viernes, 4 de mayo de 2012

QUERUBIN ATACA DE NUEVO

Llevo un tiempo con el blog desatendido, no por falta de ocurrencias de mi Querubín, sino por falta de tiempo, pero aquí estoy de nuevo dispuesta a ponerles al día de las visicitudes de mi adolescente favorito.

Antes de ayer por la noche Querubincito se puso malo y vimos que al día siguiente (ayer) tendría que quedarse con sus abuelos sin poder ir a clase. Según lo hablabamos mi media naranja y yo, íbamos viendo como a Querubín le cambiaba la cara.

Como antecedentes les contaré que los dos tenían exámenes en estos días y que Querubincito se iba a librar de hacer uno de ellos por tener que quedarse en casa, mientras Querubín sufría por la terrible envidia.

Todo esto ocurría hacia las nueve de la noche del miércoles, a las nueve y cuarto Querubín juraba que le dolía mucho la cabeza, a las nueve y media se puso el termómetro y vio -para su desesperación- que no tenía fiebre. A las diez menos cuarto nos suplicaba, con cara de enfermo, que hablásemos más bajo que le dolía muchísimo la cabeza. Ante semejantes muestras de dolor y enfermedad, le mandamos a la cama, pero se recuperó milagrosamente (estamos por llamar al Vaticano para que tengan constancia del hecho) por obra y gracia de San Mames -y el partido que jugaban el Athletic con el Real Madrid y que quería ver-.

Por supuesto, ayer jueves, Querubincito no pudo ir al colegio y sin embargo Querubín fue  y tuvo que hacer el examen de física, pero aún tenía esperanzas de convencernos de su terrible enfermedad y librarse del examen que estará haciendo hoy mismo. Tuvo mala suerte mi Querubín. Le pillé mientras se colocaba el termómetro cerca de los huevillos con la esperanza de que la temperatura fuese mayor en esa zona.

¡¡Angelito mío!! ¿Qué tal estará haciendo el examen de inglés?

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