miércoles, 11 de mayo de 2011

ESTUDIOS

Llega de clase mi querubín, deposita desde la puerta de su cuarto "cuidadosamente" la mochila justo en la mitad de su habitación (sino estaba bien cerrada la cremallera se salen el estuche y un par de cuadernos). Se quita las playeras del 45 y caen una a cada lado de la mochila. Su jersey acaba, por supuesto también en el suelo, cerca de la ventana.
Yo:"Traes muchos deberes"
Querubín: "No"
Yo: "¿De que?
Querubín: "De lengua"
Yo:"¿de inglés no tienes nada?"
Querubín: "Si, una ficha"
Yo: "¿Y de francés?
Querubín: "Sólo unos ejercicios del libro"
Yo: -Alzando levemente la voz-"!!Y de las demás tienes algo¡¡"
Querubín: "No me chilles, sólo de natur y de mate, pero no son para mañana".
Yo: -Gritando, pero con mucha psicología materna-"¡¡Y examen de historia el jueves, así que ponte inmediatamente a estudiar!!"
Mi ángel recoge la mochila del centro de su cuarto -dejando alguno de los cuadernos y el estuche caídos en el suelo- y se sienta a estudiar en la mesa de la sala (antes estudiaba en su cuarto pero el control materno ha decidido que mejor en la sala).
Pasados dos segundos se levanta, va a su cuarto y vuelve con el estuche, yo miro sin decir nada pero comenzando a notar un principio de ulcera. Se sienta. Se levanta. Va a su cuarto y vuelve con uno de los cuadernos que había dejado en el suelo. Se sienta. Abre el cuaderno. Abre el estuche. Se levanta.
Yo: ¡¡Se puede saber donde vas!!
Querubín: "Al cuarto de mi hermano a por un lápiz"
Yo: -Gritando- "¿y los tuyos?
Querubín: "Estarán en clase".
Opto por callar aunque oigo claramente como mi ulcera va formándose.
Se sienta. Abre el libro. Lo mira como las vacas al tren durante un minuto. Pone la fecha. Se levanta. Enciende la luz -son las cinco de la tarde de un bonito y soleado día de primavera-. Apago la luz.
Yo:"¡¡Ponte a estudiar de una maldita vez!!".
Los siguientes diez minutos son de silencio y los ejercicios de una de las asignaturas se terminan al fin. Se levanta.
Yo:"¡¡Ahora donde narices vas!!"
Querubín: -Mirándome extrañado y pensando que su madre es una histérica -"a merendar".
Vuelve de la cocina,saca el libro de historia y estudia cinco minutos, viene donde mi, me entrega el libro y me dice: "ya me lo sé, preguntame". Yo, aunque valoro mucho la inteligencia de mi ángel, no puedo creer que se lo sepa, pero le pregunto la lección en un acto de fe maternal. Por supuesto no se la sabe.
Se sienta de nuevo, pasan cinco minutos y va al baño, vuelve a sentarse, a los cinco minutos trae de nuevo el libro. Mi ulcera ya no habla, grita. Comienzo a estar preparada para presentarme el jueves al examen de historia. Mi querubín aún no.
Se pone delante del libro, le obligo a hacer un resumen, se queja, insisto, lo hace. "Ya me lo sé". Le pregunto casi sin tener que mirar al libro. No se lo sabe. Mi ulcera ya es sangrante.
Vuelve a estudiar. Acaba la  tarde con estos resultados:
-Ejercicios cien por cien completados.
-Letra más bien mala
-Ortografía mejorable
-Historia: Yo preparada para sacar un sobresaliente, querubín seguro que aprueba.
-Mi ulcera: Ya camina...¡Se está haciendo mayor!.

2 comentarios:

  1. Pues sí, que si que lo es,Andakéeeee.

    Jolines lo que me he reido!!
    Eres genial Mila.
    Gracias por regalarnos estos momentos.
    Besitos
    May.

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  2. una tía del querubín19 de mayo de 2011, 21:46

    me he reído un rato largo y luego he llorado al darme cuenta de lo que nos espera...
    un besote y ánimo.

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