miércoles, 29 de junio de 2011

LONDRES

Querubín me deleita día a día con sus llamadas y mensajes desde la capital londinense. Sus preocupaciones son por este orden:

1.- La comida
2.- La carestía de la vida

Las conversaciones que mantenemos son más o menos así:

Yo:-Hola cariño, ¿Qué tal estas?
Querubín:- ...bieeeen...La comida es muy mala.
Yo:- ¿Qué te han puesto hoy para comer?
Mi cielito: Unos sandwiches parecidos a los de ayer, pero hoy me los he comido mejor.
Yo:- ¿Estaban más ricos?
Angelito:-No, pero yo tenía mucha más hambre.
Yo:-¿Por lo demás que tal?
Querubín: -El desayuno una porra, es lo único que no nos ponen ingles. Nos dan leche con cereales y una tostada.
Yo:- Bueno, por lo menos eso es como lo de aquí.
Cosita:-¡¡¡Pero yo quería probar las tostadas con alubias!!.
Yo (intentando controlar las arcadas de mi ulcera):-casi mejor, cariño. Cuentame algo más.
Querubín: Está todo muy caro. Me compré una hamburguesa de una libra.
Yo:(con un tono un poquito más alto): ¿Y lo demás, cielo? ¿Las clases, las excursiones, la gente, la familia...?.
Ángel: -Bien. También me he comprado dos botellas de agua, muy caras, que hace mucho calor.
Yo:-Pues nada guapo, voy a colgar que la llamada también es muy cara y tu padre está preparando una pizza para cenar (así se lo dije, sin resquemor).

También me manda mensajes:

Ayer, 17:00 h"estoi (y yo estudiando lengua de 2º eso como una loca) en Londres (yo contenta con la información ya que el vuelo era para Londres). Hay una tormenta y tenemos que ir al de ciencias." Estos mensajes son tranquilizadores e informativos. A cualquier madre le gusta saber que a muchos kilómetros de distancia un hijo suyo (aunque sea un adolescente) está en mitad de una tormenta (que además le aterran) para ir al (supongo) museo de las ciencias.

Ayer, 20:30 h "el museo como el de San Sebastian (y nosotros pagando una fortuna para mandarle a Inglaterra), pero una lata. Todo en inglés y no me entero de nada". (lo único positivo que saque de esto es que mi niño distingue el inglés escrito de otros idiomas)

Hoy aún no tengo noticias de él, pero supongo que a la tarde me informará de la cena de anoche y de la comida de hoy. A mi ulcera voy a comprarla tapones para los oídos.

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