domingo, 25 de noviembre de 2012

Por todas ellas

 
Hoy toca la primera entrada seria de este blog, hoy no voy a escribir sobre Querubín sino para Querubín y para todos aquellos que están en esos años en los que se aprende a ser hombre, ya que quiero pedirles que aprendan a serlo de verdad.
 
Quiero decirles que a las mujeres no se nos pega, no se nos insulta, no se nos desprecia, no se nos maltrata. A ninguna mujer.
 
Me gustaría que aprendiesen  que ser hombre no es ser violento, que no se es más hombre por dominar a una mujer, sino más cobarde.
 
Hoy quiero decirles que se hagan mayores, adultos, responsables, entendiendo a la mujer como una igual. Que se den cuenta que las mujeres tenemos los mismos derechos, que las mujeres podemos decidir, que debemos tener voz y voto en todas las ocasiones.
 
Quiero que Querubín sepa y aprenda que el cuerpo de las mujeres es nuestro, que tenemos derecho a decidir sobre el. Que podemos ser madres pronto o tarde, que podemos elegir no serlo. Que sepa que tenemos derecho a decir con quién queremos vivir (o si queremos vivir solas), que da igual que nuestra pareja sea hombre o mujer.
 
Me gustaría que entendiese que nadie tiene poder para violentar a otra persona. Que el marido, la pareja, la ex-pareja, el padre, el jefe, que pega a una mujer, que la insulta, que la agrede, que la viola, que la violenta, que la asesina, no vale nada y debe ser denunciado y repudiado también por sus iguales.
 
Deseo que Querubín y los que están haciéndose hombres como él sean personas que entiendan la igualdad, que la respeten y la deseen. Que no traten a las personas según su sexo, que no desprecien a nadie. Que no se sientan menos hombres por derramar una lágrima o defender a una mujer frente a otro hombre.
 
Hoy, día contra la violencia contra las mujeres, me gustaría que dentro de veinte años no tuviera que celebrarse este día.

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