzaron a llamar a los grandes centros comerciales.

Reyes Magos (o Reina Maga en este caso): ¿Tienen Ustedes bata mantas?
Telefonista de El Corte Ingles: Perdón, ¿bata que¡¡?
Reina Maga (un poco avergonzada): Nada, nada que me he confundido, que preguntaba si está Marta.

Al final, una de las llamadas fue a Primark y allí les contestaron a los Reyes: "Si, en la planta de arriba, sección hogar". Raudos cogieron el coche (que los camellos están muy bien en Oriente, pero no son nada prácticos en Bilbao) y se fueron a por la bata-manta. Allí estaba...¡¡impresionante!!. Gaspar la veía semejante a un galgo, a Melchor le recordaba más a un leopardo y a Baltasar...¡¡no le salían las palabras!!.

Mi querida cuñada ya tenía su bata-manta. La mañana de Reyes al recibirla se la vio emocionada con el regalo e incluso se la probó, pero los Reyes se han dado cuenta de lo mucho que le ha gustado cuando han recibido un mensaje con dos fotos....¡¡La tía de Querubín en el sofá leyendo un libro con la bata-manta puesta!!.

Claro, como todo se pega, Querubín y Querubincito han dicho que para sus cumpleaños van a pedir una bata-manta. ¡¡Angelitos!!

martes, 3 de enero de 2012

De cuando se crece más de lo que se va madurando. Primera parte

Tengo que comunicarles que a Querubín ya le están saliendo pelos por todas partes.Lo que empezó con unos pelillos en las axilas (dando origen a este blog), se ha convertido en una invasión del cuerpo de mi "pequeño". En estos días navideños he comenzado a notar como su cara (hasta ahora suave), comienza a rascar mostrando incipientes pelos que pronto llenarán y poblarán una......BARBA.

Todo esto hace que a mi me ocurran varias cosas:

1ª Me siento más vieja. Entiendanme, no es lo mismo llevar de la mano a dos infantes imberbes que ir acompañada por un enorme individuo que proclama ser tu hijo.

2º Tiemblo al pensar en la cantidad de días de compras que me esperan para renovar un vestuario que ya no le va a servir para nada y que pasará a engrosar el armario de su hermano pequeño.

3º Me espera una renovación en casa. Mi chiquitín se empieza a quejar de la greca de ositos, balones y soldaditos de plomo de la pared su cuarto. Esto hace que los pelos se me encrespen y me suba la tensión. Odio las obras.

4º Tengo que aguantar a un niño-hombre-adolescente-monstruo que no se entiende ni él y cuya frase favorita ha pasado a ser (mirándome a los ojos): "No te entiendo, es que no te entiendo".

Él, sin embargo, está dispuesto a pasar esta etapa de su vida sin grandes complicaciones, tumbado en el sofá y jugando a la Play y claro, cuando le hago levantarse y apagar la maquina, me mira y dice: "No te entiendo, es que no te entiendo".

Sin embargo, en el momento en el que le levantamos del sofá (hace falta que ejerzamos presión mi querida media naranja, mi ulcera y yo para lograrlo), se transforma. Aparece un niño de unos catorce años, cuya única función es meterse con su hermano (al fin y al cabo es la tarea a la que más horas ha dedicado en sus últimos diez años de vida) e intentar quitarle la nintendo.

Querubincito: "Dame la Nintendo, es mía"
Querubín: "Estoy jugando a un juego de lógica y Ama me ha dicho que es bueno para mi"
Querubincito: "Ama, ¿tú le has dejado a Querubín mi Nintendo? (todo esto gritando, por supuesto)"
Yo: "A mi no me metáis en vuestros líos"
Querubín: (gritando más que su hermano y con más potencia de voz) "Me dijiste que los juegos de lógica eran buenos y por eso le quito la Nintendo"
Yo: "Si, pero te dije que hicieses en una revista de pasatiempos, no con una máquina"
Querubincito: "Ves, DAME MI MAQUINA"
Querubín (mirándome a los ojos): "NO TE ENTIENDO, AMA, ES QUE NO TE ENTIENDO".

Creo que esto es lo que llaman desfase generacional.